Los acontecimientos de esta semana en el Parlamento británico han dominado las portadas de los medios de comunicación británicos, españoles y del resto de Europa. La dinámica y la coreografía de nuestra Cámara de los Comunes resultan muy llamativas para los no británicos: por ejemplo, las llamadas al orden del presidente de la Cámara, John Bercow, lo han convertido en un personaje muy popular, casi tan conocido en Bilbao y en Málaga como en Birmingham y Manchester.

Una gran  mayoría de los diputados quiere respetar la voluntad de los británicos y salir de la UE

No obstante, es fácil perder de vista lo más importante si nos quedamos con los detalles y tácticas parlamentarias. Una gran mayoría de los diputados británicos quieres respetar la voluntad de mayoritaria de los británicos, expresada en las urnas de manera legal, y salir de la Unión Europea.

Pero quieren salir de una manera ordenada, con un acuerdo que sea ratificado por los parlamentos británico y europeo, un acuerdo que defienda los derechos de los ciudadanos y ofrezca una continuidad legal a las empresas, con una transición hasta al menos diciembre de 2020, el tipo de acuerdo que firmamos con nuestros socios europeos en noviembre con garantías adicionales en la cláusula de seguridad para Irlanda del Norte.

Y admiten que necesitamos más tiempo para conseguirlo. Es lo que el Gobierno va a intentar lograr esta semana. Si la Cámara de los Comunes no aprueba el Acuerdo de Retirada para el miércoles 20, el Gobierno tratará de conseguir una extensión única de tres meses, hasta el 30 de junio, para poder aprobar la legislación necesaria y ratificar el acuerdo.

Si la Cámara no aprueba un acuerdo para el día 20, y dado que ha rechazado mayoritariamente salir sin acuerdo, es muy probable que el Consejo Europeo que comienza el 21 exija un propósito claro para una extensión que además incluyera de cuánto tiempo sería. Además, cualquier extensión que vaya más allá del 30 de junio supondría que el Reino Unido participaría en las elecciones al Parlamento Europeo del mes de mayo.

Al Gobierno británico no le parece que esta sea una buena situación, por lo que ha sido claro con las opciones que hay: salir con el Acuerdo de Retirada pero con una extensión larga, en la que incluso podría celebrarse un segundo referéndum que dañaría la frágil confianza entre los ciudadanos y los diputados y para el que no hay mayoría parlamentaria; tratar de negociar otro acuerdo, una opción que ha sido ya rechazada por la UE; o salir con el acuerdo negociado por el Gobierno, un acuerdo que es la mejor solución para todos.

He pasado gran parte de las últimas semanas escuchando a empresas españolas, ya sea del sector agroalimentario en Almería, Murcia o Valencia, de la industria automovilística, en el País Vasco, o de multinacionales españolas líderes mundiales que han hecho del Reino Unido el primer destino en Europa de la inversión exterior española. Me han recordado que para las empresas la cuestión principal no es solo cómo salimos, sino qué relación comercial queremos tener dentro de cinco o diez años.

A los jóvenes les preocupa cómo buscamos soluciones comunes a cuestiones como el cambio climático, la revolución digital o el envejecimiento de la población

Esta semana también he escuchado a jóvenes españoles y británicos en nuestros foros #UKSpain2030 y Jóvenes Tertulianos Hispano-Británicos, que serán parte de la próxima generación de líderes y para los que la pregunta es cómo forjamos soluciones comunes a asuntos trascendentales como el cambio climático, la revolución digital o el envejecimiento de nuestras sociedades.

Esos son los retos que vamos a tener en un futuro no muy lejano, y confío en que tanto el Reino Unido como España, y los demás países de la Unión Europea, encontraremos el modo de colaborar y afrontarlos juntos.


Simon Manley es embajador británico en España.