La Unión Europea y el Reino Unido han alcanzado un nuevo acuerdo para reforzar su relación en una amplia gama de ámbitos, desde la defensa hasta el comercio y la pesca, según ha anunciado este lunes el Gobierno británico. Los acuerdos fueron presentados durante la primera cumbre bilateral entre la UE y el Reino Unido tras el Brexit, celebrada en el palacete de Lancaster House, en Londres. Al encuentro asistieron el primer ministro británico, Keir Starmer; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y el presidente del Consejo Europeo, António Costa.

De acuerdo con un comunicado de Downing Street, Londres y Bruselas han pactado un acuerdo pesquero con una vigencia de 12 años, como solicitaba la Unión. A cambio, se reducirán las cargas administrativas para facilitar las exportaciones de productos agroalimentarios británicos a los Veintisiete. El pacto sanitario y fitosanitario, de duración indefinida, compromete al Reino Unido a alinear sus estándares con los europeos, lo que permitirá eliminar controles sobre productos animales y vegetales, así como reducir los tiempos de espera en las aduanas.

El primer ministro británico recordó que las exportaciones a la UE han caído un 21% y las importaciones un 7% tras el Brexit. El nuevo acuerdo busca revertir esa tendencia, ofreciendo mayores facilidades a productos británicos como salchichas o hamburguesas. Además, ambas partes han alcanzado un entendimiento para cooperar en un programa de movilidad juvenil, con cuotas y duración limitada. Londres no ofreció más detalles sobre este punto, uno de los más esperados por los Veintisiete.

Cooperación en seguridad y fronteras

En el ámbito de la seguridad y la defensa, se ha cerrado una nueva asociación entre la UE y el Reino Unido que permitirá a la industria militar británica participar en el Fondo Europeo de Defensa. Asimismo, el país iniciará conversaciones para acceder por primera vez a la base de datos faciales comunitaria. También se permitirá a los viajeros británicos utilizar las puertas electrónicas en los aeropuertos europeos.

El Gobierno británico destacó que una cooperación más estrecha en materia de emisiones, mediante la vinculación de los respectivos Sistemas de Comercio de Emisiones, mejorará la seguridad energética del país y protegerá a las empresas frente al nuevo impuesto al carbono de la UE, que entrará en vigor el próximo año. Según las estimaciones, este mecanismo podría añadir casi 9.000 millones de libras (10.710 millones de euros) a la economía británica de aquí a 2040.

Las exportaciones de acero británicas estarán protegidas frente a las nuevas normativas y aranceles restrictivos de la Unión. Además, el Reino Unido abrirá negociaciones para acceder a los datos de imágenes faciales del bloque europeo, sumándose así a los acuerdos ya existentes para el intercambio de datos de ADN, huellas dactilares y matrículas de vehículos.

Estas medidas, según el Ejecutivo, mejorarán la capacidad para detener a delincuentes peligrosos y garantizar su comparecencia ante la justicia con mayor agilidad. También se facilitará el tránsito de turistas británicos por Europa gracias a un mayor acceso a puertas electrónicas en los controles fronterizos. En paralelo, se implementarán "pasaportes para mascotas", permitiendo a perros y gatos británicos viajar más fácilmente por el continente.

"Es hora de mirar hacia adelante, de dejar atrás los debates obsoletos y las luchas políticas, y de encontrar soluciones prácticas y de sentido común que beneficien al pueblo británico", declaró el primer ministro. "De eso se trata este acuerdo: de volver a salir al mundo, siguiendo la gran tradición de esta nación. De construir las relaciones que elijamos, con los socios que elijamos, y de cerrar acuerdos que beneficien a nuestra nación. Porque eso es lo que hacen las naciones independientes y soberanas", añadió.