Arnaldo Otegi y Marta Rovira firman en Ginebra un acuerdo para que sus dos formaciones políticas actúen coordinadamente tras el 28-A. A las elecciones europeas del 28 de mayo EH Bildu, ERC y el BNG se presentarán juntos en la candidatura "Ahora Repúblicas".

La alianza de Bildu y ERC complica las opciones para formar gobierno de Pedro Sánchez, que podría necesitar de los escaños del partido independentista catalán para lograr la mayoría absoluta en el Congreso si los votos del PSOE, Podemos y PNV no suman. Las posibilidades de repetición de un "gobierno Frankenstein", como calificó Felipe González a un posible ejecutivo presidido por Pedro Sánchez y apoyado por los mismos partidos que respaldaron la moción de censura que derribó a Rajoy, quedan reducidas prácticamente a cero.

Aunque ERC se esfuerza por mostrar una cara amable y dialogante, como la que ofreció Gabriel Rufián en el debate del pasado martes en TVE, los hechos demuestran que los republicanos no han retrocedido ni un milímetro en sus exigencias al estado. Consideran "irrenunciable" el derecho de autodeterminación y, al mismo tiempo, coordinan sus estrategias con el radicalismo abertzale, cuyos seguidores han intentado boicotear los mítines de Vox y Ciudadanos en el País Vasco.

ERC se esfuerza por mostrar una cara amable, pero sin retroceder en la autodeterminación

ERC, como ha reconocido Joan Tardá, su portavoz en el Congreso en la pasada legislatura, le dio su apoyo a Sánchez en la moción de censura sin pactar nada de antemano. Pero ahora la situación ha cambiado. El PSOE ha comprobado que su mensaje de diálogo pero siempre en el marco de la Constitución le ha atraído votos del centro, que son los que le han proporcionado el empujón en las encuestas.

Sánchez no puede jugarse su frágil crédito reeditando de nuevo una negociación bilateral como la que llevó al acuerdo de Pedralbes, en el que se dejaba la puerta abierta a un referéndum pactado en Cataluña.

ERC, por su parte, está actuando en clave catalana. El bloqueo de la situación política en Cataluña, con un Quím Torra cada vez más aislado, hace cada vez más probable un adelanto electoral para el otoño. Y Junqueras lo que persigue es obtener una clara mayoría en el Parlament que le permita desembarazarse del fantasma de Waterloo. Aunque el primer asalto de esta pugna interna por la hegemonía en el independentismo catalán tendrá lugar el propio 28-A (cita en la que el partido de Puigdemont puede perder la mitad de sus escaños, o más incluso), el auténtico medidor de esa batalla se producirá en las elecciones municipales del 28 de mayo, en las que ERC espera desbancar el poder local que aún conserva el PDeCAT.

El primer asalto por la hegemonía en el secesionismo tendrá lugar el propio 28-A

Junqueras no se puede permitir el lujo de bajar la guardia en cuanto a sus reclamaciones independentistas. El pacto con Bildu refuerza esa idea de no dar un solo paso atrás ante un electorado radicalizado y movilizado. Este viernes podremos ver al líder republicano dar una rueda de prensa desde la cárcel, y será una buena oportunidad para comprobar el estado de la cuestión.

Sánchez, experto en dar bandazos, tuvo un gran acierto al adelantar las elecciones tras la manifestación de Colón. Ahora confía en un resultado electoral que ni si quiera él imaginaba hace un par de meses. La paradoja es que su giro hacia la moderación, su rechazo a ceder en lo esencial (la Constitución) a los independentistas, le podría llevar a una situación sin salida: que no pueda repetir la mayoría de la moción de censura y que España se vea abocada a la repetición de elecciones.