Los bomberos de Nueva Gales del Sur en Australia han asegurado que los incendios están controlados por unas lluvias que han provocado inundaciones y que se extinga el fuego. Los incendios han dejado un balance de 34 personas y centenares de viviendas y 10 millones de hectáreas en todo el país. Ahora llega el momento de recuperar las zonas dañadas y socorrer a las especies afectadas. El koala es una de las que más se ha visto afectada por el fuego.

El koala (Phascolarctos cinereus) es un animal de movimientos lentos que permanece unas 20 horas al día dormitando o descansando, y utiliza las cuatro horas restantes para alimentarse con hojas de varias especies de eucaliptos, que en gran parte han sido calcinadas por los incendios. Estos marsupiales, endémicos de Australia, ya se encuentran amenazados por el desarrollo urbanístico y la clamidia, una enfermedad bacteriana que les causa ceguera, infertilidad y en algunos casos la muerte.

La gravedad de los incendios forestales hace temer por la desaparición de los koalas, cuya población en todo el país ronda los 80.000 ejemplares según la Fundación Koala Australia, si es que este tipo de catástrofes continúan y no se protegen los bosques de eucalipto restantes en la costa norte de Nueva Gales del Sur.

Por su parte, WWF estima que hasta la fecha unos 1.250 millones de animales han muerto o han resultado heridos en los incendios forestales. Esto incluye la muerte de miles de koalas, junto con otras especies únicas y emblemáticas de la fauna australiana como canguros, wallabies, ratas-canguro, petauros o cacatúas. WWF subraya que los incendios forestales australianos han quemado más superficie que los incendios combinados de la Amazonía y California. Un solo incendio, el mega incendio de Gospers Mountain que golpeó Nueva Gales del Sur, era aproximadamente siete veces más grande que Singapur.