Vivia Chang (Taipei, 1965) es desde julio pasado la representante en Madrid de la Oficina Económica y Cultural de Taipei en España. Es la primera mujer que ocupa este puesto. Sería la embajadora de Taiwán si España reconociera a la República de China, pero no lo hace. Todo país que mantiene relaciones con la República Popular China no puede cultivar los lazos diplomáticos con Taiwán. La presión de Pekín hace que cada vez menos países en el mundo se atrevan a dar este paso. Tras dar un paso atrás Nauru y antes hacerlo Honduras, solo 12 países reconocen a Taiwán: en América son Belice, Guatemala, Haití, Paraguay, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves; en África, Suazilandia; en Oceanía, islas Marshall, Palaos y Tuvalu, y en Europa el único es El Vaticano. Vivia Chang ha sido ministra consejera en Paraguay, y embajadora en Honduras, que fue su anterior destino antes de recalar en Madrid, donde confiesa que se siente muy a gusto, aunque sus conocimientos de portugués le lleven a confusión con el español.

Hablamos a principios de este 2024, el año del dragón para los chinos, marcado por elecciones como las celebradas el 13 de enero en Taiwán, en las que está en juego el destino de la democracia en el mundo. El vicepresidente William Lai (Lai Ching-te) del Partido Democrático, ganó con claridad, de modo que Taiwán seguirá la política de defensa a ultranza de su soberanía, a pesar de las presiones de Pekín.

Pregunta.- ¿Cómo valora el resultado de las últimas elecciones en Taiwán?

Respuesta.- Estas elecciones han representado un logro muy importante de la democracia de Taiwán. No solo demuestran al mundo que el pueblo taiwanés defiende inequívoca y firmemente su sistema constitucional libre y democrático, y su autodeterminación, sino que también subrayan la fuerte y saludable resiliencia democrática de Taiwán. Ya hemos pasado tres transiciones partidarias. Hemos mostrado al mundo que somos una democracia madura, un faro de libertad y un bastión de los derechos humanos en Asia. Somos un modelo ejemplar para el mundo.

P.- Nauru ha dejado de reconocer a Taiwán como la China legítima y con esta decisión se suma a diferentes Estados que lo han hecho en los últimos meses. ¿Cómo afecta esto a la agenda diplomática de Taiwán? ¿Está ganando China la batalla diplomática? ¿Qué plan tiene la diplomacia de Taipei para contrarrestar estas pérdidas?

R.- Durante muchos años, Taiwán ha promovido proyectos de cooperación en Nauru, que han beneficiado a la población y han ayudado al desarrollo del país. Sin embargo, atraído por las tentaciones de China y haciendo caso omiso de la amistad a largo plazo de Taiwán, Nauru inició negociaciones con China encaminadas a establecer relaciones diplomáticas. A pesar de las dificultades, Taiwán seguirá siendo un miembro responsable de la comunidad internacional y nos vamos a reafirmar en nuestra política exterior, basada en el compromiso y la cooperación con países aliados y de ideas afines. En un momento en el que las democracias de todo el mundo felicitan a Taiwán por la celebración de las elecciones presidenciales y por su democracia, Pekín elige reprimirnos, lo que constituye un ataque al orden y estabilidad de Taiwán, así como a la comunidad internacional y a la propia democracia. Somos miembros del grupo de países democráticos y vamos a reforzar esos lazos.

P.- Usted vivió ese proceso en Honduras. ¿Puede contar cómo fue?

La comunidad internacional ha de saber que China tiene un historial de incumplimiento de promesas una vez alcanzados sus objetivos diplomáticos"

R.- Taiwán mantenía relaciones diplomáticas con Honduras desde hace más de 80 años, una relación forjada sobre la base de la amistad y la cooperación entre ambos pueblos. En todo este tiempo hemos hecho todo lo posible por trabajar conjuntamente en proyectos de cooperación para el desarrollo hondureño. China siempre insiste en que cualquier país que quiera tener relaciones diplomáticas con Pekín tiene que romper primero con Taiwán, pero su único interés es suprimir el espacio internacional de Taiwán. La comunidad internacional ha de saber que China tiene un historial de incumplimiento de sus promesas una vez alcanzados sus objetivos diplomáticos, algo que ya ha ocurrido antes con otros países, como Costa Rica, El Salvador o la República Dominicana. Y en Honduras ha sucedido algo similar. Por ejemplo, ahora mismo la Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras revela que China no cumple sus promesas y solo ofrece la mitad del precio que ofrecía Taiwán por el camarón hondureño, lo que está provocando el cierre de numerosas granjas y la pérdida de 10.000 empleos en el sector.

P.- ¿Sienten que España está a su lado como miembro de ese grupo de países democráticos, aunque no haya un reconocimiento oficial?

R.- España sigue la misma línea que el resto de sus socios europeos. Con España trabajamos desde esta oficina para profundizar en nuestra relación. Queremos reforzar el comercio bilateral. A Taiwán le interesa que España es u país muy avanzado en energía verde. Y en Taiwán destacamos en tecnología y microchips. Queremos atraer al empresariado español. También fomentamos los intercambios culturales. Ofrecemos becas para la formación de los jóvenes.

P.- ¿Con qué grupos políticos tienen más trato en España?

R.- Hemos formado el Grupo Formosa con nuestros amigos españoles. Hay más interés en la oposición, pero tenemos buenas relaciones con todos los partidos.

P.- ¿Los vínculos del Kuomintang con el Partido Comunista de China condicionan la agenda doméstica del gobierno secesionista?

R.- Durante la campaña de las recientes elecciones presidenciales, las tres propuestas para la presidencia han coincidido en mantener el statu quo como prioridad en sus políticas, así como en dar continuidad a la política exterior y al reconocimiento y la presencia de Taiwán en la comunidad internacional. Además, el presidente electo, Lai Ching-te, ha propuesto un plan de acción basado en «cuatro pilares»: construir las capacidades de defensa de Taiwán, tratar la seguridad económica como seguridad nacional, formar alianzas con democracias de todo el mundo y el establecimiento de un liderazgo a través del Estrecho firme y basado en principios.

Tales principios no se van a ver condicionados por la política hegemónica y expansionista de Pekín. Como tampoco van a variar los cuatro compromisos, ya adquiridos por nuestro gobierno, que reflejan también el consenso del pueblo de Taiwán: el compromiso duradero con un sistema constitucional libre y democrático; el compromiso con que la República de China (Taiwán) y la República Popular de China no deben subordinarse entre sí; el compromiso de resistir la anexión o la invasión de nuestra soberanía, y el compromiso de que el futuro de la República de China se decida de acuerdo con la voluntad de los propios taiwaneses.

P.- Como se ha visto en las elecciones, el Partido Democrático Progresista cosecha muchas simpatías, y muchos abogan en Taiwán por el statu quo, una posición que no gusta a Pekín. ¿Hay temor real a una invasión?

Hemos reforzado nuestras capacidades de autodefensa, extrayendo lecciones de la actual guerra entre Rusia y Ucrania para desarrollar estrategias asimétricas, al tiempo que recabamos el apoyo mundial

R.- Tener miedo no ayuda, la clave está en la preparación para resistir cualquier contratiempo y hacer frente a un posible conflicto. Taiwán ha de prepararse para la guerra con China si quiere evitarla. Frente a las crecientes amenazas militares de China, hemos reforzado nuestras capacidades de autodefensa, extrayendo lecciones de la actual guerra entre Rusia y Ucrania para desarrollar estrategias asimétricas, al tiempo que recabamos el apoyo mundial. Estamos mejorando continuamente la preparación para el combate adquiriendo armamento defensivo de EEUU, protegiéndonos ante la guerra de desinformación, la guerra híbrida y las operaciones cognitivas e implementando reformas militares. La más importante y reciente medida adoptada es un nuevo plan de reclutamiento que ampliará de cuatro meses a un año el periodo de servicio militar obligatorio a partir del año 2024. Solo preparándonos para la guerra podemos evitarla y solo siendo capaces de afrontar una guerra podemos prevenirla.

P.- El apoyo de Estados Unidos a Taiwán es el de salvaguardar su integridad territorial. ¿Cómo es el vínculo con Estados Unidos? ¿Cree que acudirán en su ayuda si China interviene?

R.- Los vínculos entre EE UU y Taiwán se basan en el Acta de Relaciones con Taiwán y las Seis Garantías, que garantizan el compromiso de EE UU con la autodefensa de Taiwán y dejan la puerta abierta a una intervención estadounidense en caso de agresión militar de China. EE UU ha reafirmado en numerosas ocasiones que su compromiso con Taiwán es "sólido como una roca". Contamos con una representación en Washington y otras 12 oficinas en todo EEUU, lo que demuestra los fluidos lazos entre ambos países. Tras felicitar al presidente electo de Taiwán una vez conocido el resultado de nuestras recientes elecciones presidenciales, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó que Washington está comprometido con el mantenimiento de la paz y la estabilidad en el Estrecho, y con la resolución pacífica de las diferencias, libre de coacciones y presiones. Blinken subrayó que EEUU confía en que Taiwán siga siendo un ejemplo para todos los que luchan por la libertad, la democracia y la prosperidad.

P.- En 2040 finaliza, después de 50 años, el principio de Una China, Dos Sistemas. Un hecho que afecta principalmente a Macao y Hong Kong. ¿Ha habido un cambio de política de Pekín estos últimos años respecto a Taiwán

R.- Hay que recordar que, a diferencia de Hong Kong, Taiwán es un estado soberano, independiente y autogobernado, con su propio territorio, población, ejército y moneda. Respecto a Hong Kong, la más evidente conclusión que extraemos hoy es que la fórmula "un país, dos sistemas" propuesta por Pekín ha resultado ser un absoluto fracaso, con el consiguiente resultado de retroceso y pérdida de libertades y democracia. Tras la promulgación de la Ley de Seguridad Nacional en Hong Kong, han sido detenidas centenares de personas y se han cerrado medios de comunicación. Desde Taiwán, continuamos apoyando al pueblo de Hong Kong en su búsqueda de democracia y libertad y nos protegemos para no ser el próximo objetivo de Pekín, porque cada día se observa una postura más expansionista y agresiva de China no solo hacia Taiwán, sino también hacia toda la región de Indo Pacífico. Prueba de ello es que países como Japón, Corea y Australia buscan mayor cooperación de seguridad con EE UU. Esperamos que la comunidad internacional permanezca vigilante y unida firmemente para asegurar que Taiwán continúe siendo una barrera de defensa de la democracia en Asia.

P.- La economía de la China Continental depende en gran medida de la economía de Taiwán, y por ende, la economía de Taiwán depende en gran medida de la China continental. ¿Cómo son los intercambios comerciales entre el continente y la isla? ¿Van a empeorar ahora?

Hace ocho años que promovemos la Nueva Política hacia el Sur, lo que nos ha permitido diversificar nuestra economía para no depender tanto de un solo mercado

R.- La economía de Taiwán está fuertemente asentada, y ello nos ha permitido resistir ya no solo la presión de China, sino también los peores momentos tras la pandemia y la crisis de la guerra de Ucrania. La postura autoritaria de China y los problemas internos de su economía, además de la falta de transparencia, están provocando que muchas inversiones extranjeras estén saliendo de China, incluidas las taiwanesas. El volumen comercial entre Taiwán y China ha descendido un 17,4% en 2023 respecto a 2022. Hace ocho años que promovemos la Nueva Política hacia el Sur, lo que nos ha permitido diversificar nuestra economía, intercambios y turismo hacia países vecinos con excelentes resultados para no depender tanto de un solo mercado. Con una economía orientada principalmente a exportaciones, en la actualidad Taiwán es la 21ª potencia económica mundial y la 15ª potencia exportadora. La industria de alta tecnología de Taiwán ha asumido una posición indispensable en las cadenas de suministro internacionales.

P.- ¿Cómo ve su gobierno sobre la modificación hecha por China en las rutas aéreas del Estrecho de Taiwán?

R.- Condenamos enérgicamente la reciente modificación de las rutas aéreas en el Estrecho de Taiwán que China anunció el pasado día 30 de enero, una decisión que ha adoptado unilateralmente Pekín sin consultarla previamente con nuestro Gobierno, incumpliendo por tanto los reglamentos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Esta modificación revoca los acuerdos de 2015 de ambos lados del Estrecho sobre las rutas aéreas M503, W122 y W123, pone en grave peligro la seguridad, la paz y la estabilidad de la aviación en la región y socava la confianza mutua y el statu quo en el Estrecho de Taiwán. La adopción de esta decisión sin consultarla previamente con Taiwán, en contra de las regulaciones internacionales, subraya la naturaleza autoritaria irresponsable del Gobierno chino. Por ello, pedimos a la comunidad internacional que preste la debida atención a este asunto y exija a China que negocie con Taiwán para gestionar los riesgos potenciales en la seguridad de la aviación y velar por la prosperidad regional y mundial.

P.- ¿Cómo se imagina Taiwán dentro de 20 años? ¿Sueña con un reconocimiento en la ONU?

R.- La decisión del pueblo ha demostrado cuál es su deseo, y el pueblo siempre tiene razón. Taiwán seguirá trabajando mano a mano con socios democráticos para contrarrestar conjuntamente el autoritarismo, impedir todos los intentos de erosionar los sistemas democráticos en todo el mundo, preservar la paz, la estabilidad y la prosperidad a través del Estrecho de Taiwán y en la región, y proteger el orden internacional basado en reglas. Además, esperamos una mayor contribución a la sociedad internacional para que Taiwán siga siendo una fuerza para el bien y un socio confiable para la comunidad internacional.