El sucesor del Comandante Eterno, Nicolás Maduro Moros (Caracas, 1962), se perpetúa en el poder anclado en su núcleo duro. Este viernes 10 de enero juró el cargo de presidente en el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, a pesar de su derrota en las presidenciales del pasado 28 de julio. Las actas divulgadas por la oposición así lo certifican. A pesar de haber perdido el apoyo del pueblo, Maduro se dispone a cumplir un tercer mandato de seis años. La oposición asegura que en el momento oportuno el vencedor de las presidenciales, Edmundo González Urrutia, asumirá el cargo que ha usurpado Maduro.

A la Asamblea Nacional, también ilegítima y dominada por los maduristas, llegó en compañía de la "primera combatiente", Cilia Flores, su esposa. Junto a su hijo Nicolasito, forma parte de su círculo íntimo, como también los hermanos Rodríguez (Jorge y Delcy), el ministro de Defensa, Vladimiro Padrino López, y el mazo del régimen, Diosdado Cabello. El cemento que los une a Maduro es el dinero. Todos ellos se han beneficiado de su posición para enriquecerse. Si cae Maduro, ellos rodarán.

Cilia Flores, la 'primera combatiente'

Teñida de rubio, con un vestido en color turquesa y collar de perlas, Cilia Adela Flores ocupaba el 10 de enero un lugar preeminente en la ceremonia en el Palacio Federal Legislativo: entre Maduro y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. Los cubanos fueron quienes hicieron que Chávez se inclinara por Maduro como sucesor cuando fue víctima de un cáncer demoledor.

Cilia Flores es la mujer más poderosa del régimen venezolano. Dicen que es la estratega que transformó al sindicalista en sucesor del Comandante. Cuando asumió por primera vez, Maduro dijo de ella que sería "la primera patriota, la primera socialista, la primera mujer del pueblo en los barrios, en las calles". Nada de primera dama, concepto burgués para los bolivarianos.

Cilia Flores y Nicolás Maduro se conocieron gracias a Hugo Chávez. Maduro, conductor de autobús y destacado sindicalista, hacía las veces de escolta del Comandante y ella formó parte de su equipo de abogados que defendió en 1992 al teniente coronel Hugo Chávez, tras su golpe fallido contra Carlos Andrés Pérez. Dos años después fue indultado.

"Encontré a Cilia en la vida. Era abogada de varios militares patriotas presos. Era abogada del comandante Chávez cuando ser abogada del comandante Chávez en la cárcel era duro… La conocí en esos años de lucha y después ella me empezó a picar el ojo, a hacer ojitos", contó Maduro. "Tiene carácter, candela pura".

Cilia Flores, seis años mayor, tiene tres hijos de su primer matrimonio con Walter Gavidia, a los que se conoce como los chamos: Walter, Yosser y Yoswal Gavidia Flores, quienes también se han llenado los bolsillos gracias a la posición de su madre en el régimen. Maduro se divorció de Adriana Guerra, madre de su hijo Nicolasito. Aunque empezaron su relación en los años 90, Cilia Flores y Nicolás Maduro no se casaron hasta 2013, cuando él sucedió a Hugo Chávez.

De origen muy humilde, es la menor de seis hermanos. Nació en Tinaquillo (Cojedes) hace 68 años, pero siendo niña su familia se trasladó a la periferia de Caracas. Estudió Derecho en la Universidad de Santa Marta y se especializó en derecho penal y laboral. Su vida dio un giro de 180 grados cuando tuvo ocasión de conocer a Hugo Chávez, con quien mantuvo largas conversaciones cuando él estaba preso y ella era su letrada. Ahí decide sumarse al movimiento bolivariano y ahí estaba ya en primera fila cuando Chávez llegó al poder por primera vez en las elecciones de 1998.

Primero fue diputada y llegó a ser la primera mujer presidenta de la Asamblea Nacional en 2006. Seis años más tarde fue designada procuradora general. Ahora es diputada.

La familia es su devoción y también su debilidad. En 2015, dos de sus sobrinos, Franqui Flores y Efraín Franco Flores, fueron detenidos y condenados a 18 años de prisión en Estados Unidos por narcotráfico y liberados en 2022 en un intercambio bilateral de prisioneros. Para Cilia Flores sus sobrinos fueron víctimas del imperio.

Ahora parece que ejerce su poder desde la sobmra. Entre bromas, Maduro, con fama de mujeriego hasta que apareció Cilita, ha dicho: "Yo le hago caso a Cilia. Ella es la que gobierna. Mujeres al poder, ella tiene un carácter de hierro (...) Pero yo siempre tengo la última palabra que suele ser: 'Así es, mi amor'".

Conocí a Cilita en esos años de lucha y después ella me empezó a picar el ojo, a hacer ojitos"

NICOLÁS MADURO

Nicolasito, el 'heredero'

La oposición teme que Nicolás Maduro quiera seguir el ejemplo de otras dictaduras como Corea del Norte y trate de que su hijo Nicolás Ernesto Maduro Guerra, de 34 años, conocido como Nicolasito, sea su sucesor. En su cuenta de X, se describe como "músico, economista, militante del PSUV. Defensor de la verdad de Venezuela".

Estudió algunos cursos de música en la Universidad de la Artes de Caracas. Fue alumno de Económicas en la Universidad Nacional de las Fuerzas Armadas. No consta que obtuviera título alguno.

Su ascenso al poder se gestó una vez que su padre sucediera a Hugo Chávez el 5 de marzo de 2013. Ocupó el cargo de jefe del Cuerpo de Inspectores Especiales de la Presidencia de la República, especialmente creado para él. Su trabajo consistía en vigilar que los empresarios no especularan con los precios. 

Un año después era elegido delegado del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela). A los 24 años ocupó el cargo de coordinador de la Escuela Nacional de Cine. En 2017 se hizo con un escaño en la Asamblea Nacional Constituyente chavista. En una sesión, dijo que si Estados Unidos "se atreve a mancillar el suelo patrio, los fusiles llegarían a Nueva York y tomaríamos la Casa Blanca". Respondía a Donald Trump, pero situaba la Casa Blanca en el lugar equivocado.

En junio de 2019, EEUU sancionó al hijo de Maduro. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo entonces: "Maduro se sostiene en su hijo Nicolasito y otros cercanos a su régimen autoritario para mantener el control de la economía y reprimir a la gente de Venezuela".

Como otros de los que forman parte del círculo cercano de Maduro, ha participado en la ofensiva mediática del régimen. En 2020 lanzó en Instagram su programa Maduro Guerra Live con entrevistas a dirigentes maduristas. Ahora es diputado por La Guaira.

Está casado con Grysell Torres y tienen dos hijas (fue padre por primera vez con 17 años), pero es un juerguista consumado. Celebró los 30 saltándose las restricciones de la pandemia en la urbanización Los Naranjos, en El Hatillo. La policía actuó contra los que se quejaron del escándalo. Desde que se divulgó su baile según caían billetes de dólar en la boda de José Zalt, un hombre de negocios sirio venezolano, propietario de la marca de ropa Wintex, sus guardaespaldas persiguen a todo aquel que pretende captarle en momentos inoportunos.

Los hermanos Rodríguez: Delcy y Jorge

Los hermanos Rodríguez son hijos del exguerrillero venezolano Jorge Antonio Rodríguez, fundador de la Liga Socialista. Murió en prisión en 1976, cuando sus hijos eran niños. Estaba acusado del secuestro del empresario estadounidense William Niehous, cautivo más de tres años. A los dos les marcó la muerte de su padre. Delcy Rodríguez ha reconocido que estudió Leyes porque mantiene que su padre no tuvo un juicio justo. Llegó a completar estudios en Reino Unido y Francia.

"Estos personajes han ido creciendo en el madurismo. Representan el madurismo, la parte más oscura del chavismo que ha terminado de destruir el país", explicaba a El Independiente la periodista y escritora venezolana Ibéyise Pacheco, autora de Los hermanos siniestros.

Jorge, psiquiatra de formación y actual presidente de la Asamblea Nacional, es el mayor. Tiene 59 años. Delcy, abogada, es cuatro años menor. No proceden del entorno de Chávez sino que han sabido cómo penetrar en el entorno más cercano de Nicolás Maduro. Jorge Rodríguez se entiende bien con Maduro y Delcy con Cilia. "Los hermanos aspiran a ser ellos quienes tomen el poder por completo", decía Ibéyise Pacheco, que señalaba que Delcy es más cercana a los cubanos y Jorge a los militares. Los hermanos, maestros del Agitprop, son uña y carne.

Jorge Rodríguez fue el jefe de la última campaña electoral de Nicolás Maduro y eso quizá termine costándole caro. Maduro ha jurado el cargo ante él. Delcy Rodríguez, que admira a José Luis Rodríguez Zapatero, a quien conoce de su época como canciller, es vicepresidenta y ministra del Petróleo en la última remodelación del gobierno de Maduro. Delcy fue protagonista del Delcygate, cuando aterrizó en un avión privado en Barajas y allí se reunió con el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, a pesar de que tenía prohibida su entrada a territorio Schengen.

Los Rodríguez estuvieron implicados en la salida de Edmundo González Urrutia de Venezuela en agosto pasado. Tras coaccionar al vencedor de las presidenciales, le ofrecieron vía libre para dejar el país y levantarle los cargos. Actuó como mediador Zapatero y el opositor viajó a España. El régimen quería impedir a toda costa que González Urrutia pudiera jurar el cargo el 10 de enero. El presidente electo prometió hacerlo pero finalmente no pudo volver el viernes.

Vladimir Padrino López, la mano militar

Hasta que llegó al cargo Vladimir Padrino López (Caracas, 1963) los ministros de Defensa eran efímeros. Sin embargo, Padrino López lleva en el cargo desde octubre de 2014. Para Padrino los soldados son "patriotas, bolivarianos, socialista, antiimperialistas, revolucionarios, adiestrados y equipados para asumir el sagrado deber de la defensa de la nación".

En abril de 2002, estaba a cargo de una unidad de blindados en Fuerte Tiuna y no se unió al golpe contra Chávez. Aquel gesto le amarró al régimen bolivariano. En julio de 2012, Chávez lo ascendió a segundo comandante del Ejército y jefe del Estado Mayor. Maduro le ascendió a general en jefe en 2013 y un año más tarde llegó al ministerio de la Defensa.

Padrino López ha adaptado las Fuerzas Armadas chavistas al madurismo. Es vital el apoyo del Ejército a Maduro. Sin los uniformados Maduro no aguantaría ni un día en el Palacio de Miraflores. Padrino López logró repartir prebendas a diestro y siniestro y así se ha garantizado el apoyo de la élite a Maduro. Más de un tercio del gobierno está formado por militares en activo o retirados. Otra cuestión es el soldado raso. Los militares de baja graduación, o medio rango, están siendo perseguidos por el régimen.

La empresa creada en 2016 para los militares, Camimpeg tiene facultades legales para explotar, buscar y distribuir petróleo. También les otorgó el control del llamado Arco Minero, una zona en el sur del país que contiene una de las mayores reservas auríferas del mundo.

Tratar de atraer a los militares ha sido siempre el gran desafío de la oposición a Maduro. Juan Guaidó creía que contaba con Padrino López en la primavera de 2020 pero el militar dejó colgados a Guaidó y Leopoldo López. Zamuro era su nombre en clave en la Operación Libertad. Experto en guerra psicológico, formado en la Escuela de las Américas de Fort Benning, Padrino López sabe cómo engañar sobre su lealtad.

En 2002 Chávez no contó con él hasta el último minuto y Juan Guaidó supo que no se sumaba a encauzar la transición también a última hora. Zamuro es el más codiciado y el más engañoso de todos los miembros del círculo de Maduro.

Diosdado Cabello, el 'mazo' del régimen

El 8 de diciembre de 2012, cuando Hugo Chávez anunció a los venezolanos que debía viajar a Cuba para someterse a una nueva operación contra el cáncer, Diosdado Cabello Rondón (Maturín, 1963) estaba sentado a su derecha y Maduro a su izquierda. Chávez designó a Maduro como su sucesor. Y Cabello sería su número dos. Mucho se especula sobre la relación entre ellos, pero su destino está unido. EEUU acaba de elevar la recompensa por ellos a 25 millones de dólares. Está acusado de ser el máximo responsable del cártel de los Soles.

Desde la última remodelación del gobierno de Maduro, después del fiasco electoral del 28 de julio, no reconocido como tal por el régimen, Diosdado Cabello es ministro del Interior, Justicia y Paz. Como titular del Interior es el jefe máximo del SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia), la policía nacional bolivariana, y todos los cuerpos represivos.

El régimen está atizando el miedo: arrestó a unas 2.000 personas en los días posteriores al 28 de julio, luego aplicó la política de puerta giratoria y soltó un centenar, y en los primeros días de enero ha vuelto a los secuestros.

Desde su programa Con el Mazo Dando, Diosdado Cabello lleva desde 2014 siendo un maestro de la propaganda chavista. Es uno de los rostros más conocidos del gobierno de Maduro. También uno de los hombres más temidos. Los activistas saben que si Diosdado Cabello te nombra en su alocución, puedes echarte a temblar. Antes o después formarás parte de los desaparecidos, los presos de los que se ignora el paradero durante días. Luego se sabe de ellos y han ido a parar al Helicoide o a Ramo Verde. O incluso aparecen cuando ya han sido juzgados, sin ningún tipo de garantías.

Suele burlarse y calificar despectivamente a los opositores. Así lo hizo de María Corina Machado, a quien nunca menciona por su nombre, cuando fue interceptada después de salir de la clandestinidad y congregar a miles de venezolanos en Chacao, Caracas. Cabello se burló del video en el que Machado aludía a que había perdido su "cartera azul" y dijo que en ella guardaba antipsicóticos, tras negar que la hubieran capturado para luego liberarla. Su sobrino, Alejandro Rondón, fue más claro: "La verdad es que la agarramos y soltamos porque nos dio la gana. Para demostrar que nosotros sí podemos".