La diplomacia europea sigue convencida, al menos públicamente, de que la solución de los dos Estados esbozada hace más de tres décadas continúa siendo la única salida en mitad de una guerra que ha dejado desde octubre más de 25.000 palestinos muertos. Los ministros de Exteriores de la UE se dan cita este lunes en Bruselas para tratar de relanzar una idea que cuenta con el rechazo rotundo de Benjamín Netanyahu y las dudas de quienes siguen de cerca el conflicto palestino-israelí.

“Creo que tenemos que dejar de hablar de paz, de proceso de paz, y empezar a hablar más concretamente sobre un proceso para una solución de dos Estados (…) La manera de nombrarlo es importante”, ha reivindicado este lunes el jefe de la diplomacia comunitaria Josep Borrell a su llegada al consejo de ministros de Exteriores de la UE.

A la reunión acuden, además, los ministros de Exteriores de Israel, Palestina, Egipto, Arabia Saudí y el secretario genera de la Liga Árabe. "Hoy vamos a tener un Consejo de Asuntos Exteriores excepcional. Creo que nunca antes habíamos tenido un Consejo con tantos, y tan importantes invitados, en estas dramáticas circunstancias", ha subrayado Borrell. "Si nos lo tomamos en serio, tenemos que estudiar las causas subyacentes que impiden que se aplique esta solución [la de los dos Estados]. Ciertamente, Hamás es una de ellas -una importante-, pero hay otras", ha matizado el socialista español.

"Los 27 tienen enfoques diferentes, pero tenemos que trabajar juntos con el mundo árabe. Sé que es difícil, pero es nuestro empeño moral, nuestra obligación moral intentar hacer todo lo posible para buscar una solución", se ha emplazado Borrell, que durante el encuentro presentará un decálogo para resolver el conflicto entre Israel y Palestina que contempla la creación de un Estado palestino a cambio de la normalización de las relaciones entre Israel y el mundo árabe.

Imponer una solución

El plan apuntado por Bruselas subraya el papel de la comunidad internacional para liderar las conversaciones que tendrían que conducir más tarde a unas negociaciones directas entre palestinos e israelíes, pero sin la presencia de Hamás, el movimiento islamista palestino que gobierna en Gaza y cuya popularidad se halla al alza en Cisjordania. A juicio de Borrell, "la paz solamente se podrá alcanzar de forma duradera si la comunidad internacional se involucra dramáticamente en conseguirlo e impone una solución”.

Sobre el encuentro de la UE sobrevuelan las repetidas negativas de Netanyahu a aceptar la creación del Estado palestino tras 75 años de conflicto. "Las declaraciones del primer ministro Netanyahu son inaceptables y no contribuyen en modo alguno a las perspectivas de paz”, ha declarado ministro irlandés de Exteriores, Micheál Martin, quien pidió al líder israelí “escuchar a la gran mayoría del mundo que quiere la paz y que quiere una solución de dos Estados", informa Efe. La titular finlandesa, Elina Valtonen, dijo que el rechazo de Netanyahu a la creación del Estado palestino "no es una posición aceptable" y aseguró que, hasta que no se logre ese objetivo, no habrá paz en toda la región de Oriente Medio.

“Creo que debemos imponer la paz. Creo que todo el mundo sabe que el único camino es una paz integral sobre la base de la solución de dos Estados”, coincidió el ministro jordano de Exteriores, Ayman Safadi, a su llegada al Consejo. Para lograr la solución, el jefe de la diplomacia letona, Krisjanis Karins, abogó por presionar a Israel económicamente.

"La mayor capacidad de influencia de Europa siempre ha sido su cartera (…) Vemos que en las políticas europeas, el dinero puede ayudar a centrar las mentes y creo que también tenemos que empezar a pensar en ello internacionalmente", dijo. "La posición de Netanyahu es preocupante, será necesaria la solución de dos Estados”, insistió el ministro francés, Stéphane Séjourné.