La Cumbre del Clima de Dubái (COP28) llega a su fin con un acuerdo en el que se firma una transición para abandonar el uso de combustibles fósiles para 2050. El adiós al petróleo, al gas y al carbón se recoge en un texto respaldado por los casi 200 países reunidos en la Cumbre del clima que se celebra en la ciudad de Emiratos Árabes Unidos (EAU).

El documento mantiene al alcance el objetivo de evitar que la temperatura global media del planeta no suba 1,5 grados centígrados, acordado internacionalmente en París en 2015, en comparación con la época preindustrial.

Con el primer documento presentado en la COP28 este punto quedaba desdibujado. Más de 100 estados habían pedido anteriormente una formulación más ambiciosa, es decir, una eliminación gradual de consumo y producción de combustibles fósiles para fijar el objetivo de cero emisiones netas en 2050. Sin embargo, el texto también deja abiertas puertas traseras, como el uso continuado de gas y el uso de tecnologías controvertidas para almacenar y capturar CO2.

Sultan al-Jaber, presidente de la COP28, advirtió que "un acuerdo es tan bueno como su implementación". También incluye el objetivo de triplicar la capacidad de las energías renovables de aquí a 2030 y duplicar el ritmo de eficiencia energética durante este periodo. Los países del G20 ya se habían comprometido a ello.

Reacciones

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha destacado la "buena noticia" del acuerdo y lo puso como ejemplo de "poderosa" muestra del valor del multilateralismo para afrontar retos globales. "Es una buena noticia para todo el mundo que ahora tengamos un acuerdo multilateral para acelerar la reducción de emisiones hacia el cero neto para 2050, con medidas urgentes en esta década crítica. Esto incluye un acuerdo de todas las partes para abandonar los combustibles fósiles", ha dicho Von der Leyen en un comunicado.

La ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, destacó que “han tenido que pasar más de 30 años”, en referencia a la Cumbre de Río de Janerio, para “poner el foco en un mundo más allá de los combustibles fósiles”.

Desde su punto de vista se inicia "un nuevo debate sobre la financiación a prueba del clima, para subir el listón de la adaptación sobre una base cooperativa, para responder a las legítimas demandas de los países más vulnerables de que se pongan en marcha mecanismos para hacer frente a las pérdidas y los daños causados por el cambio climático”.

En un tono más crítico se ha manifestado Florent Marcellesi, coportavoz de Verdes Equo: "Aunque insuficiente, el acuerdo alcanzado en COP28 representa un paso adelante significativo. Por primera vez en la historia de las cumbres climáticas, se mencionan los combustibles fósiles, indicando que hay que “transicionar más allá” de ellas (“transitionning away”). Es un punto de inflexión que debe marcar el fin de la era de las energías sucias".

Kaisa Kosonen, jefa de la delegación de Greenpeace en la COP28, ha declarado que "la señal que la industria de los combustibles fósiles ha estado temiendo está ahí: poner fin a la era del carbón, gas y petróleo, junto con un llamamiento a aumentar masivamente las energías renovables y la eficiencia energética en esta década, pero esta señal está mezclada con muchas otras señales peligrosas, además de que no cuenta con medios suficientes para lograr el fin de los combustibles fósiles de manera justa y rápida" ha señalado en respuesta al resultado final de la COP28.

"No encontrarán la palabra "abandono" en el texto, pero eso es lo que requerirá la transición sostenible para dejar de usar los combustibles fósiles de acuerdo con el objetivo del 1,5 ºC y según la ciencia, que es lo que estamos decididos a conseguir, ahora más que nunca".

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