Que el Gobierno, o una parte muy relevante de sus miembros, está poniendo en práctica una estrategia  sumamente peligrosa e insensata de presión al Poder Judicial es algo que ya está fuera de toda duda. Abrió fuego el ministro de Exteriores Josep Borrell cuando declaró nada menos que en la BBC que "personalmente preferiría que estas personas estuvieran en libertad condicional. Creo que hay otras maneras de prevenir que se fuguen” aunque luego se cuidó de aclarar que “en España hay separación de poderes”, por lo que “el Gobierno no puede hacer nada” al respecto.

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