Mientras las bombas y el hambre siguen causando estragos en la asediada Franja de Gaza, camino de los ocho meses de guerra, la vía judicial se abre paso lenta e incierta. El abogado gazatí Raji Sourani no pierde la esperanza. Es uno de los rostros de la persecución judicial del Gobierno israelí que esta semana ha sumado dos nuevos hitos, con la solicitud de arresto contra Benjamin Netanyahu dictada el lunes por el fiscal de la Corte Penal Internacional y la orden este viernes de la Corte Internacional de Justicia de detener la ofensiva militar israelí en Rafah.

Ambas son resoluciones simbólicas pero que contribuyen a ejercer presión sobre Tel Aviv mientras su socio incondicional, Estados Unidos y su presidente Joe Bien en plena cuenta atrás para su reelección, vocea las primeras objeciones a la contienda y Netanyahu se halla entre la espada de los socios ultraderechistas de su Gabinete de guerra, que piden medidas más extremas, y la pared de las familias de los rehenes, frustradas por un prolongado cautiverio. Sourani, galardonado en 2013 con el Premio Right Livelihood, el apodado Nobel alternativo, celebra estas victorias fugaces sin olvidar el horror de Gaza, un territorio que abandonó el pasado noviembre. “El retraso en la emisión de las órdenes nos costó al pueblo palestino decenas de miles de muertos y heridos en la última guerra, incluidos 14.000 niños; la destrucción del ochenta por ciento de Gaza, el hambre y los desplazamientos”, desliza en una entrevista con El Independiente Sourani, director del Centro Palestino de Derechos Humanos de Gaza.

El suyo es un trabajo contrarreloj pero también inabarcable, que se actualiza sin tregua con cada día que la contienda se prolonga. “Se extiende diariamente, con cada ataque aéreo y acción miliar”, agrega quien “demasiado lenta y politizada” la orden emitida por la Corte Penal Internacional. “La justicia no puede ni debe ser selectiva. Seguiremos luchando por la rendición de cuentas y el Estado de derecho hasta que se haga justicia y se dignifique a las víctimas palestinas del genocidio”, advierte.

Pregunta.- Hay poco que celebrar...
Respuesta.-
Así es. Es un panorama insólito, sombrío, negro y sangriento. He vivido toda mi vida con un billete de ida, pero nunca pensé que los israelíes pudieran perder la cabeza y hacer esto. El ejército de Oriente Medio con la tecnología más avanzada y el más fuerte están usando las armas y las bombas más inteligentes para atacar a civiles, torres residenciales, zonas residenciales, panaderías, hospitales o lugares de refugio. Este nivel de muerte, que es una auténtica pesadilla, no me lo imaginaba. No dejaron nada sin destruir, incluyendo carreteras, hospitales, escuelas, casas, mercados, iglesias y mezquitas. Nunca pensé que tendríamos este nivel de desplazamiento, con 1,7 millones de desplazados en una de las zonas más densamente pobladas de la Tierra. Se hallan sin rumbo porque no existe refugio seguro. Tampoco jamás pude imaginar que Israel haría pasar hambre a toda la población. Estamos ante una catástrofe provocada por el hombre. Es evidente que nos quieren echar a patadas de Gaza.

P.- ¿Estamos presenciando un caso de limpieza étnica?
R.-
Es aún peor. Un genocidio en episodios, durante siete meses, con el mundo entero como espectador y con la élite política dándole cobertura legal y proporcionándoles armas y dinero. Nos matan con bombas, aviones y tanques fabricados en Europa y Estados Unidos. Lo que en Occidente han llamado el derecho a la legítima defensa es, en realidad, un crimen de genocidio, el más grave sobre la tierra.

Nos matan con bombas, aviones y tanques fabricados en Europa y Estados Unidos

P.- Usted lidera un equipo para probar el caso de genocidio en La Haya. ¿Cómo está siendo el proceso?
R.-
Los dirigentes israelíes han facilitado mucho nuestra misión. Los hechos son tan claros y, además, tenemos equipos sobre el terreno recogiendo pruebas de datos. Estamos realmente agradecidos a las redes sociales y a los oficiales israelíes locos que transmiten cientos de horas de estos crímenes. Nuestros equipos están sobre el terreno recogiendo hora tras hora, día tras día en el sur y en el norte, los datos y las pruebas, y tenemos un aluvión de pruebas al respecto. El volumen que ya tenemos es interminable. Nuestra tarea es construir esos archivos legales. Lo más importante es probar la intención del genocidio. Y a ese propósito disponemos de decenas de declaraciones de los principales políticos israelíes que nos proporcionan información sobre su intención. No creo que en ningún otro caso de genocidio, hayamos sido capaces de tener tal calidad de declaraciones, que de manera explícita muestran la intención israelí de cometer genocidio en los territorios ocupados. Contamos con un equipo jurídico fantástico, formado por sudafricanos, irlandeses y palestinos, que están haciendo un trabajo magnífico. Fueron capaces de llevar al tribunal, incluso en la primera sesión del tribunal, las almas, la sangre, el dolor, la destrucción y la hambruna y los presentaron de la forma más maravillosa que se podía.

P.- ¿Cuánto podría durar el proceso?
R.-
Años. Por eso el equipo legal hizo la solicitud de medidas provisionales. El tribunal ya ha reconocido que el escenario de genocidio es plausible. El genocidio debe ser detenido inmediatamente. Y esa es la obligación de los estados. Los tribunales no tienen dientes ni armas, pero sí los países, y existen obligaciones legales. Por eso, incluida España, deben actuar ya.

P.- Usted insiste en que el objetivo final de Israel es la expulsión de los palestinos de Gaza. ¿Confía en que Egipto no lo permita?
R.-
La posición egipcia ha sido clara e inequívoca. Para ellos, es una cuestión de seguridad nacional. El presidente ha asegurado que no van a permitir que empujen a la población hacia el Sinaí. Si Israel lo hiciera, iría en detrimento de los acuerdos de Camp David, lo que significa que no había paz entre Egipto e Israel. No van a aceptar el modelo de Turquía, que permitió a los refugiados sirios establecerse en tierra turca  para luego regresar. Egipto sabe de la voluntad e intención final de los dirigentes israelíes. Quieren evacuar Gaza para poder tener la Franja libre de población. Pueden deshacerse de este problema demográfico y tener Gaza a su disposición. Más tarde, harían lo propio con Cisjordania. Es un escenario que asusta a Egipto y Jordania.

No estamos preparados para ser las víctimas de la víctima. No tenemos derecho a ser buenas víctimas para nadie en la tierra.

P.- ¿Los gazatíes van a resistir?
R.-
Sí. Somos las piedras del valle. Hemos estado allí desde siempre. Continuaremos allí para siempre. Yo tengo 70 años. Mi familia reside en Gaza desde el siglo VI. Pareciera que mi residencia no la decide Hamás ni la Autoridad Palestina; sino el ejército israelí. A un judío, por el mero hecho de ser judío y venir de Chicago o Rusia, se le concede la ciudadanía de camino aquí. Hemos estado aquí desde siempre. Ningún poder sobre la tierra nos sacará de aquí. Lo que hemos demostrado en los últimos siete meses con todo este poderío militar israelí y este nivel sin precedentes de bombardeo, matanza, destrucción y hambre es que no nos van a mover. Israel tiene derecho a una de  estas dos cosas. O reconocen nuestro estado en Gaza, Cisjordania y Jerusalén, con nuestro de derecho al retorno; o un estado democrático palestino en toda Palestina para judíos, musulmanes y cristianos.

Si ellos quieren la pureza del Estado judío y ser racistas, no es nuestro asunto. Pueden tener su propio Estado, pero también nosotros tenemos derecho a tener el nuestro. El problema no tiene nada que ver con nosotros; sino con los israelíes. Cuando los judíos fueron perseguidos en Europa y huyeron, vinieron a nosotros, al refugio seguro. Los recibimos con el corazón y la mente abiertos; los recibimos y les dimos comida y refugio; y vivieron entre nosotros. Ahora somos las víctimas de la víctima. Esto no es legal. Esto no es humano. Nunca victimizamos a los judíos. Si Europa se siente culpable de eso, si Alemania se siente culpable de eso, nosotros no lo hicimos. Estábamos al lado de los judíos. Por eso no estamos preparados para ser las víctimas de la víctima. No tenemos derecho a ser buenas víctimas para nadie en la tierra. No tenemos miedo a nadie.

Estamos en el lado correcto de la historia. Defendemos lo justo

P.- ¿E posible la coexistencia entre israelíes y palestinos?
R.-
¿Por qué no? Si reconocen nuestros derechos, si quieren vivir en paz, si reconocen que los palestinos no son menos que cualquier israelí o cualquier ser humano en la tierra, se puede. Tenemos dignidad y derechos y esto no admite concesiones.

P.- ¿Existe esperanza?
R.-
Todo lo que están haciendo es para quitarnos la esperanza del corazón y de la mente, para que perdamos el optimismo de que el mañana es nuestro. Estamos en el lado correcto de la historia. Defendemos lo justo. Sabemos que todo lo que queremos es totalmente humano y lo merecemos. Queremos nuestro derecho de autodeterminación. Sabemos y estamos seguros de que el mañana es nuestro. Mantendremos en nuestro corazón y en nuestra mente la llama. Mantendremos el optimismo estratégico. Los tiempos difíciles empujan a rendirse o aceptar un desafío. Nosotros no transigimos y aceptaremos el reto. Sabemos y estamos seguros de que el mañana es nuestro, y mantendremos nuestro optimismo estratégico hasta que logremos nuestro derecho a la autodeterminación y la independencia y a tener la dignidad que merecemos.