El túnel del Estrecho de Gibraltar que la nueva era de las relaciones hispano-marroquíes ha resucitado está lejos de ser una realidad. Marruecos admite en público que, a pesar de haber estado sobre la mesa durante las últimas décadas, el proyecto se halla en fase embrionaria y precisa de nuevos estudios técnicos y de la búsqueda de financiación para sufragar una inversión millonaria.

El túnel submarino entre Marruecos y España que conectaría las dos orillas del mediterráneo a través del Estrecho de Gibraltar es una obra de proporciones faraónicas cuya viabilidad divide a los expertos y que ambos gobiernos vuelven a impulsar a pesar de la falta de avances en la reapertura de las aduanas de Ceuta y Melilla.

En declaraciones a los medios marroquíes, la Sociedad Nacional de los Estudios del Estrecho de Gibraltar (SNED) ha reconocido esta semana que "un proyecto de esta envergadura requiere una planificación exhaustiva para prepararlo en varios aspectos como la toma de decisiones al más alto nivel, estudios técnicos, exploraciones específicas, promoción en foros y organismos especializados, búsqueda de financiación y métodos de ejecución, aplicación de la ley...".

La empresa del régimen alauí constituida hace años para el proyecto desmiente así que las obras puedan iniciarse en 2025, al calor del Mundial de fútbol que España, Portugal y Marruecos organizarán en 2030. Por su parte, su contraparte en España, la Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar (SEGEGSA), no ha respondido a la solicitud de información cursada por El Independiente. Desde Rabat se considera, no obstante, que el torneo puede ser "un motor clave" para recuperar el proyecto.

Mapa del túnel que conecta España con Marruecos
El Independiente gráficos

Las dimensiones faraónicas del proyecto y su coste son han sido hasta ahora los principales obstáculos para su ejecución. “Es muy cara. Ese es uno de los motivos por el que se ha ido dilatando", apuntó recientemente a este diario Rafael García-Monge, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos vinculado durante años al proyecto como secretario general de SEGEGSA. Hace tres décadas su coste aproximado ascendía a 13.000 millones de euros, pero hoy podría ser más del doble.

Lanzado en 1980

La construcción fue mencionada en abril de 2023 tras la firma de un memorando de entendimiento en febrero de aquel durante la celebración de la Reunión de Alto Nivel España-Marruecos en Rabat. Según los medios oficialistas marroquíes, hay previsto un nuevo encuentro entre los meses de mayo y junio para abordar el proyecto.

El proyecto inicial fue alumbrado 1989 y consistía en la construcción de un puente encaminado a unir Europa y África. En 1995 se desechó la idea y se reemplazó por la opción de un túnel ferroviario, similar al canal de La Mancha, que separa Francia de Gran Bretaña. Cuando fue presentado, con Juan Carlos I y Hasán II ejerciendo de patronos, preveía la construcción de un doble túnel ferroviario de 38,7 kilómetros de distancia, con una galería intermedia destinada a servicios, de los que 27,7 kilómetros discurrirían bajo el subsuelo marino a una profundidad aproximada de 100 metros bajo el fondo marino. El trayecto entre ambas orillas no superaría la media hora.