Fin de la usurpación, Gobierno de transición y elecciones libres. Esta es la hoja de ruta que se marcó el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, después de tomar posesión de su cargo. No habrá salida democrática para el país si el narco-régimen chavista no se desmorona. Guaidó ha trabajado, reclamado y luchado por ganar apoyos entre el poder chavista y, en especial, en el ejército, el único sustento de una dictadura sin legitimidad alguna. Hoy, por fin, parece que al menos una parte sustancial de la Fuerza Armada Nacional ha decidido abrazar la causa democrática, ha liberado al preso político Leopoldo López -símbolo de la resistencia democrática y premio Sájarov del Parlamento Europeo -y se ha puesto de parte del presidente encargado.

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