El reciente informe de la ONU sobre las especies migratorias ha puesto de manifiesto una realidad alarmante, ya que, desde tortugas hasta aves rapaces, el riesgo de extinción está en aumento para estos emblemáticos habitantes del planeta.

Este estudio exhaustivo, presentado en el marco de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS), constituye la evaluación más completa hasta la fecha sobre el estado de estas especies, conocidas por atravesar miles de kilómetros cada año en busca de alimentación, reproducción y descanso.

Animales en peligro de extinción

El informe revela que una de cada cinco especies incluidas en la convención está amenazada de extinción, y el 44% está experimentando una preocupante disminución en sus poblaciones. Este análisis abarca alrededor de 1.200 especies y destaca la complejidad de estas dinámicas migratorias, ofreciendo una perspectiva global sobre la situación crítica de estas diversas formas de vida.

En el panorama global de estas migraciones, los ecosistemas acuáticos son los más afectados. El 97% de los peces incluidos en el estudio se encuentran amenazados de extinción, evidenciando una marcada disminución en las poblaciones de peces en los últimos 50 años.

La anguila europea, en particular, se encuentra en peligro crítico, con una disminución del 95% en el reclutamiento de juveniles desde la década de 1980, debido a amenazas que van desde barreras a la migración hasta la sobreexplotación en sus primeras etapas de vida.

Las principales amenazas identificadas por el informe son la sobreexplotación y la pérdida de hábitat. Tres de cada cuatro especies en la convención se ven afectadas por la pérdida, degradación y fragmentación de su hábitat, mientras que siete de cada diez especies enfrentan la sobreexplotación, que incluye tanto la captura intencional como la captura incidental. Además, el cambio climático, la contaminación y las especies invasoras también ejercen impactos significativos, evidenciando la complejidad de los desafíos que enfrentan estas especies.

La anguila europea, mencionada específicamente en el informe, ilustra la conexión crítica entre la salud de estas especies y su papel en los ecosistemas. Antes abundante en los ecosistemas de agua dulce europeos, desempeñaba un papel vital en la red alimentaria. Sin embargo, la disminución del 95% en el reclutamiento de juveniles desde la década de 1980 destaca las amenazas que enfrenta esta especie y la necesidad de intervenciones urgentes.

¿Qué hacer para evitar la extinción?

El informe de la ONU aboga por medidas globales para revertir esta tendencia preocupante. Entre estas medidas se incluye la identificación de sitios clave para las especies migratorias a lo largo de sus rutas, el cumplimiento de compromisos de restauración del ecosistema y la conexión efectiva de áreas protegidas.

Reducir la contaminación lumínica, el ruido, el plomo de municiones y pesos de pesca, así como abordar la problemática del plástico, también se destaca como estrategias esenciales.

La pérdida, degradación y fragmentación del hábitat, impulsadas principalmente por la agricultura, y la sobreexplotación, tanto por caza como pesca, emergen como las amenazas más generalizadas para estas especies migratorias.

La ONU subraya la importancia de abordar de manera integral estos desafíos, reconociendo la interconexión de amenazas y destacando la necesidad de conservar hábitats críticos a lo largo de las rutas migratorias. Este análisis exhaustivo resalta la urgencia de acciones coordinadas a nivel global para proteger y preservar las especies migratorias, no solo desde una perspectiva ambiental, sino también en consideración de las ramificaciones directas que esto tiene en la salud de los ecosistemas y la estabilidad global.

La llamada de la ONU sirve como recordatorio de la responsabilidad compartida de la humanidad para preservar la rica diversidad de la vida en la Tierra y establecer un equilibrio sostenible entre la actividad humana y el entorno natural.