El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha rechazado unánimemente la demanda infundada presentada por el fiscal general del Texas, que tenía como objetivo anular los resultados de las elecciones presidenciales en cuatro estados clave: Georgia, Míchigan, Pensilvania y Wisconsin. De esta forma, la Corte le asesta el golpe más grande hasta ahora al argumento de asalto a la democracia con el que Donald Trump trataba de camuflar su derrota.

En una breve orden de una página, los nueve magistrados del tribunal más alto de Estados Unidos han desestimado el intento de Paxton de invalidar el conteo de votos y de solicitar a la corte que extendiera el plazo para la certificación electoral, para así poder investigar las supuestas irregularidades en los comicios de noviembre.

La vía legal era la última oportunidad con la que contaba Trump para cambiar el resultado de las elecciones antes de que este lunes se reúna el Colegio Electoral para emitir sus votos y elegir de manera oficial al próximo presidente de Estados Unidos. De acuerdo con los resultados aportados por los estados, el ex videpresidente Joe Biden habría obtenido 306 votos, mientras que Donald Trump habría conseguido 232. Asimismo, el candidato demócrata ganó el voto popular por unos siete millones de papeletas.

"La Corte Suprema realmente nos decepcionó. ¡Sin sabiduría, sin valor!", ha tuiteado Trump esta noche. Por su parte, el portavoz de la campaña de Biden, Mike Gwin, ha afirmado que la decisión "no ha sido una sorpresa". Ninguno de los tres magistrados nombrados por el dirigente republicano han salido en su defensa, ni siquiera la jueza ultraconservadora, Amy Coney Barrett, a quien Trump colocó en el Supremo tras la muerte de Ruth Bader Ginsburg para asegurarse apoyos en el alto tribunal en caso de que se produjera un conflicto electoral.