Javier Milei aspiraba a celebrar su 53 cumpleaños a lo grande. El candidato de la Libertad Avanza había sido la estrella de una jornada electoral tranquila así como de la campaña desde que se impuso en las PASO (primarias abiertas, simultáneas y obligatorias) el pasado 13 de agosto. Sin embargo, el peronismo, gracias sobre todo a su fuerza en la provincia de Buenos Aires y a su fuerte estructura, ha cosechado un resultado sorprendente y le aguó la fiesta al ganar en primera vuelta, aunque necesitará revalidar su triunfo el 19 de noviembre.

Habrá segunda vuelta entre el ministro de Economía, el peronista Sergio Massa, vencedor este 22 de octubre con un 36,68% de los votos, y el ultraderechista Javier Milei, el candidato que se presenta como libertario, con un 29,98%, con el 98,51% de las meses escrutadas. La conservadora Patricia Bullrich logró un 23,83%, con un 98,5% escrutado.

En su discurso tras el triunfo, Massa ha dicho en un ambiente de júbilo entre los peronistas que no se veía desde 2019: "A partir del 10 de diciembre vamos a abrir una nueva etapa institucional en la política argentina. Voy a convocar a un gobierno de unidad nacional". Y ha añadido: "Sé que muchos de los que nos votaron son los que peor la están pasando. Sepan que no les voy a fallar". No ha mencionado ni al presidente Alberto Fernández, ni a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Este lunes todas las miradas apuntan a los mercados para ver la reacción.

Los seguidores de Javier Milei, a quien llaman El Loco, le aclamaron como si fuera una estrella del rock al depositar su voto en la Universidad Tecnológica Nacional de Buenos Aires, junto a su hermana Karina, a quien llama El Jefe. "Estamos en condiciones de hacer el mejor gobierno de la Historia", dijo, convencido de que será el próximo presidente de Argentina. Partía como favorito, pero habrá de esperar tres semanas para saber si su destino es la Casa Rosada. No lo tendrá tan fácil como aventuraba.

Una vez conocidos los resultados, ha mostrado que no se rinde. "El objetivo es terminar con el kirchnerismo. Es lo más nefasto que dio la historia de la democracia moderna. Si todos los que queremos un cambio no estamos juntos nos hundimosO cambiamos o nos hundimos", ha declarado, con la intención de atraer a gran parte de Juntos por el Cambio, como Mauricio Macri. Con Patricia Bullrich, a quien llama "montonera tirabombas", tiene una relación nefasta.

La aspirante de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, se veía en segunda ronda por la escasa ventaja con Milei, pero se queda fuera. El voto útil frente a Milei le ha perjudicado. El plan platita de Massa, con una serie de beneficios fiscales, y su tono emocional, esa apelación al miedo a Milei, ha funcionado mejor de lo esperado. Desde hace tiempo los asesores de Massa sabían que había buenas perspectivas pero no querían creérselas.

Para evitar la segunda vuelta un candidato debería tener un apoyo del 45% o entre un 40% y un 45% con diferencia de diez puntos sobre el segundo. La participación ha sido de un 74%, siete menos que en 2019.

Unos 35,4 millones de argentinos estaban convocados a elegir presidente y vicepresidente. También se renuevan 130 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 del Senado. También los 43 representantes del Parlamento de Mercosur. A su vez, se eligen cargos en las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Entre Ríos y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En la provincia de Buenos Aires ha sido reelegido al oficialista Axel Kicillof, clave en este buen resultado. En la ciudad de Buenos Aires ganaría Jorge Macri, de Juntos por el Cambio, aunque ha de disputar la segunda vuelta con el oficialista Leandro Santoro.

Sergio Massa va a buscar alianzas con los sectores más moderados de Juntos por el Cambio con el fin de derrotar a Javier Milei, pero también va a cortejar a los conservadores. Los oficialistas han sabido movilizar a sus estructuras, y han logrado que no les afecten los casos de corrupción, ni la deteriorada situación económica. También necesitará consensos para gobernar si gana el 19 de noviembre.

Los otros dos aspirantes se han quedado muy lejos de los favoritos: Myriam Bregman, del Frente de la Izquierda, con el 3%, y Juan Schiaretti, de Hacemos por Nuestro País, que habría logrado un 7,6%.

CFK se desmarca

Ha llamado la atención en este domingo la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que al depositar su voto se desmarcó del Gobierno que preside Alberto Fernández. "Han sido públicas y notorias nuestras diferencias sobre la necesidad de alinear precios, salarios, tarifas y jubilaciones, pero no me escucharon", dijo CFK. "Yo solo presido el Senado en un país presidencialista". Fernández de Kirchner no acompañó a Sergio Massa en la noche electoral.

Massa dirige la economía de Argentina cuando la inflación ronda el 127% y el peso está en caída libre. Cuatro de cada diez argentinos está en la pobreza. Muchos argentinos no llegan a fin de mes, a pesar de tener uno o varios empleos. De ahí que Massa afronta un gran desafío, y por eso las propuestas rompedoras (dolarización, demoler el Banco Central) de Milei han tenido mucho éxito especialmente entre los jóvenes.

Fernández de Kirchner, incapaz de la autocrítica, aludió a que sus gestiones, hasta 2015, son "bien recordadas" y así se desmarcó totalmente de Alberto Fernández, que dejará de ser presidente el 10 de diciembre.

El ex presidente Mauricio Macri, que estuvo a cargo entre 2015 y 2019, previó que habría segunda vuelta, sin decantarse con hacer pronósticos más exactos. Macri apoya a Patricia Bullrich, que fue su ministra de Seguridad. Su fin era acabar con el kirchnerismo desde una posición conservadora moderada.

Veo una conexión muy fuerte entre lo que pasa en Argentina y lo que pasó en Brasil en 2018 con Jair Bolsonaro"

eduardo bolsonaro

Milei ha recibido la visita del diputado paulista Eduardo Bolsonaro, hijo del ex presidente Jair Bolsonaro. Ha relacionado las elecciones en Argentina y en Brasil. "Yo veo una conexión muy fuerte entre lo que pasa en Argentina con lo que pasó en Brasil en 2018 con Jair Bolsonaro", aseguró Eduardo Bolsonaro. "Siempre los políticos, durante las elecciones son unas personas pero después son otras, pero el único que se mira distinto de toda la casta es Milei", concluyó Eduardo Bolsonaro. Milei también tiene buenas relaciones con Santiago Abascal, líder de Vox.

El grito contra la casta de Javier Milei ("que se vayan todos") ha tenido eco sobre todo entre los jóvenes, hartos de los partidos tradicionales y de unas fórmulas que no han dado buenos frutos. De ahí que no se asusten del plan motosierra de Milei, que pretende reducir el gasto público drásticamente y una reforma fiscal en profundidad. Busca recortar el exceso de burocracia y quedarse con un número mínimo de ministerios.

Pero el peronismo tiene una base social muy amplia y, como señala la periodista y ex senadora Norma Morandini, "cambian de piel según la ocasión: son gatopardistas". Los padres y abuelos, en el 40 aniversario de la democracia, no se fían de Milei. La Argentina corporativa se ha levantado.

Los mensajes de Milei, que no ha ocultado que quiere desmantelar las ayudas estatales, han hecho que haya una reacción con respecto a las primarias de agosto. La arremetida contra la Iglesia se ha vuelto en contra de Milei también. El león se lame este lunes las heridas, pero seguirá peleando.

Milei empezó a hacerse popular en 2018 con unas intervenciones televisivas en un programa llamado Animales Sueltos en las que ya abogaba por destruir el Banco Central. Pero entonces era un comentarista.

Desde 2021 es diputado. Y en las primarias de agosto de 2023 dio la sorpresa al ser el candidato más votado con vistas a las presidenciales. Aboga por la dolarización de la economía y en temas sociales es conservador, contrario al aborto y crítico del feminismo.

Su campaña ha sido espectacular con un cierre con 15.000 personas aclamándole en el Movistar Arena. "Soy el rey, soy el león", rugía Javier Milei, quien ha prometido que en 35 años Argentina será una potencia mundial como Estados Unidos. Ahí se descubrió como un aspirante a dictador. El peronismo despertó ante la posibilidad de que un candidato al estilo de Bolsonaro hubiera hechizado a los argentinos.