Nadia Calviño (vicepresidenta tercera y ministra de Economía) y María Jesús Montero (ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno) presentaron este martes el cuadro macroeconómico sobre el que se asentarán los Presupuestos Generales del Estado de 2020, cuya aprobación dependerá de si ERC se da por satisfecha con la negociación bilateral Gobierno/Generalitat que debe establecer un nuevo marco político para Cataluña.

El cuadro macro suele ser un rollo que sólo interesa a los economistas, pero eso no quiere decir que no sea importante. En él se plasman las previsiones del Gobierno sobre ingresos y gastos en función de cómo espera que se comporte la economía... y también las subidas de impuestos que nos esperan. La cuestión es cómo traducirlo para que el ciudadano no iniciado comprenda lo que esconden unos fríos números expresados en porcentajes.

Intentaremos hacer ese esfuerzo:

1º Lo que las ministras dijeron es que la economía este año crecerá menos de lo que el propio Gobierno preveía hace unos meses. El PIB aumentará un 1,6%, en lugar del 1,8% que se esperaba en el mes de octubre del año pasado.

2º Cuando la economía reduce su crecimiento, la reducción de paro se ralentiza. De esa forma, según el cuadro presentado ayer, en 2020 el desempleo se reducirá apenas 0,5 décimas, para terminar el año en el 13,6%.

3º Al mismo tiempo que se anuncia esa desaceleración (que afecta a crecimiento y empleo) el Gobierno vaticina un aumento del techo de gasto del 3,8% sobre 2019. Eso significa unos 5.000 millones más de gasto para este ejercicio.

4º Por último, el Gobierno prevé que este año el déficit público se cierre en el 1,8% sobre el PIB, una décima más de lo que se preveía el pasado mes de octubre.

Sabemos que la economía se desacelera más de lo previsto, pero el Gobierno no ha dicho cuánto nos va a costar a los ciudadanos cumplir una senda que prevé más gasto y, al mismo tiempo, menos déficit

Con esos números, uno se hace a la idea de que las cosas van a ir a peor, pero no de forma dramática. Sin embargo, el cuadro esconde un truco que impide ver el esfuerzo que tendremos que hacer los ciudadanos para cumplir esos objetivos.

El truco está en que las ministras no revelaron ayer un dato fundamental: la cifra de déficit del año 2019.

Según los datos del Banco de España, el déficit de las administraciones públicas (central, autonómica, local y Seguridad Social) supuso el 2,5% del PIB en 2019. Es incluso probable que la cifra final -y que el Gobierno no quiso dar ayer- supere ese porcentaje pudiendo aproximarse al 3%.

Si eso es así, significa que este año el Estado tiene que reducir el déficit entre 0,7 décimas y 1 punto (entre 7.000 y 11.000 millones) sobre el año pasado.

Y ahora viene la cuestión importante: si la economía crece menos, se aumenta el gasto y, además, se espera reducir el déficit, ¿de dónde saldrá el dinero?

Pues muy claro: de la subida de impuestos. Una subida que el Gobierno tampoco quiso cuantificar ayer y que desvelará cuando se presente el proyecto de Presupuestos.

Así que tendremos que esperar unos meses para saber cuánto nos va a costar la traducción en impuestos de un cuadro macroeconómico sobre cuya mutilación -la ocultación de la cifra de déficit de 2019 y la subida esperada de ingresos vía impuestos para financiar el aumento del gasto- Calviño y Montoro no dieron ayer ninguna explicación.

Nadia Calviño (vicepresidenta tercera y ministra de Economía) y María Jesús Montero (ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno) presentaron este martes el cuadro macroeconómico sobre el que se asentarán los Presupuestos Generales del Estado de 2020, cuya aprobación dependerá de si ERC se da por satisfecha con la negociación bilateral Gobierno/Generalitat que debe establecer un nuevo marco político para Cataluña.

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