El pasado sábado 6 de junio, la Policía Local de Simancas (Valladolid) recibió la alerta a las 12 de la mañana de que algunos ciudadanos habían divisado el día anterior un animal que parecía extraño a la fauna autóctona del río Duero. A las pocas horas fue divisado por un agente del cuerpo de la Local.

Tal y como recoge el Diario de Valladolid, parece ser que se trata de un cocodrilo, por lo que los biólogos están trabajando en la captura del reptil. Estos han localizado huellas en la tierra y restos de un pez semidevorado que presenta mordiscos que pueden haber sido fruto de una gran dentellada.

La confirmación fue hecha por uno de los científicos, que identificó las huellas que se encontraron en la ribera de la confluencia de los ríos Duero y Pisuerga, y que probablemente pertenecen a un cocodrilo del Nilo, una especie considerada peligrosa a la par que asustadiza, según información de la Guardia Civil que ha podido conocer la Subdelegación del Gobierno en Valladolid. Los agentes encargados de localizar al animal han acordonado varias zonas para que nadie pueda penetrar en el área situado en el camino de Pesqueruela, un triángulo emplazado en la confluencia, y que está ubicado aproximadamente a una veintena de kilómetros de Valladolid capital.

En las labores de localización de este reptil, que se estima que mide metro y medio y pesa 250 kilos, trabajan biólogos, agentes para los que se ha dispuesto el apoyo de un dron, y se espera igualmente la intervención del Grupo de Actividades Subacuáticas del Instituto Armado y los Bomberos.

Según el Diario de Valladolid, la especie de reptil que se está tratando de encontrar, proviene de la familia más agresiva de los cocodrilos, y en torno a la cual se han forjado multitud de leyendas de ataques a humanos. Acerca de la forma en la que ha podido llegar el animal a esta zona, fuentes policiales han precisado que suponen que puede tratarse de alguna persona que lo ha abandonado cuando el cocodrilo ha crecido, aunque esta posibilidad es solo una hipótesis por el momento.

Una vez conocido el avistamiento del animal, los alcaldes de Tordesillas, San Miguel del Pino y Villamarciel han emitido bandos municipales para informar a la población de la posible existencia de un cocodrilo a las orillas del río Duero. "Peligro por la existencia de un cocodrilo en la ribera del río Duero" reza en el bando el alcalde de la entidad local menor de Villamarciel, Francisco Luengo.

El regidor ha puntualizado a Efe que el animal podría haberse escapado de alguna vivienda aledaña al río donde la tuvieran como mascota, y que "podría resultar muy peligroso" para los vecinos, por lo que se pide a los ciudadanos que, hasta que se dé con el cocodrilo, se extreme la precaución y que no vayan al río, especialmente los pescadores y piragüistas.

Todos los operativos están trabajando en el lugar con precaución, para que el animal no abandone el área de cinco kilómetros en la que se estima que permanecerá si no es molestado, para facilitar su captura.

Un rastreador rechaza que haya indicios de un reptil

El rastreador profesional de la asociación Chelonia para la conservación, investigación y planificación de recursos naturales Fernando Gómez ha asegurado que los indicios hallados en la ribera de Pesqueruela, donde confluyen los ríos Duero y Pisuerga, "no corresponden, en ninguno de los casos, a un reptil de gran tamaño". Este pasado sábado, la Policía Local de Simancas, junto a efectivos del Seprona y la Guardia Civil, establecían un operativo de búsqueda tras el posible avistamiento de un cocodrilo en el entorno de Pesqueruela.

A este despliegue se ha unido también el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, que este lunes ha colaborado junto a la asociación Chelonia, entre cuyos objetivos destacan la conservación, investigación y planificación de recursos naturales y ecosistemas marinos, costeros y continentales para contribuir a un desarrollo equilibrado y a la cooperación internacional. Además, una de las líneas de investigación desarrolladas por la entidad en los últimos años, principalmente en países tropicales, han sido la gestión y conservación de poblaciones de cocodrilos.

Tras una importante labor de búsqueda y reconocimiento en la zona donde se produjo el supuesto avistamiento, Fernando Gómez, rastreador profesional de Chelonia, ha explicado que los restos que han aparecido en días previos corresponden a la depredación de una nutria que esta mañana había excretado en la ribera los restos de un pez y un cangrejo que se había comido.

Asimismo, se han hallado rastros y aplastamientos que corresponden a presencia y paso humano, mientras que también hay otros indicios, tales como huellas, que "no son de diagnóstico" y, por tanto, "no se puede decir a que especie pertenecen".

"Hemos revisado meticulosamente cada rincón donde el animal ha podido tomar el sol o dejar marcas de huellas y no hemos encontrado nada", ha apostillado Gómez, quien ha avanzado que el operativo junto a la Guardia Civil continuará con una búsqueda "activa" para tratar de localizar "algún indicio que confirme la presencia de un reptil de gran tamaño". Sin embargo, ha señalado que el hecho de no haber encontrado indicios de un reptil "no significa que no esté" en la zona, por lo que aún no se descarta su presencia.

Las labores de búsqueda del animal continuarán este lunes por tercer día consecutivo de manera intensiva y, según ha apuntado Gómez, "hasta que lo permitan el terreno y las condiciones climáticas".