Donald Trump no está en la papeleta en las elecciones de medio mandato (midterms) en Estados Unidos, pero sí figuran un buen número de apadrinados del ex presidente. Algunos como la congresista por el distrito 14 de Georgia Marjorie Taylor Greene (MJT) están tan confiados en la victoria que hacen campaña fuera de sus límites. Otros, como la legendaria estrella del fútbol americano Herschel Walker, tienen en vilo a todo el Partido Republicano, ya que su victoria en Georgia podría ser clave para recuperar la mayoría en el Senado. El triunfo de sus apadrinados este martes sería la antesala de la vuelta al ruedo de Donald Trump como aspirante a la candidatura a la Presidencia. Antes de una semana podría anunciarlo.

La mayoría de los sondeos anticipan que los republicanos obtendrán la mayoría en la Cámara de Representantes. Ahora la tienen los demócratas por 222 a 213. La incógnita es si será una victoria arrolladora, como pasó en 2010, en el primer mandato de Barack Obama, o moderada. Según la previsión de www.270towin.com, los republicanos obtendrían 227 y los demócratas se quedarían en 199.

La esperanza para los demócratas es mantener la mayoría en el Senado. Cuentan con una mayoría ajustada, por el voto de calidad de la vicepresidenta, Kamala Harris, que ejerce como presidenta del Senado. De los 35 escaños en juego (se renueva una tercera parte porque los mandatos son de seis años), 21 son republicanos y 14 demócratas. Casi todas las carreras están decididas a favor del partido que ahora tiene el escaño, de ahí que todo se juegue en cuatro estados.

Los 'trumpistas', decisivos en el Senado

Los estados clave en la contienda en el Senado son territorio de candidatos trumpistas: uno de ellos es Georgia, donde Herschel Walker se enfrenta a Raphael Warnock, pastor de la iglesia de Atlanta donde solía predicar Martin Luther King Jr. Warnock ha sido directo al juzgar a su rival: "Este es un hombre que miente sobre lo más básico. Y ahora quiere ser senador de EEUU... Herschel Walker no está preparado", dijo Warnock en un mitin con Obama en Atlanta.

El estado de Georgia es un bastión del conservadurismo sureño pero en la última década la tendencia se está revirtiendo, ya que está creciendo la población de los suburbios, con estudios y más diversa. Es donde la popular demócrata Stacey Abrams libra la batalla con el actual gobernador Brian Kemp. Abrams fue en 2018 la primera mujer negra que optaba al cargo y perdió por muy poco frente a Kemp.

Walker, que se presenta como "un guerrero de Dios", tiene una pésima reputación. Ha hecho frente a acusaciones de violencia doméstica, inducción al aborto y reclamaciones de paternidad. Ahora es antiabortista pero pagó la interrupción del embarazo a una pareja porque "no era el momento de ser padre". Estos escándalos son su punto débil.

Sin embargo, el Partido Republicano se ha volcado con la campaña de este fornido candidato. Mitch McConnell, el líder de la minoría actualmente, ha aprobado que se dediquen otros 23 millones de dólares en octubre para que el ex futbolista llegue al Senado.

Los otros tres son: Pensilvania, Nevada y Arizona. Las carreras que se libran en estos estados son muy singulares.

El doctor de la tele y el militar del Capitolio

Pensilvania es tan relevante que el pasado fin de semana confluyeron en el estado por un lado el ex presidente Barack Obama y el presidente Joe Biden, que acudieron a Filadelfia a apoyar al vicegobernador John Fetterman, que pelea por el Senado, y por otro lado, Donald Trump, que respaldó en Latrobe al candidato al Senado, el médico televisivo Mehmet Öz.

El doctor multimillonario debe su fama a Oprah Winfrey, quien le dio un espacio en 2001, The Dr Öz Show, para dar consejos sobre salud y bienestar. Había ganado la atención de los medios por algunos éxitos como cardiocirujano y Winfrey vio el filón. Nació en Cleveland, Ohio, pero creció en Delaware, hijo de inmigrantes turcos. Los demócratas le reprochan su escasa relación con Pensilvania.

El vicegobernador John Fetterman es un gigante de más de dos metros, que suele ir en pantalón corto en pleno invierno. Fue alcalde de Braddock, un pueblo del cinturón industrial. Lleva tatuajes y se presentó a vicegobernador con una campaña que se dirigía al tradicional votante de esta región, obrero de izquierdas.

Fetterman ha ido por delante en las encuestas hasta la recta final. En el único debate que han celebrado quedaron en evidencia las secuelas de un ictus. Le costó construir su discurso y ocasiones se quedaba en blanco.

En Pensilvania, donde ganó Trump en 2016 y Biden en 2020, compite por ser gobernador otro de los candidatos favoritos de Donald Trump: el coronel retirado Doug Mastriano, quien estuvo junto al ex presidente en el National Mall en el mitin previo al asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. No entró en el edificio pero sí sobrepasó las barreras y tuvo que testificar ante la comisión de investigación. Su contrincante es el fiscal general Josh Shapiro. Entre los seguidores de Mastriano, hasta ahora senador, están los comerciantes agraviados por la pandemia, quienes rechazan las vacunas y, sobre todo, los que creen que las elecciones de 2020 fueron un robo.

Vas a perder si no das fuerte", le dijo Trump a Blake Masters, candidato al Senado por Arizona

Otro estado disputado en el Senado es Nevada, donde la senadora demócrata Catherine Cortez Masto intenta mantener su puesto frente al ex fiscal del Estado Adam Paul Laxalt, de origen vasco. Y crucial es la lucha en Arizona, donde el republicano Blake Masters desafía al ex astronauta demócrata Mark Kelly. Al empresario Blake Masters, Trump le aconsejó que no fuera "blando" y no dejara de insistir en que las elecciones fueron un robo. "Vas a perder si no das fuerte", le dijo el ex presidente. Masters acaba de recibir el apoyo del candidato del Partido Libertario, Mark Víctor. Le ayuda financieramente el emprasario Peter Thiel.

Ciento ochenta y cinco republicanos que compiten por la Cámara de Representantes, el Senado o puestos como gobernador han negado la legitimidad de las elecciones de 2020. Según la previsión de FiveThirtyEight, la mayoría tienen un 95% de posibilidades de ganar. Una decena declara abiertamente que no aceptarán su derrota en estos comicios legislativos. Entre ellos también está el ex marine JD Vance, candidato al Senado en Ohio, conocido por sus memorias Hillbilly Elegy. Otros como el general Don Bolduc, en New Hampshire, primero fueron fueron negacionistas pero luego se retractaron. Aún así ha recibido el apoyo de Trump.

Algunos llegarían tan lejos como Mark Fichem, de los Oath keepers, uno de los grupos que asaltó el Capitolio. Es candidato republicano a la secretaría de estado de Arizona. Es la autoridad electoral y ha prometido que si gana lo primero que hará es desautorizar la victoria de Biden en 2020.

Kari Lake o 'Donald Trump con falda'

La más conocida es la candidata a gobernadora en Arizona, Kari Lake, ex presentadora de la televisión local que se ha convertido en una auténtica estrella entre los trumpistas. Steve Bannon, gurú de Trump en su primera campaña presidencial, ha participado en algunos de sus mítines. Compite contra la demócrata Katie Hobbs, y tiene posibilidades de ganar. Para Trump, Kari Lake es quien pega fuerte, un ejemplo de lo que deberían hacer todos sus apadrinados.

Kari Lake en un mitin en Queen Creek, Arizona.

"Si queréis, me podéis llamar Donald Trump con faldas", dice Kari Lake. Como Donald Trump, debe sus habilidades comunicativas a su trayectoria en televisión. Presentó los informativos locales durante dos décadas en Arizona. Cuando Donald Trump perdió las elecciones, Kari Lake clamó en antena su victoria en el estado, pero no se quedó ahí.

Dejó su trabajo en televisión y desde entonces critica a los periodistas que certificaron la victoria de Biden. Arizona estuvo en el origen del movimiento Stop the Steal (Parad el robo). En una entrevista reciente en la BBC, Kari Lake decía que estaba segura de que Trump ganaría "por tercera vez". Hay quienes consideran que sería la candidata a la vicepresidencia si Trump compite en 2024.

El 'santurrón' Ron DeSantis

No todos en el Partido Republicano están bien avenidos con Trump. Liz Cheney, la hija del ex vicepresidente Dick Cheney, es su mayor detractora y quien apoyó que se creara la comisión de investigación sobre su papel en el asalto al Capitolio. Pero Liz Cheney perdió las primarias frente a la trumpista Harriet Hageman en Wyoming.

DeSantis se ha convertido en el trumpista aceptable. Aunque en sus actos es igual que Trump"

eduardo gamarra, univ. florida

Quien sí está en liza y compite con Donald Trump en popularidad entre los votantes republicanos es Ron DeSantis, gobernador de Florida, que compite a la reelección. Han evitado la confrontación directa pero Trump se ha burlado de DeSantis llamándole "RondeSanturrón". Dicen que puede atreverse a desafiarlo. "Ron DeSantis se ha convertido en el trumpista aceptable, el que puede atraer votos de independientes, incluso de republicanos no trumpistas. Va a ganar incluso en distritos tradicionalmente demócratas. Aunque en sus actos es igual que Trump. La ley más radical sobre el aborto se ha aprobado con él en el cargo", señala Eduardo Gamarra, profesor de Política y Relaciones Internacionales en la Universidad de la Florida. DeSantis logrará más de diez puntos de ventaja sobre su rival demócrata, Charlie Christ, según los sondeos. Si fuera así, se vería con fuerza para lanzarse a la carrera electoral de 2024, aunque eso le obligaría a dejar el cargo de gobernador.

El Partido Republicano es ahora el partido de Trump. La tendencia desde 2016 a escorarse hacia el nacionalpopulismo es cada vez mayor. Y Trump solo quiere adeptos, no competidores, aunque compartan sus ideas, jamás han de hacerle sombra.