El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha realizado una remodelación de su gabinete. Ha destituido a su titular del Interior, Suella Braverman tras la polémica por las críticas de Braverman contra la Policía, a la que acusó de "doble rasero" y de favorecer a los manifestantes propalestinos. En su puesto ha designado a James Cleverly, antes en Exteriores. Y a cargo de la diplomacia británica ha designado al ex primer ministro David Cameron.

En su cuenta en X, antes Twitter, Cameron, que tuvo que dimitir tras el triufno del Brexit en el verano de 2016, ha escrito: "Nos enfrentamos a un desalentador conjunto de retos internacionales, como la guerra en Ucrania y la crisis en Oriente Medio. En este momento de profundo cambio global, pocas veces ha sido tan importante para este país estar al lado de nuestros aliados, reforzar nuestras asociaciones y asegurarnos de que nuestra voz sea escuchada".

James Cleverly, con experiencia en Exteriores y ahora en Interior, se perfila así como una de las figuras con más proyección entre los conservadores en caso de que Sunak no siga adelante. Las perspectivas electorales no hacen más que empeorar para el partido en el gobierno británico.

Fuentes del Partido Conservador, en el poder, indicaron que Sunak inició el reajuste para "reforzar su equipo en el Gobierno a fin de tomar decisiones a largo plazo para un futuro más brillante", de cara a las elecciones generales previstas para el año próximo.

Tras conocerse la medida de Sunak, Braverman dijo que fue "el mayor privilegio" de su vida servir como titular de Interior y agregó que tendrá "más que decir a su debido momento".

En los últimos días, los partidos de la oposición habían pedido que Sunak retirase del Ejecutivo a Braverman por su controvertido artículo que publicó el pasado jueves en el diario The Times, previo a la manifestación propalestina del sábado en Londres.

Braverman había pedido a la Policía Metropolitana de Londres (Met, en inglés) que prohibiera la marcha por temor a disturbios y por fomentar el antisemitismo, pero las fuerzas de seguridad rechazaron prohibir la marcha.

Más de 300.000 personas, en su mayoría con banderas y pancartas, tomaron este sábado el centro de Londres para pedir un alto el fuego en Gaza, aunque la Policía detuvo a más de 80 personas, parte de un grupo de extrema derecha, que buscaban alterar esa protesta pacífica, cuyo destino final fue la embajada de EEUU.

Los partidos de la oposición acusaron a la ahora exministra de envalentonar a los grupos de extrema derecha con su artículo.

Sunak tenía previsto hacer una remodelación del Gobierno a finales de año, pero ha decidido adelantarla tras la crisis provocada por Braverman, del ala derecha del partido, según los analistas.