El saludo entre Pedro Sánchez y António Costa en Bruselas en el Consejo Europeo de finales de junio simboliza la estrecha relación que hay entre el jefe del gobierno español en funciones y el primer ministro portugués, que acaba de dimitir tras ser investigado por el Supremo por supuesta corrupción. Los dos se acercan y chocan la mano como dos jóvenes colegas. Son dos bros. El gesto es tan llamativo que se hizo viral. Con la marcha de António Costa, Pedro Sánchez pierde un referente ideológico, un socio en la Unión Europea, a la que España y Portugal accedieron a la vez, y "un amigo del que aprende todos los días", en palabras del líder socialista español.

António Costa (Lisboa, 1961) ha renunciado este martes, nada más conocerse que se ha mencionado su nombre en una investigación por corrupción y prevaricación relacionada con las concesiones de explotación de litio y con proyectos sobre hidrógeno verde. El Supremo se encargara de las indagaciones de su caso, dado el cargo que ocupaba hasta ahora. Los medios portugueses señalan que dos personas sospechosas de corrupción, tráfico de influencias y prevaricación, se refieren a lo que podría hacer el primer ministro sobre las concesiones en una conversación telefónica. Son proyectos de varios miles de millones de euros.

Las funciones de primer ministro son incompatibles con cualquier duda o sospecha de actos ilegales"

antónio costa, primer ministro de portugal en su renuncia

Aunque ha asegurado que tiene la conciencia tranquila, ha justificado su marcha: "Creo que las funciones de primer ministro son incompatibles con cualquier duda o sospecha de actos ilegales". Impecable. Ni siquiera ha tenido que escuchar cómo se lo reclamaba la oposición. "A la política lo que es de la política y a la justicia lo que es de la justicia", solía decir Costa.

La policía había detenido horas antes a su jefe de gabinete, Vítor Escaria, y al empresario Diogo Lacerda Machado, amigo de Costa al que encargó supervisar la privatización de la aerolínea TAP. También había registrado su residencia oficial. El presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, tras aceptar la decisión de Costa, consulta este miércoles con los partidos políticos y el jueves con el Consejo de Estado. Lo más probable es que convoque elecciones anticipadas.

Costa asegura que no se va a presentar como candidato socialista. De esta forma tan sorprendente, cierra su carrera política en Portugal, y a no ser que quede muy claro que nada tiene que ver con las sospechas de corrupción, tampoco parece probable que pueda dar el salto a Europa. Este mes iba a cumplir ocho años en el poder.

El resurgir del socialismo ibérico

Sánchez va a echar de menos a Costa. Con Costa y Sánchez al frente en Portugal y España, los socialistas han vivido un resurgir en la Península Ibérica. Su trayectoria política tiene ciertos paralelismos: los dos fueron elegidos como líderes de sus partidos en 2014. "Sánchez y Costa tienen en común que en un momento dado los dos parecían derrotados. Son supervivientes", sostiene António Costa Pinto, politólogo de la Universidad de Lisboa.

Costa, que ya se había acercado a los partidos más a la izquierda en su etapa como alcalde de Lisboa (2007-2014), vio en esa alianza, para muchos inconcebible por el rechazo comunista a los socialistas, una fórmula para desbancar a los conservadores.

En 2015, Costa, que apenas contaba con 86 diputados, promovió una moción de censura contra el conservador Pedro Passos Coelho con el respaldo del Bloque de Izquierdas, comunistas y verdes. Para los conservadores aquel matrimonio de conveniencia era una geringonça (un cacao, un batiburrillo, una chapuza), pero Costa no perdió su apoyo, con elecciones en 2019, hasta noviembre de 2021, cuando dejaron de respaldar los presupuestos. Era un apoyo externo pero imprescindible.

Desde sus inicios en la cúspide del PSOE, Sánchez tomó nota de lo que pasaba en Portugal y pidió consejo a Costa para acercarse a Podemos. La gran diferencia entre la realidad política portuguesa y la española estriba en que en Portugal no existen partidos regionalistas ni nacionalistas.

En los dos casos, países que fueron gobernados por dictadores hasta 1974, en el caso de Portugal, y 1975, en España, tardó en resurgir la extrema derecha, pero una vez cuando lo hizo, como parte de una tendencia que viene de EEUU pasa por el Reino Unido del Brexit y se extiende por Europa, fue con fuerza. Chega es el partido similar a Vox en Portugal. Su expectativa de voto está en torno al 13-15%.

En las legislativas de enero de 2022 Costa logró una mayoría absoluta, que despertaba la envidia del vecino español. Cuenta con 117 escaños de 230. Es en lo que Sánchez no ha podido emularle. Lo logró en el acercamiento a la izquierda pues consiguió formar, en enero de 2020, una coalición con Podemos por primera vez en España.

De la experiencia portuguesa, Sánchez siempre ha aprendido, con esos importantes matices que hacen que haya más fragmentación en el Parlamento español. Así, tras el triunfo de Costa, después de que Bloque, comunistas y verdes, no respaldaran sus presupuestos, solía decir, con la mirada puesta en Unidas Podemos: "Quien rompe pierde".

Juntos, Costa y Sánchez, defendieron la excepción ibérica para el mercado eléctrico en la UE. En junio de 2022 consiguieron que se aprobara limitar el precio del gas para generar electricidad. En los primeros seis meses permitió a España ahorrar 4.000 millones de euros y 489 a Portugal. Va a mantenerse hasta final de este año, aunque España y Portugal querían prorrogarlo a 2024.

También lograron un acuerdo estratégico con Francia para reforzar las conexiones energética con Europa y así compensar la dependencia del gas ruso. Además, coinciden en la relevancia del comercio con Mercosur. A su vez, defienden la reforma de la Unión Económica y Monetaria, y abogan por reforzar la dimensión social de la UE. Su agenda europea está alineada.

Excelentes relaciones bilaterales

Esta sintonía entre Costa y Sánchez se ha reflejado también en el excelente estado de las relaciones bilaterales. En marzo pasado se celebró la 34º cumbre entre España y Portugal en Lanzarote, apenas cinco meses después de la anterior, que tuvo lugar en Viana do Castelo. El calendario político español hizo que se anticipara la reunión en Lanzarote. Entonces dijo Sánchez que veía a Costa "en plena forma" y los dos coincidieron en reivindicar los éxitos compartidos como la excepción ibérica. Este año incluso han logrado el Mundial de Fútbol de 2030, junto con Marruecos. Lo que queda pendiente es mejorar las conexiones entre los dos países vecinos.

Prefirieron verse entonces antes que retrasar la cumbre. El segundo semestre de 2023 estaba volcado en la presidencia española del Consejo de la UE, y además había que fijar las elecciones, que finalmente se anticiparon y se celebraron el 23 de julio. Aún se llevan a cabo las negociaciones para la investidura y el PSOE, liderado por Sánchez, aunque quedó segundo tiene ahora el encargo del Rey, una vez que el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, que no logró suficientes apoyos parlamentarios a pesar de haber ganado en las urnas.

El gran valor del socialismo ibérico es que somos capaces de adaptarnos, tomar decisiones y apostar por decisiones que trascienden nuestras fronteras"

pedro sánchez, en el xxVI congreso de la internacional socialista

"El gran valor del socialismo ibérico es que somos capaces de adaptarnos, tomar decisiones y apostar por decisiones que trascienden nuestras fronteras", dijo Pedro Sánchez en el 26º Congreso de la Internacional Socialista, a finales de noviembre de 2022 cuando Pedro Sánchez fue elegido presidente, cargo que ocupará hasta 2026. Es el primer español en el cargo. Este jueves y viernes se celebra un congreso en Málaga de la IS. Hasta la renuncia de Costa había seis países de la UE en los que socialistas encabezan el gobierno: Alemania, Dinamarca, España, Rumanía y Malta. En Bélgica, Eslovenia, Estonia y Luxemburgo forman parte de la coalición de gobierno. Ocho comisarios pertenecen a esta familia política.

En Costa el presidente del gobierno español siempre ha encontrado un aliado firme y comprometido. A Costa le venía bien contar con un aliado más fuerte en la Unión Europea. Es una relación pragmática pero hay empatía personal. En su Manual de Resistencia, publicado en 2019, Sánchez reconocía que había hecho muy buenas migas con Costa, que habla un español fluido. "Es uno de los que ha sabido interpretar la situación de la izquierda y ha actuado para unirla", escribía Sánchez. Costa ayudó a un cambio de tendencia en el socialismo europeo. Y por ello Sánchez lo tomó como espejo en el que mirarse.

Costa había aprendido en su hogar familiar que comunistas y socialistas podían llegar a entenderse. Su madre, María Antonia Palla, era una periodista destacada en la lucha por los derechos de las mujeres en la dictadura salazarista y tras la Revolución de los Claveles, y su padre, Orlando da Costa, de origen mozambiqueño, era poeta comunista. Con ellos escucharía el Grandola Vila Morena cuando triunfó la Revolución de los Claveles. Poco después se afiliaba a las Juventudes Socialistas.

Hagas lo que hagas, ten en cuenta que ha de poderse explicar a la ciudadanía"

antónio costa

Estudió Derecho y dio sus primeros pinitos en el despacho del ex presidente Jorge Sampaio. Los grandes del socialismo portugués como António Guterres y Mario Soares le apadrinaron. Aunque había sido ministro con Guterres y Sócrates, cuando realmente brilló fue a partir de 2007 cuando se ocupó de la Alcaldía de Lisboa. De hecho, en 2013 fue reelegido con más del 50% de los votos. En esa tarea destacó como buen negociador. Es otra de las virtudes que aprecia Pedro Sánchez.

Cuando Sánchez trató por primera vez de pactar con Podemos en 2016, una negociación que se malogró, Costa le aconsejó: "Hagas lo que hagas, ten en cuenta que ha de poderse explicar a la ciudadanía". Es una recomendación que se ha aplicado Costa a la hora de renunciar de forma inmediata, y que debería tener en cuenta Sánchez en sus negociaciones sobre la investidura.