El Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), con el primer ministro Mohamed Shtayeh a la cabeza, ha presentado este lunes su dimisión al presidente palestino, Mahmud Abás, horas después de que el ejército israelí remitiera al Ejecutivo israelí su supuesto plan de evacuación de civiles de la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto, en previsión de un asalto militar censurado por la comunidad internacional.

"La decisión de dimitir se tomó a la luz de la escalada sin precedentes en Cisjordania y Jerusalén y de la guerra, el genocidio y la hambruna en la Franja de Gaza", manifestó Shtayyeh. "Veo que la próxima etapa y sus desafíos requieren nuevos acuerdos gubernamentales y políticos que tengan en cuenta la nueva realidad de Gaza y la necesidad de un consenso palestino-palestino basado en la unidad palestina y la extensión de la unidad de autoridad sobre la tierra de Palestina", afirmó en alusión a las presiones de Estados Unidos para que la Autoridad Nacional Palestina asuma el control de la Franja de Gaza una vez concluya la guerra, que se ha cobrado ya la vida de 30.000 personas, entre ellas, 13.000 menores de edad.

Netanyahu recibe el plan para la ofensiva en Rafah

Entretanto, el primer ministro israelí tiene ya sobre su mesa el plan que había reclamado al ejército israelí para expandir su ofensiva terrestre dentro de la Franja de Gaza, donde permanecen casi 1,5 millones de gazatíes, la mayoría desplazados. "Las Fuerzas de Defensa de Israel presentaron al Gabinete de Guerra un plan para evacuar a la población de las zonas de combate en la Franja de Gaza y el próximo plan operativo", señaló la Oficina del Primer Ministro esta madrugada en un comunicado que recoge Efe.

Además, se aprobó un plan para proporcionar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza "de manera que se impidan los saqueos que se han producido en el norte del enclave y otras zonas", precisó. Tras dos semanas de impasse, Netanyahu aseguró el sábado que el Gabinete de Guerra que preside aprobaría esta semana el plan de incursión terrestre en Rafah, último reducto de Hamás donde mantiene cuatro batallones, según cálculos israelíes.

El comunicado no detalló a dónde serán evacuados los casi 1,5 millones de civiles, la mayoría de ellos desplazados desde el inicio de la guerra desde el norte, que ha quedado totalmente devastado. La comunidad internacional, incluyendo EEUU, la UE o la ONU, han advertido a Israel de que emprender una ofensiva dentro de Rafah sin un plan previo de evacuar a la población civil sería una "catástrofe" y han mostrado sus reticencias.

"La victoria total está solo a unas semanas una vez que entremos en Rafah", insistió el domingo Netanyahu en una entrevista con el canal estadounidense CBS. Israel, matizó, está dispuesto a "retrasar" la ofensiva, pero no anularla", si avanzan las conversaciones para un acuerdo de tregua que tienen lugar en estos momentos en Qatar.

Las negociaciones se reactivan

El Gobierno israelí dio luz verde este domingo para que una delegación viaje en los próximos días a Qatar con el objetivo de avanzar en las negociaciones para una pausa de la guerra en la Franja de Gaza a cambio de la liberación de los rehenes en manos de Hamás en mitad de las protestas que protagonizan en Tel Aviv los familiares de los secuestrados.

Tras meses de estancamiento, las últimas reuniones en París a las asistieron los jefes de la agencia de espionaje israelí Mossad y del servicio de seguridad nacional Shin Bet junto con mediadores de Estados Unidos, Qatar y Egipto parecen haber logrado progresos. El asesor israelí de seguridad nacional, Tzachi Hanegbi, declaró durante una entrevista a última hora de este sábado que "probablemente hay margen para avanzar hacia un acuerdo".

Precisamente Egipto ha confirmado que las negociaciones celebradas en París para una tregua entre Israel y Hamás "han tenido un resultado positivo" y se encuentran en "una etapa avanzada", según informaron a Efe este domingo fuentes de seguridad egipcias. "Las conversaciones llegaron a un resultado positivo y un punto de encuentro durante el cual se declararía una tregua relativamente larga de hasta seis semanas", apuntaron las fuentes, que pidieron el anonimato.