"Los votantes de los Países Bajos han dado a mi partido un claro voto de confianza. Dank je, dank je, dank je (gracias)". Con una amplia sonrisa, Mark Rutte ha celebrado su victoria en unas elecciones que han sido un plebiscito sobre su gestión. El primer ministro holandés enfila su cuarto mandato, si bien necesitará aliados, como es tradicional en los Países Bajos.

El Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), que lidera Rutte, ha obtenido 36 escaños de los 150 del Parlamento holandés. Son tres más de los que obtuvo en 2017. Todo un triunfo, sobre todo si tenemos en cuenta que ha afrontado la crisis del coronavirus y un escándalo sobre las ayudas a familias inmigrantes.

Los partidos que formaban el gobierno saliente (VVD, los liberales de D66, la Llamada Cristiano Demócrata (CDA) y la Unión Cristina (CU) consolidan sus resultados al lograr juntos 81 diputados, cinco más que los que lograron en 2017. Es la primera vez desde 1998 en la que el gobierno no pierde su mayoría, según Europeelects.

Los holandeses han apostado por la estabilidad, en términos locales ya que su sistema proporcional favorece la fragmentación y las coaliciones a varias bandas. A pesar de la gestión, con vaivenes, de la crisis del coronavirus, y a pesar del escándalo de esos cortes de las ayudas a familias de migrantes, prefieren que Rutte siga al mando de la nave en tiempos convulsos.

Rutte va camino de ser el primer ministro que más tiempo ha permanecido en el poder en los Países Bajos. Batirá este récord si sigue en el poder en agosto de 2022, como parece previsible.

Buenas noticias para los europeístas

A la vez han obtenido muy buenos resultados los social liberales del partido D66, europeísta. Ha logrado 24 escaños, cinco más que hace cinco años.

Los europeístas tienen mucho que celebrar por los excelentes resultados de D66 y también porque Volt logra por primera vez al menos tres escaños. Volt es un partido paneuropeísta, que logró en las últimas europeas un eurodiputado.

Podrán presionar al rey de los frugales, Mark Rutte, para que vaya dando un giro más acorde con los tiempos.

Los liberales de D66 superan a Llamada Cristiano Demócrata (CDA), que pierde cuatro diputados. La líder de D66, Sigrid Kaag, se puso a bailar encima de una mesa cuando vio lo que anticipaban los sondeos. Fue la imagen de la noche.

La derrota de los cristianodemócratas afecta a quien era el ministro de Finanzas, Wolpke Hoekstra, que ve su puesto en peligro. En teoría, correspondería al segundo partido, en este caso a los liberales de D66.

La izquierda se ha quedado estancada. Los laboristas repiten sus resultados de hace cinco años, pero la Izquierda Verde, liderada por Jesse Klaver, la gran revelación en 2017, ha perdido casi la mitad de sus escaños.

La ultraderecha sigue fuerte

En la ultraderecha la valoración es ambivalente. Por un lado, los resultados de los partidos de esta tendencia logran sus mejores resultados en la historia reciente con 29 escaños, como subraya Politico. El problema es que están divididos.

El Foro por la Democracia (FvD), que lidera Thierry Baudet, ha cuadriplicado sus escaños, y ha logrado ocho. Una escisión de FvD ha conseguido cuatro. Sin embargo, el Partido de la Libertad de Geert Wilders, que fue socio de gobierno de Rutte en 2010, pierde tres diputados y se queda con 17.

Wilders ha felicitado a Rutte y Kaag a la vez que ha prometido que hará una "oposición sólida".