“2022, el año más caluroso de España”. Este titular puede que tenga solo un año de vigencia, las temperaturas siguen escalando el termómetro según nos adentramos en el siglo XXI. La carrera contra el cambio climático tiene, de momento, un claro perdedor. Los gases de efecto invernadero siguen acumulándose en la atmósfera y calientan cada día más el planeta. Un estudio reciente ha puesto de relieve que cabe la posibilidad de que alcancemos una subida media de la temperatura del planeta de 1,5ºC en menos de una década. Esto es lo que se quería evitar para final de siglo con el Acuerdo de París.

El año pasado se batieron récords de temperatura por estaciones meteorológicas de todo el mundo, en especial en el hemisferio norte. El día 1 de enero de 2023 empezó con nuevos récords. La información del tiempo de estos días en algunas cadenas de televisión era muy complaciente con las buenas temperaturas de estos días, las imágenes de los ciudadanos en las playas y disfrutando del aire libre no se corresponden con la noticia que ocultan estas jornadas.

“Las altas temperaturas en esta época del año pueden tener aspectos positivos como disfrutar más al aire libre o pagar menos calefacción. Pero son cosas coyunturales, el buen tiempo es el que toca en cada momento”, asegura el meteorólogo Rubén del Campo. “En un cambio de clima, nos encaminamos a inviernos más cálidos. En Europa han sido extremadamente altas, porque hablamos de que ha habido récords como en Varsovia, que se ha batido por cinco grados el récord de temperatura máxima de enero. Eso tiene repercusiones claramente negativas”.

Previsión para el invierno

No todo el invierno será tan cálido como este arranque que hemos vivido. Las temperaturas irán bajando y el frío y la nieve volverán por Europa. Según la previsión, que al ser estacional puede fallar, se espera que sea algo más cálido de lo normal y con menos precipitaciones de las normales.

La más evidente de las consecuencias de las altas temperaturas es la ausencia de nieve. El tiempo más cálido ha obligado a cerrar estaciones de esquí por toda Europa. En los alpes suizos estaciones por debajo de 1500 metros no han acumulado nieve suficiente para la práctica del esquí. Pero además del perjuicio económico de la ausencia de nieve en los lugares con turismo de invierno la nieve es un recurso fundamental para la agricultura. 

“La nieve cuando se acumula en el suelo va calando, va introduciéndose en el subsuelo y alimenta los acuíferos. Y además cuando deja de nevar en primavera empieza el deshielo que nutre los arroyos, los ríos, y eso se traduce en reservas de agua embalsada. Cuando no hay nieve esa reserva no la tenemos".

Algo que en el caso de España es especialmente importante después de años poco lluviosos y con un 2022 que se ha quedado como el sexto más seco de la serie histórica. “Si no hubiera nevado tanto este mes de diciembre estaríamos en lo que denominamos una sequía de larga duración, nos hemos quedado a las puertas”, afirma Del Campo. 

Efectos en las cosechas

Las olas de calor han causado que las cosechas de 2022 sean menos productivas, se ha apreciado mucho en la producción de uva y en el aceite que ha incrementado sustancialmente su precio. La ausencia de frío en invierno no es bueno para muchas plantas. “Las heladas nocturnas, en esta época son necesarias, muchos cultivos están acostumbrados, incluso necesitan ese frío para que sus ciclos vitales estén ajustados a la época del año”, recuerda del Campo.

La subida de las temperaturas ha causado que muchas plantas y árboles adelanten su floración lo puede ser muy negativo para la planta. Esto es lo que ha ocurrido en la ciudad polaca de Szczecin donde los cerezos han florecido de manera prematura (en la imagen superior).

Europa al sol y Norteamérica sepultado en nieve

El 2022 ha sido también el año más caluroso de Europa que ya es una de las regiones más afectadas por el cambio climático. “Las olas de calor y episodios cálidos se están incrementando más rápido en Europa que en otras partes del hemisferio norte, quizás también por una modificación de los patrones de circulación amazónica asociados al cambio climático. Todo esto hay que estudiarlo más, pero está claro que el cambio climático creado por la acción del hombre está detrás de episodios cálidos, más frecuentes y más intensos”, asegura el meteorólogo de la AEMET

Paradójicamente mientras Europa veía superar las temperaturas en EEUU y Canadá una ola de frío sepultaba por días a los americanos. “Se está calentando la parte baja de la atmósfera y situaciones que no son extraordinarias, como es un anticiclón en enero, se convierten en temperaturas muy altas para la época. La dinámica atmosférica está muy alterada”, explica José Miguel Viñas, experto de Meteored

“En condiciones normales una vez que pasa el otoño hay menos radiación solar en la parte norte del globo, se enfría más, se acumula el aire frío y hay momentos que se desborda. Lo que ha ocurrido es que el aire frío está muy concentrado en una zona más pequeña y se desborda de manera especialmente brusca, que es lo que ha pasado en EEUU”, añade Viñas. Aunque estos fenómenos ocurren agudizados por el calentamiento global, según este experto lo que predominará en el futuro es lo que ha ocurrido en Europa este arranque de 2023 con periodos más largos de tiempo cálido.