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Las derrotas de los candidatos pro-Trump lastran la 'ola roja' de los republicanos pese a recuperar poder en el Congreso

El Partido Republicano recuperará el control de la Cámara de Representantes, pero el Senado sigue en el aire | Candidatos cercanos a Trump como Mehmet Oz, Kari Lake o Herschel Walker no cumplen las expectativas y dejan tocado al expresidente

Simpatizantes republicanas en una fiesta del partido en Florida durante la noche electoral.

Simpatizantes republicanas en una fiesta del partido en Florida durante la noche electoral. EFE

El Partido Republicano recuperará previsiblemente el control de la Cámara de Representantes, con el Senado aún en el aire, en unas elecciones de mitad de mandato de las que esperaban mucho más. Los candidatos apoyados por Donald Trump han naufragado, perdiendo batallas clave como la de Mehmet Oz por el escaño del Senado en Pennsylvania. Sin embargo, enemigos declarados del expresidente dentro del partido, como su posible rival en las primarias de cara a 2024, Ron DeSantis, han arrasado en Florida y repetirá como gobernador tras ganar por casi 20 puntos de margen.

La 'ola roja' con la que soñaban los conservadores ha quedado muy lejos de producirse. Y ha castigado especialmente a los aspirantes más cercanos al expresidente republicano. Donald Trump invirtió buena parte de la campaña en impulsar las opciones de Mehmet Oz en Pennsylvania y de la ex estrella del fútbol americano Herschel Walker en Georgia. Sin mucho éxito.

El Partido Republicano necesitaba esas dos victorias para asegurar los 51 escaños que le permitieran conseguir el control del Senado. Pero ha sufrido una gran decepción. Al 90% de escrutinio, el televisivo cirujano Oz iba casi 1 punto y 50.000 votos por detrás del candidato demócrata John Fetterman, con el que se volcaron en los últimos días Joe Biden y el expresidente Barack Obama. La mayoría de los votos que quedan por recontar corresponden a la ciudad de Philadelphia, abrumadoramente favorable a los progresistas. Las proyecciones estiman que Fetterman termine ganando esa carrera por unos 4 puntos de ventaja.

En esta ocasión, las encuestas han sobrestimado a los votantes republicanos, tras años de errores en la otra dirección. Los sondeos más recientes daban a Oz una ventaja de aproximadamente un punto antes del día de las elecciones, que ha estado lejos de producirse. Ese exceso de optimismo con los candidatos republicanos también se ha notado en otros lugares teóricamente más favorables a los conservadores, como Wisconsin, donde la victoria en el Senado se daba por segura pero va camino de producirse finalmente por apenas un punto.

Las encuestas realizadas a pie de urna ya mostraban antes de empezar a conocerse resultados que los electores no sólo habían votado con el bolsillo. Casi a la par que la inflación (32%), estaba el aborto (27%) como principal preocupación de los que asistieron a votar. La mayoría de las encuestas predecían unos comicios mucho más enfocados en la economía, lo que podía hacer más daño a Biden y el Partido Demócrata.

Al borde de la medianoche en Estados Unidos, los Republicanos tenían en su mano 49 asientos del Senado, igual que los Demócratas. Y quedarían por definirse dos carreras que son monedas al aire. Nevada y Georgia.

En Georgia, las leyes del Estado estipulan que el candidato ganador debe superar el 50% de los votos. Y si ninguno lo consigue, se celebraría un cara a cara definitivo el próximo 6 de diciembre. Superado el 90%, el candidato demócrata Raphael Warnock, actualmente en poder de ese asiento, lideraba al republicano trumpista Herschel Walker por 49,4% a 48,6%, con un desempeño apreciable del candidato del Partido Libertario, que lograba más de un 2%. Al revés que en Pennsylvania, aquí los votos aún por contar son más conservadores, y los expertos esperan un empate virtual final, sin ningún candidato superando la barrera del 50%. La carrera, probablemente, no se decidirá hasta dentro de un mes.

Nevada, tras una jornada llena de polémicas en la votación y retrasos en la hora de cierre de los colegios, apenas había comenzado a contar votos pasada la medianoche norteamericana, aunque los demócratas partían como ligeramente favoritos. Una victoria en ese Estado aseguraría al partido del presidente Joe Biden el mantenimiento del control en el Senado, clave de cara a la agenda legislativa en el final de la legislatura.

La Cámara de Representantes, más ajustada de lo esperado

En la Cámara de Representantes, donde los republicanos aspiraban a una victoria muy contundente que les llevase cerca de los 240 congresistas, la noche ha acabado con el GOP mordiéndose las uñas y esperando llegar a los 218 necesarios para conseguir la mayoría. Las proyecciones de The New York Times ya con casi todas las carreras con escrutinios avanzados apuntan a una victoria republicana en la Cámara de Representantes por 226 a 209. Una mayoría ligeramente superior a la que ahora mismo tenía el Partido Demócrata.

Con todo, si los Demócratas mantienen el Senado, las 'midterms' de 2022 dibujarán un escenario parecido a las de 2018. En aquella ocasión, los Republicanos, con Donald Trump en la Casa Blanca, consiguieron mantener el Senado y perdieron la Cámara de Representantes, ante una 'ola azul' no tan fuerte como se esperaba. Sin embargo, Joe Biden consiguió ganar en las presidenciales dos años después.

Las otras derrotas de Trump

Ahora, Donald Trump, que había insinuado que en los próximos días anunciará su intención de volver a presentarse en 2024, queda muy tocado. Los republicanos victoriosos esta noche son los que más se han alejado de él, como Ron DeSantis en Florida, que sale reforzado de estas elecciones de cara a intentar una aventura presidencial. Trump, que se lo olía, ya había dedicado los últimos días a caricaturizarlo e incluso a contraprogramar sus mítines en Florida.

Mientras tanto, los candidatos más cercanos a Trump han decepcionado también en carreras para Gobernador en las que había muchas miradas puestas, como la de Arizona. Allí Kari Lake, que sonaba como posible número 2 en la futura candidatura de Donald Trump, partía como favorita pero iba claramente por detrás de su rival demócrata, Katie Hobbs, avanzado el escrutinio.

El golpe a Trump también se explicita en Georgia, con independencia del resultado final de la carrera por el Senado. Es el principal escenario donde esta noche se ha producido el efecto del voto dividido. Véase: el gobernador Brian Kemp, muy crítico con Donald Trump y con las alegaciones de fraude electoral en 2020, repetirá tras imponerse por casi 8 puntos a la demócrata Stacey Abrams. Sin embargo, el trumpista Herschel Walker es probable que acabe perdiendo o abocado a una complicada segunda vuelta. Cientos de miles de votantes han optado por dividir su voto, y optar por un republicano anti-Trump como Gobernador y un demócrata en el Senado.

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