Sánchez va a modificar el Código Penal para que Junqueras pueda salir sin amnistía, sin indulto y no sé si sin lorzas de su cárcel de Dumas, salitroso, presto, decidido y hasta subvencionado para la venganza como el conde de Montecristo. Como conocemos a Sánchez, no nos sorprende que lo haga, aunque esto no es lo más llamativo. Lo más llamativo es que, como conocemos a Sánchez, tampoco nos sorprende que nos diga que en realidad no está haciendo eso. Bueno, la verdad es que Sánchez está en Davos prometiendo en un inglés de Paco Martínez Soria o megafonía del AVE que vamos a controlar el déficit, a la vez que aquí levanta ministerios para cada rastrillo y Podemos le exige el socialismo de las monedas de chocolate y del chocolate del loro. La encargada de explicarnos lo inexplicable ha sido otra vez Carmen Calvo, que yo creo que la tienen un poco como rubia de Hollywood del Gobierno, para despistar entre la tontada y la sinceridad, entre la ingenuidad y la fatalidad.

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