Las evidencias científicas del impacto del cambio climático se van acumulando y según pasan los años de estudio se van concretando.  Los más de 3.500 folios del informe Cambio Climático 2022: Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad del Grupo de Trabajo II del Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) detallan algunos impactos que según las evidencias actuales afectarán a España.

En este informe se pone de relieve cómo el cambio climático afecta a los ecosistemas y a los sistemas económicos y sociales que hemos creado los humanos en relación con nuestro medio natural y en el caso de España esta relación pasa necesariamente por la agricultura y la disponibilidad del agua. El informe mantiene siempre la correlación entre más emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera -lo que significa no cumplir los Acuerdos de París- se traducen automáticamente en más daños e impactos en los ecosistemas y las economías. 

La falta de agua, nuestra mayor vulnerabilidad

La demanda de agua puede agotar los acuíferos y reducir los regadíos en la agricultura, causando impactos económicos a otros sectores como el del transporte, la generación de energía hidroeléctrica y la industria manufacturera. Por ejemplo, si no se cumplen los objetivos del Acuerdo de París, el rendimiento del maíz podría disminuir hasta un 80%, algo que si hay agua para regar podría paliarse con una caída del 11%, pero no está claro si habrá agua. Según el IPCC se reducirán las tierras de cultivo en España y la producción agrícola se desplazará al norte. Además de las altas temperaturas y la ausencia de agua el sucesivo aumento de las temperaturas incidirá en una mayor presencia de plagas, según apunta una investigación publicada en Nature citada por el panel.

Si las emisiones continúan y las temperaturas aumentan aún más, incluirá un importante daño económico. Un estudio de Nature citado en el informe estima que, si las emisiones de CO2 en la atmósfera se mantienen altas, España podría disminuir su PIB per cápita en un 46% a finales de siglo debido a las altas temperaturas. 

Según un estudio de la UE  citado en el informe del IPCC en España siete millones de personas vivirán en zonas con escasez de agua si las emisiones no se reducen. Las sequías en la actualidad ya cuestan 1.500 millones de euros, según el mismo estudio. Unos daños que según una estimación publicada en Nature aumentarán en 250%.

Calor extremo

En un escenario de altas emisiones que no cumpla con los Acuerdos de París las olas de calor extremas que tienen una recurrencia de 50 años se producirán todos los años en España, según una investigación citado en el informe. En 2050 el número de personas que morirán anualmente por el calor en España pasará de unas 1.500 a unas 8.000 si las emisiones de CO2 no se reducen, según otro estudio de la Revista Internacional de Investigación Medioambiental y Salud Pública citado en el informe. Si bien hay estudios que consideran que esta cifra podría ser aún peor. Un informe de la Comisión Europea. también citado en el informe. prevé que las muertes relacionadas con las olas de calor en España podrían multiplicarse por 40 si las emisiones son altas.

Impactos indirectos

Los impactos indirectos que afectarán a España por el cambio climático serán considerables. El IPCC prevé que el cambio climático afectará a las cadenas de suministro internacionales, a los mercados, a las finanzas y al comercio, reduciendo la disponibilidad de bienes en España y aumentando su precio, además de perjudicar a los mercados para las exportaciones españolas.

La interdependencia de bienes entre los países hace que cualquier episodio de clima extremo tenga repercusiones en los demás países. Si las emisiones de CO2 se mantienen altas las economías de todo el mundo se verán afectadas por el cambio climático, bien por la subida del nivel del mar, las sequías y la gran mayoría de los estados se verán afectados por los fenómenos meteorológicos extremos.

El aumento de las temperaturas y la falta de agua pondrá en riesgo la producción agrícola mundial reduciendo la disponibilidad de alimentos. Las amenazas al suministro de alimentos y a la disponibilidad de agua, debidas al cambio climático continuado, pueden aumentar el riesgo de disturbios sociales y conflictos armados.