No nos lo creemos. En mayor o menor medida, todos somos escépticos con las cumbres del clima. Y nos sobran los motivos, porque volver a ver políticos que incumplen sistemáticamente todo lo que afirman -y hasta firman- es llover sobre mojado. Y torrencialmente, que es, junto a sequías y clima extremo, lo que la mayoría de científicos prevén para las próximas décadas.

Mientras en Glasgow se hacen discursos pomposos para no perder votos, en Villanueva de los Castillejos (Huelva), un biólogo llamado Antonio Moreno lleva 15 años trabajando en algo mucho más tangible y con resultados medibles. Hasta donde alcanza la vista y más allá, se extienden millones de naranjos. Esos que salen en el anuncio de los zumos Don Simón.

Trabaja Antonio en un enorme edificio en el centro de 1.500 hectáreas de cultivos de cítricos. Sin chimenea, sin vertedero, y sin más olor que el de el mar de árboles frutales que le rodea. Su misión durante todo ese tiempo ha sido minimizar el impacto ambiental de uno de nuestros grupos empresariales más grandes, como es García Carrión. A priori, parece más eficaz que decir frases en una cumbre.

Pregunta.- ¿Cómo empezó todo?

Respuesta.- Llegamos aquí en 2006 con la idea de plantar naranjos que duraran por lo menos 30 años, porque esta es la provincia con más superficie protegida ecológicamente de toda Europa. Nos pusimos como meta tres ceros: cero consumo de agua, cero emisiones contaminantes y cero residuos sin valorizar. Primero, por conciencia con el planeta, pero también, por qué no decirlo, porque da dinero.

P.- Habla de "residuos sin valorizar" ¿Hacer que una empresa sea sostenible desde el punto de vista ecológico puede ser rentable?

R.- En nuestro caso está clarísimo. En una naranja, la mitad es cáscara. Esta fábrica, que puede procesar 400 millones de kilos cada año, sacaría 50 tráileres de residuos cada día. Pues con todo eso, en vez de tirarlo y contaminar, fabricamos alimento animal, aceites esenciales para aromatizar productos alimentarios con sabor naranja, desengrasante para productos de limpieza, y hasta perfume. O sea, hemos conseguido ganar dinero con la corteza de la naranja y evitar un problema medioambiental a la vez.

P.- Y todo esto gracias a la iniciativa privada.

Los jóvenes están muy concienciados con el medio ambiente y van a tener que luchar contra las consecuencias del desastre que les dejamos

antonio moreno

R.- Desde luego. Las ayudas institucionales llegan para temas muy concretos, pero si se ha podido hacer realidad es porque Pepe García Carrión y Fala Corujo, los propietarios, son personas cercanas. Solamente hubo que contarles lo que quería hacer y me dieron luz verde. Yo venía de una multinacional y las decisiones daban la vuelta al mundo antes de ser aprobadas, si es que lo eran.

P.- ¿Qué les diría a los líderes mundiales que están reunidos ahora en Glasgow para solucionar el problema del cambio climático que tenemos todos?

R.- Que en esos foros escuchamos a demasiados políticos y muy poco al tejido productivo, que es quien realmente debería tener el protagonismo. Hay muchas iniciativas empresariales y sociales que consiguen evitar el deterioro medioambiental, y apenas se oye hablar de ellas. A nosotros nos cuesta dinero contar, por ejemplo, que estamos descarbonizando todos los procesos productivos usando restos de la poda de nuestros árboles. Eso nos permite en gran medida ser autosuficientes energéticamente, por ejemplo.

P.- El sueño de cualquiera que se enfrente al recibo de la luz. ¿Podríamos haber evitado temblar cuando nos cortan un gasoducto, se habla de apagones, o se subasta tan cara la electricidad?

R.- Por supuesto. España podría haber sido una potencia exportadora de energía. Tenemos todo lo necesario, pero no hicimos los deberes.

P.- El pasado no nos ayuda, entonces.

R.- Bueno, en otros aspectos nos viene muy bien. Ahora me toca volver a variedades ancestrales centenarias de árboles frutales porque se ha cultivado siempre pensando en la vista más que en el contenido. Eso también contribuye a la biodiversidad de las especies.

P.- ¿Nos queda alguna esperanza de que esto pueda mejorar?

R.- Los jóvenes están muy concienciados con el medio ambiente. Mis hijas, por ejemplo, aman la naturaleza y hasta tenemos un zoológico en casa. Ellos van a tener que luchar contra las consecuencias del desastre medioambiental que les dejamos, y lo saben.