Mariúpol es el objetivo más inmediato del Kremlin. Rusia no va a renunciar a su conquista, aunque sigan adelante las conversaciones encaminadas a firmar un alto el fuego. El líder ruso, Vladimir Putin exige la rendición de Mariúpol para acabar con los bombardeos, según ha explicado al presidente francés, Emmanuel Macron, en una conversación telefónica este miércoles. Solo dejarán de atacar la ciudad cuando las tropas ucranianas se hayan rendido.

Putin ha aceptado tener en cuenta los planes de evacuación de los habitantes de Mariúpol, situada en el mar de Azov, según ha informado El Elíseo en un comunicado. La situación en Mariúpol es "catastrófica". Quedan en la localidad unas 160.000 personas, que llevan días sin agua, ni víveres o calefacción.

Francia insiste en que "la población civil debe ser protegida y debe abandonar la ciudad si lo desea. Deben tener acceso a la ayuda alimentaria, al agua y a los medicamentos que necesitan. Esta situación humanitaria tan degradada está relacionada con el asedio de la ciudad por las fuerzas armadas rusas".

Francia, junto con Turquía y Grecia y varios grupos humanitarios, han presentado al presidente ruso un plan para evacuar la ciudad. Putin ha dicho a Macron que pensaría en la propuesta pero la condiciona a la rendición.

Según el Kremlin, Putin ha dicho: "Para resolver la difícil situación humanitaria en esta ciudad, los militantes nacionalistas ucranianos deben dejar de resistirse y deponer las armas".

El comunicado añade que Putin ha dado a Macron "información detallada sobre las medidas adoptadas por los militares rusos para proporcionar ayuda humanitaria de emergencia y garantizar la evacuación segura" de los civiles de Mariúpol.

Zelenski habla con Biden

El Kremlin ha rebajado este miércoles las expectativas sobre la posibilidad de un alto el fuego inminente. Aunque el Ministerio ruso de Defensa había anunciado que se replegaría en la zona alrededor de Kiev y Chernígov, en esta localidad del norte de Ucrania los bombardeos no han cesado.

El Ministerio ucraniano de Defensa sostiene que las fuerzas rusas se están reagrupando para preparar nuevas operaciones ofensivas, según informa Reuters. Los esfuerzos del Kremlin se van a concentrar en el este de Ucrania, y en Mariúpol.

El objetivo del Kremlin sería prolongar la guerra unas semanas más hasta conseguir dominar esta ciudad portuaria que le daría acceso al mar de Azov. Así podría unir las zonas controladas por los separatistas prorrusos en Donetsk y Lugansk con la costa.

Lejos de confiarse, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha dicho en un video este miércoles por la mañana que su pueblo no es ingenuo y no se fía del Kremlin. De ahí que siga insistiendo ante los dirigentes occidentales de la necesidad de ayuda para combatir a las tropas rusas. En una conversación de una hora con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de la que se ha hecho eco en su cuenta de Twitter, Zelenski ha confirmado que le ha puesto al día sobre las negociaciones y le ha pedido que aprueben más sanciones y aumenten la asistencia militar y financiera a Kiev.