PSOE y Podemos se vigilarán, van a crear un comité de control del pacto, un comité de ceños y reojos, porque nadie se fía de nadie. Harán agujeros en las pupilas de los cuadros de los ministerios, para observar con esos ojos de llama temblona, sospecha eterna y fijeza de pesadilla. Dani Gago, el otro día, nos dibujó en una foto esa tensión y ese abismo del pacto. La foto tiene una gran composición, con Sánchez en el centro, haciendo de punto de fuga como en una adoración de pastores o una última cena de socialistas y podemitas. Hasta el presidente aparece bebiendo de una botellita como de una teta sin Madonna o de un cáliz sin bruñir. En medio hay un espacio muy leonardiano, como el que tiene La Virgen de las rocas, el que separa a Juan Bautista niño del Niño Jesús, a quienes la Virgen quiere acercar. En ese espacio están el destino y la incertidumbre y la tragedia. Igual que en la foto de Sánchez.

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