Al menos cinco trabajadores han muerto y otros cinco han resultado heridos. en el bombardeo ruso sobre la mítica torre de televisión de Kiev, de 385 metros de altura, encargada de distribuir señales principales de radio y televisión. Moscú ha dirigido un ataque contra la infraestructura, que se ha visto humear desde prácticamente toda la ciudad y que ha afectado también a un mausoleo adyacente sobre el Holocausto.

"Le digo al mundo: ¿qué sentido tiene decir 'nunca más' durante 80 años, si el mundo permanece callado cuando las bombas caen sobre Babi Yar? Al menos cinco muertos. La historia se repite...", ha escrito el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en un mensaje en sus redes sociales.

Los primeros impactos han arrasado edificios próximos a la torre de televisión, una de las estructuras metálicas más altas del mundo. El objetivo ruso eran centros de información. Minutos después se ha producido un segundo ataque contra la torre.

Según reportan periodistas locales, numerosos canales de televisión han perdido la señal en la zona tras los ataques. Aunque la mayoría siguen emitiendo a través de internet. "La torre de respaldo comenzará a funcionar pronto y todo volverá a la normalidad", traslada el gobierno ucraniano.

El ataque contra la torre de televisión de Kiev también ha afectado al complejo de Babi Yar, ubicado a los pies de la infraestructura. Se trata del mayor memorial de Ucrania en recuerdo a las víctimas del Holocausto nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Un bombero, junto a la torre de televisión de Kiev tras el ataque ruso con misiles.

Rusia había avisado en las últimas horas de que dirigiría ataques con armas de "alta precisión" contra las torres de telecomunicaciones en el centro de Kiev, según la justificación de Moscú, para "suprimir los ataques informativos contra las instituciones y los ciudadanos rusos". El ministerio de Defensa ruso incluso advirtió a los ciudadanos ucranianos que residieran cerca de estas torres que "evacuaran sus casas por su propia seguridad".

Minutos después de ese aviso, el medio de comunicación afiliado a Moscú Russia Today comenzaba a distribuir en sus canales de Telegram supuestas imágenes de familias ucranianas abarrotando estaciones de tren en Kiev tratando de huir de la ciudad.

La amenaza sobre la capital se ha intensificado en las últimas horas, con reportes de un gran convoy de decenas de kilómetros de largo que se dirige hacia la ciudad. Ucrania denuncia que tropas de Bielorrusia también han entrado en combate en las últimas horas y se han sumado a las columnas de Vladimir Putin.

Ucrania ya preveía el ataque de Rusia contra sus infraestructuras de comunicación. De hecho el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, advirtió este mediodía de que Rusia planeaba una operación "psicológica y de información".

"Su objetivo es doblegar la resistencia del pueblo y el ejército ucraniano. Primero intentarán cortar las telecomunicaciones. Después comenzarán a distribuir masivamente noticias falsas sobre que los dirigentes ucranianos han acordado rendirse. ¡Estamos en Kiev! ¡No nos rendimos! ¡Sólo victoria!", escribió Reznikov en un mensaje en su cuenta personal de Twitter, distribuido masivamente entre la población por otras redes sociales.