Álex de la Croix es uno de los nombres que hay que seguir de cerca. Después de su éxito con Te estoy amando locamente, esta artista queer que rechaza el género va ganándose su sitio. Como ha hecho siempre, Alejandra de la Cruz fascina con su simpatía y desparpajo allá donde va. Tras haber comenzado su carrera más centrada en lo abstracto del arte, ahora quiere hacer del humor su mejor arma para contar historias. Anoche lo demostró en Mental Masters, el programa de Telecinco en el que se coronó como vencedora.

Con solo 30 años, nacida en Cádiz en julio de 1993, Álex puede presumir ya de un larguísimo currículo. Se encuentran los títulos de cineasta, actriz, activista, modelo y gestora cultural en una carrera que comenzó hace doce años. Se califica a sí misma como artista queer y trans, aunque no como mujer trans.

"Siento que el espectro de género es mucho más amplio que el hombre y la mujer, es decir, lo binario. Estamos aún en proceso de darle la vuelta a estas desventajas que existen. Yo por lo menos lo hago desde el positivismo, la educación y el humor", aseguraba en 2021 en una entrevista con Neo2.

No quiere ser hombre ni mujer trans

Sin embargo, sí utiliza los pronombres femeninos porque no quiere ser considerada hombre bajo ningún concepto. "Me confundía la idea de que lo trans debe de ser de una manera marcada. No sabía si se podía ser trans sin hormonarse y someterse a procedimientos quirúrgicos, por ejemplo", explicaba entonces al mencionado medio. Y su activismo es, precisamente, vivir así, demostrando que existe esta posibilidad y que ser trans no significa vivir una desgracia.

Lo pedía en el pódcast de Juan Sanguino y Carolina Iglesias. En Los del Plus reclamaba que se hicieran historias LGTB sin que la etiqueta fuera parte principal de la trama. Una petición muy parecida a la que tienen otros colectivos que reclaman que el cine y las series reflejen sus realidades. Por ejemplo, activistas contra la gordofobia piden que el arco argumental de los personajes gordos no sea el hacer de su peso un drama en todas las ficciones.

Su presencia, como ella misma aseguraba en 2021, siempre es reivindicativa. Aunque Álex se considera afortunada precisamente por el recorrido que ha tenido en el mundo de la cultura. Empezó la carrera de Comunicación Audiovisual en Sevilla pero poco después se marchó a vivir a Madrid. En la capital comenzó a trabajar casi de inmediato gracias a su conexión con la directora Chus Gutiérrez.

Una carrera meteórica

Tras participar en un corto, la webserie Nadia en cuesta y en la película Droga Oral, dirigió varios proyectos de videoarte experimental y cortos. Entre 2015 y 2020 fue codirectora y comisaria de La Juan Gallery, cofundada por ella misma en el centro de Madrid. E incluso dio clases en el IED pese a no haber terminado su propio grado universitario.

En 2022 fichó por La que se avecina, donde da vida al personaje de Karma, que se ha convertido en uno de los favoritos del público. También ha participado en Rainbow, la interpretación del Mago de Oz de Paco León, y la pregunta es qué vendrá después. Tras su paso por todas las alfombras rojas de la temporada de premios, luciendo incluso prendas de diseñadores tanto españoles como internacionales, está claro que todo el mundo quiere a Álex de la Croix.