El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dejó claro este jueves que el objetivo de Rusia es expandirse y quedarse definitivamente con territorios que considera históricamente propios. En una charla con emprendedores en el 350 aniversario de Pedro I El Grande, uno de los gobernantes más destacados de la historia, Putin llegó a compararse con el zar de la dinastía Romanov.

Putin mencionó específicamente la guerra de Pedro I contra Suecia en el siglo XVIII, tras la que el imperio ruso se quedó con los territorios de la costa báltica y estableció su capital en San Petersburgo. Pero también se hizo con el control de lo que hoy son Estonia, Letonia y Lituania, tres países que se sienten especialmente amenazados por el expansionismo de Putin.

"Tenéis la impresión que luchando contra Suecia, Pedro I estaba conquistando algo. Pero él no estaba conquistando nada, estaba recuperándolo", ha dicho Putin en su discurso, en el que ha subrayado que entonces "nadie en Europa consideraba San Petersburgo como territorio ruso".

"También es nuestra responsabilidad recuperar y fortalecer", ha añadido después Putin, en clara referencia a la actual ofensiva rusa en Ucrania, abriendo la puerta a no quedarse sólo ahí: "Sí, ha habido momentos en la historia de nuestro país en la que nos hemos visto forzados a retroceder, pero sólo para recuperar fuerzas y avanzar de nuevo".

Nuevas sanciones contra Putin

Al mismo tiempo, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski ha firmado en las últimas horas un decreto con el que imponer sanciones económicas a varios altos funcionarios del Kremlin, entre ellos su homólogo ruso, Vladimir Putin.

Con la firma de este decreto, Zelenski hace efectiva la decisión del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional ucraniano de imponer sanciones personales no solo contra el presidente Putin, sino también a otros de sus principales socios en el Kremlin, como el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov.

Las sanciones suponen el bloqueo de los activos en suelo ucraniano y de las transacciones comerciales, así como a la prohibición de retirar capital fuera del país, que el presidente Putin ordenó invadir el pasado 24 de febrero.

Una treintena de personas más se han visto afectadas por estas sanciones más allá de Putin y Lavrov. Son el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov; el primer ministro ruso, Mijail Mishustin; el de Defensa, Sergei Shoigu; los viceprimeros ministros Andrei Belousov y Tatiana Golikova; así como el secretario del Consejo de Seguridad, Nikolai Patrushev, entre otros.