El 25 de octubre es ya una fecha para recordar en Chile. Casi 7,5 millones de chilenos han acudido a las urnas a sepultar la Constitución vigente desde 1980, redactada en la dictadura de Augusto Pinochet.

Es la mayor participación desde 1989. La victoria del a una nueva Constitución ha sido contundente: un 78,2% de los chilenos aprueban que se inicie este proceso.

Será una Convención Constitucional la que acometa esta tarea. Así lo ha decidido el 79,22% de los votantes. Esta Convención será electa en un 100%.

Democracia, unidad y paz

"Este es un triunfo de todos los chilenos y chilenas que amamos la democracia, la unidad y la paz", ha dicho el presidente Sebastián Piñera, flanqueado por todo su gabinete, en el patio de los naranjos del Palacio de La Moneda. En la fachada de la sede de la Presidencia se proyectaba la imagen de la bandera chilena.

Miles de personas han celebrado en la Plaza Italia de Santiago de Chile la victoria del "apruebo" a una nueva Constitución. "Oh, Chile despertó, Chile despertó", gritaban en una algarabía de banderas, luces y fuegos artificiales. La avenida Alameda estaba colapsada con cientos de automovilistas que hacían tocar las bocinas de sus autos.

Hemos demostrado la naturaleza democrática, participativa y pacífica del espíritu de los chilenos"

presidente sebastián piñera

"Hoy los chilenos y chilenas han expresado libremente su voluntad a través de las urnas eligiendo la opción de una Convención Constituyente que por primera vez tendrá plena igualdad entre hombres y mujeres, para poder acordar una nueva Constitución para Chile", ha señalado el presidente.

"Hemos demostrado nuevamente la naturaleza democrática, participativa y pacífica del espíritu de los chilenos y del alma de nuestra nación", ha añadido Piñera.

Será una Convención Constituyente formada por ciudadanos elegidos por los ciudadanos la que se encargará de redactar la nueva Carta Magna. La otra alternativa era que estuviera en parte formada por parlamentarios. Será una Convención paritaria.

El presidente chileno ha señalado que la celebración del plebiscito "no es el fin, sino el principio de un camino". Ha destacado cómo así los chilenos empezarán a "sanar las heridas".

Necesitábamos esto para descomprimir el ambiente pero ahora vienen etapas no exentas de turbulencias"

PAULINA ASTROZA

"El proceso fue maravilloso, tranquilo, alegre, y ha participado mucha gente, pese a la pandemia. Ha participado mucha gente joven, que es la que ha estado más apática en los últimos años. Sabíamos que era histórico", señala Paulina Astroza, profesora de Derecho Internacional y Relaciones Internacional en la Universidad de Concepción de Chile.

"Necesitábamos esto para descomprimir el ambiente pero ahora vienen etapas que no estarán exentas de turbulencias. No sé si los partidos políticos estarán a la altura y eso me preocupa porque los necesitamos", añade Paulina Astroza.

Son muchos en Chile los que consideran que la Constitución de 1980 explica las desigualdades en el país por fomentar la participación de los entes privados en salud o educación y la reducción del Estado. Quienes se oponían a su cambio argumentan que se resentirá la economía.

Un acuerdo entre el gobierno y la oposición hizo posible en noviembre pasado la celebración del plebiscito, que hubo de posponerse por la pandemia. El fin era lograr la paz social, después de meses de protestas en las calles.

El llamado "estallido social" en Chile se desató el 18 de octubre de 2019 tras el anuncio de la subida del precio del metro en Santiago. Pronto las protestas se transformaron en una demanda de reformas de los sistemas de pensiones, sanidad y educación.

El 11 de abril los chilenos habrán de elegir a los constituyentes que tendrán un año para redactar la nueva Constitución de Chile.