Ha sido un año vertiginoso. El origen de la humanidad ha retrocedido en el tiempo, un iceberg mayor que las Islas Baleares se ha desprendido de la Antártida y el cosmos ha brillado como pocas veces bajo los destellos de la extraña y lejana kilonova. Hemos vivido a lo largo de estos 365 días, horas de asombro y también de protesta y furia. Con la llegada al poder de Donald Trump, la nación más poderosa del planeta daba la espalda a la ciencia y rompía con la lucha contra el cambio climático. Han sido momentos luminosos combinados con otros oscuros. Estos son cinco de los hechos científicos más destacados del año.

  • Formidable salto atrás en el origen de la humanidad
    Este año la ciencia revelaba una nueva cuna de la humanidad. Hemos sabido que la historia de la humanidad se inició 100.000 años antes de lo que se creía y en un lugar inesperado, el norte de África. Allí aparecieron los restos de Homo sapiens más antiguos conocidos. Son de hace 300.000 años. Hasta ahora se pensaba que por aquellas nuestros ancestros estaban confinados en el área subsahariana; más allá no se habían hallado evidencias de su presencia.
  • Kilonova o el boom de la nueva astronomía
    La astronomía ha brillado. Este año los hallazgos sobre el cosmos y las proezas técnicas se han acercado a los tiempos de gloria de la carrera espacial. Las ondas gravitacionales, neutrinos atrapados, el apoteósico final de Cassini y los exoplanetas en zonas habitables son los eventos más destacados del año, coronados por el descubrimiento de la kilonova en agosto. Es la noticia científica del año conforme al criterio de 3.674 investigadores de todo el mundo.

  • La revolución del corta-pega genético CRISPR
    La técnica de edición de genoma CRISPR, la tijera molecular que permite reescribir a voluntad el mensaje de la vida, no ha parado de cosechar éxitos este año en los laboratorios de medio mundo. Uno de los hitos de este año es la corrección en embriones humanos de una mutación que causa una cardiopatía congénita. Los científicos repararon el error en la etapa más temprana del desarrollo embrionario lo que evitaría su transmisión a generaciones futuras. Eso sí, nunca se llegó a implantar en útero alguno, aunque estaba listo para ello. Mientras los científicos despliegan toda su creatividad es aplicar el CRISPR en beneficio de la humanidad, dos de las mayores instituciones de investigación del mundo se disputan la patente.
  • Los polos se marchitan por el cambio climático
    Un iceberg con una superficie superior a la de las islas Baleares se desprendió este verano de la plataforma Larsen C de la Antártida. La grieta llevaba décadas amenazando con romperse. Los expertos no lo dudan: el cambio climático ha contribuido a la rotura definitiva. Para estudiar la ciencia de los polos El Independiente contó con la colaboración del explorador Ramón Larramendi. Sobre un trineo de viento ha recorrido el Ártico para recoger datos sobre el estado del polo sur y descubrir cómo está afectando el cambio climático. Fue nuestros ojos en aquellas tierras.
  • La ciencia contra Trump
    En primavera la comunidad científica se puso en pie de guerra contra Donald Trump. Desde que juró el cargo de presidente de Estados Unidos ha concatenado acciones contra el progreso científico. Los presupuestos para investigar han caído en picado, ha nombrado como responsable de la Agencia para la Protección del Medio Ambiente a un negacionista del cambio climático, ha fomentado a golpe de tuit el bulo de que las vacunas provocan autismo o que el cambio climático es un fraude. El clamor trascendió Estados Unidos y más de 500 ciudades de todo el mundo, incluida España, que se manifestaron en la Marcha por la Ciencia.