Hace 75 años la idea de una organización político militar que vinculara a las potencias de los lados del Atlántico parecía utópica. Fue el ministro británico de Exteriores Ernest Bevin quien vio esta fórmula como la mejor forma de protegerse frente a la Unión Soviética. En 2024, y tras una etapa en la que hasta el presidente francés, Emmanuel Macron, hablaba de "muerte cerebral", la OTAN vuelve a sus raíces, resucitada en su faceta militar por el neoimperialismo de Vladimir Putin. A su vez, busca cómo sobrevivir a un eventual regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

Los grandes fastos tendrán lugar en verano en Washington pero este jueves 4 de abril habrá un anticipo de celebración en Bruselas, donde los ministros de Exteriores de los aliados se han reunido para afrontar, sobre todo, el desafío que plantea cómo mantener la ayuda a Ucrania. Uno de los propósitos de este encuentro del 3 y el 4 de abril es avanzar en la planificación de la ayuda a Ucrania. Actualmente la centraliza EEUU y se coordina en el llamado grupo de Ramstein. La idea es que sea más predecible y se repartan mejor las cargas.

El secretario general, Jens Stoltenberg, no ha ocultado su preocupación por el hecho de que EEUU esté posponiendo un paquete que es fundamental para combatir a Rusia. "Cada día que pasa se nota en el frente", ha remarcado el noruego, que ya está en tiempo de descuento. Entre los candidatos a sucederle figura como favorito el holandés Mark Rutte. Stoltenbrg ha puesto sobre la mesa la creación de un fondo de 100.000 euros para ayudar a Ucrania en los próximos cinco años. La idea es que Ucrania, que afronta un momento crucial con Rusia volcada en la economía de guerra, necesita saber que cuenta con los aliados. Sobre su ingreso es imposible hablar mientras siga en guerra.

Presión para superar el 2%

Entre los aliados, que han sumado a Finlandia y Suecia este año, preocupa la eventual vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. Este fondo es una forma de blindar la asistencia a Ucrania, pase lo que pase en EEUU, pero no solo vale plantear la idea sino que hay que llevarla a cabo y para ello hay que cambiar la mentalidad en muchos aliados.

Recientemente Trump dijo que animaría a Putin a que invadiera a aquellos países que no cumplen con el mínimo exigido en la OTAN. En su primer mandato la tensión fue máxima, ya que Trump no oculta el hartazgo de Washington con quienes son reticentes a cumplir con lo acordado en Gales hace ya diez años: un mínimo del 2% del PIB dedicado a defensa. Desde países como Polonia ya se pide que sea el 3%, mientras España apenas llegará al 1,3% en 2024. Está en la cola junto a Bélgica y Luxemburgo.

Lo que suele decir Trump a los aliados suena a chantaje pero es en cierta manera comprensible que EEUU pierda la paciencia con algunos europeos"

wojciech lorenz, instituto polaco de asuntos internacionales

"No es ninguna sorpresa que un político como Trump presione a los europeos en la OTAN. Ya Robert Gates, quien fuera secretario de Defensa de EEUU, advirtió hace más de diez años de que algo así podría pasar. Muchos no le tomaron en serio. Lo que suele decir Trump a los aliados suena a chantaje pero es en cierta manera comprensible que la élite política de EEUU pierda la paciencia con algunos europeos", explica Wojciech Lorenz, coordinador del programa de Seguridad Internacional en el Instituto Polaco de Asuntos Internacionales, con sede en Varsovia. Este 2024 se ha sumado Alemania a los países que dedican más del 2% del PIB a defensa. Polonia casi llega al 4%. En total, son 18 los países que superarán este mínimo a final de año.

En el caso de España, influye, a juicio del experto polaco, que desde Madrid, Barcelona o Bilbao se ve lejos la amenaza que viene de Moscú. "Es un desafío convencer a los dirigentes y a la opinión pública de la necesidad de aumentar el presupuesto en defensa porque no perciben la amenaza directa, aunque la amenaza existe. Las bases de EEUU en España están en el punto de mira de Rusia. Además, si Rusia interviene en su vecindad, el objetivo de prosperidad de España estará cuestionado. Si no se contribuye a la defensa común, se corren serios riesgos", añade Lorenz.

Lorenz destaca, sin embargo, que lo positivo es que la mayoría de los países de la OTAN ha aumentado el gasto en defensa, y que en la cumbre de Madrid, en verano de 2022, se aprobó una "estrategia sensata", que "permite focalizarse en Rusia sin olvidar otras amenazas". Según Lorenz, "los europeos han de ser más fuertes que en el pasado porque los americanos se focalizarán en China. No se van a retirar de Europa, ni dejarán de lado lo que supone la disuasión nuclear, pero cuentan con que los europeos asuman sus compromisos".

La defensa territorial, prioritaria

La OTAN nació el 4 de abril de 1949 para defender a Europa de una eventual agresión de la Unión Soviética. Con la caída del Muro de Berlín, la organización político-militar fue reconvirtiéndose en una especie de fuerza operativa fuera de área como en los Balcanes, Libia o Afganistán.

Hoy en día hay que volver a patrullar las fronteras y producir munición porque no tenemos ni para abastecer a Ucrania. El enemigo real une mucho"

félix arteaga, real instituto elcano

"Nació la OTAN hace 75 años como organización cuyo objetivo era la defensa territorial, pero con la caída de la URSS se dedicó a misiones de gestión de crisis y a tareas de seguridad cooperativa. En 2014, con la anexión de Crimea y la ocupación del Donbás, la OTAN regresa a sus orígenes. Hoy en día la prioridad sigue siendo la defensa territorial. Hay que patrullar las fronteras de nuevo y producir munición porque no tenemos ni para abastecer a Ucrania. El enemigo real une mucho. Dinamiza la institución", afirma Félix Arteaga, investigador principal en el Real Instituto Elcano de Madrid, que no cree que Trump suponga "un riesgo" para la OTAN como organización. "EEUU no puede estar sola como Rusia con Corea del Norte e Irán como aliados, pero la Administración de EEUU, sea cual sea, espera que los europeos aumenten su compromiso en su territorio, ya que EEUU mira más al Pacífico y al Ártico", añade Arteaga.

La hostilidad rusa ha llevado a que la OTAN sea una organización atractiva para países como Suecia, de tradición neutral, y Finlandia, que 1.340 kilómetros de frontera con Rusia. Tras la incorporación de Suecia y Finlandia, la OTAN suma ahora 32 aliados.

En 1949 eran 12 países: Estados Unidos y Canadá, en América, y Bélgica, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido, en Europa. España se incorporó en mayo de 1982. En enero de 1986 se celebró un referéndum sobre la permanencia en la Alianza Atlántica: ganó el por un 56,85% de los votos.

El antiamericanismo explica que el gobierno del socialista Felipe González convocara esta consulta, aunque pidió el sí. Ahora también pesa sobre quienes consideran belicista que se aumente el presupuesto de defensa, cuando el fin es puramente disuasorio en un contexto de amenaza real, alentada por Putin.

"Putin ha hecho mucho para revitalizar la OTAN, aunque los aliados preferirían que Rusia hubiera dejado de ser una amenaza. En ese caso la OTAN no tendría un papel importante en la arquitectura de seguridad en Europa sino que sería la Unión Europea. La OTAN es una organización militar y política. En la actualidad el peso como organización militar es el mayor desde la caída de la URSS", concluye Wojciech Lorenz.

El líder ruso esgrime que es la OTAN la que se extendió hasta sus fronteras al incorporar a los países del antiguo Pacto de Varsovia. Pero olvida que es una organización defensiva a la que pide sumarse quien quiere voluntariamente. Quien actuó en Georgia en 2008, en Crimea y el Donbás en 2014 y en todo el territorio de Ucrania en 2022 no fue la OTAN sino las tropas rusas. Esa agresión sobre el vecino ucraniano ha hecho que la OTAN vea justificada su existencia, tanto como hace 75 años.