Si los medios de comunicación sufren, también lo hacen nuestras democracias. Tras el acuerdo alcanzado por los dirigentes europeos sobre un histórico plan de recuperación para hacer frente a la crisis, debe prestarse una atención especial al sector de los medios de comunicación. La drástica caída de los ingresos del sector (casi el 80% en varios países) pone en peligro a nuestras democracias. 

No podemos dar por supuestos los valores que definen nuestra Unión: la libertad, la democracia, el Estado de Derecho y los derechos fundamentales. Hay que luchar por ellos. Lo mismo ocurre con la libertad y el pluralismo de los medios de comunicación, para los cuales la transformación digital supone un reto.

De hecho, vivimos una situación paradójica. Nunca ha habido tantos lectores, oyentes y espectadores, pero los ingresos son más bajos que nunca debido a la pérdida de publicidad. Al mismo tiempo, casi la mitad de los ciudadanos de la UE sigue las noticias en línea como su principal fuente de información sobre la política nacional y europea.

Cuando las noticias se fueron trasladando a internet, muchos creadores de contenidos y periodistas quedaron rezagados. Aunque muchos medios de comunicación se han adaptado a la transición digital, esta tendencia ha puesto en peligro a las empresas de medios locales, a menudo las más cercanas a los ciudadanos.

Las tecnologías digitales han creado nuevas oportunidades para acceder a la información pero también han dado lugar a nuevos riesgos

Las tecnologías digitales han creado nuevas oportunidades para acceder a la información y difundirla, pero también han dado lugar a nuevos riesgos para la libertad de expresión y el pluralismo de los medios. Estos riesgos están estrechamente relacionados con la función de controladoras del acceso que asumen las plataformas en línea, con su poder de mercado y con la enorme cantidad de datos y la cuota de publicidad que poseen.

Facebook y Google, por sí solos, copan más del 50% del mercado de los anuncios en línea. Nuestra futura legislación europea sobre servicios en línea, la Ley de servicios digitales, abordará estas cuestiones. Tenemos la intención de proponer normas previas para solventar mejor las deficiencias del mercado derivadas de la posición de las grandes plataformas en línea.

También estudiaremos las normas nacionales existentes sobre la diversidad y la concentración de los medios para analizar si pueden garantizar la pluralidad de voces en los mercados digitales y de qué forma. En términos generales, es fundamental presentar una visión y unas perspectivas positivas para el sector, que se enfrenta a la transformación digital. 

Sin embargo, la situación económica de los medios de comunicación es solo una parte del problema. No hace tanto tiempo, en Europa teníamos países en los que los medios solo ofrecían una versión de la historia, la que convenía al poder. Como escribió el autor franco-checo Milan Kundera: «Una pregunta es como un cuchillo que rasga el telón y nos permite echar un vistazo a lo que está detrás».

No existía libertad de opinión, no se toleraban las críticas, y eso se ajusta a la definición de régimen totalitario. Estos regímenes totalitarios temen a las personas informadas. La diversidad de puntos de vista supone un debate más amplio, el florecimiento de las ideas y una fuente de inspiración. Es lo que necesitamos para progresar como sociedad. 

Cuando estalló la pandemia en China, vimos que restringir la libre circulación de la información tiene consecuencias dramáticas para la salud y la protección de las personas. 

Más que nunca la crisis ha demostrado que la libertad de expresión y el pluralismo en los medios pueden salvar vidas

Más que nunca, la crisis ha demostrado que la libertad de expresión, el acceso a la información y el pluralismo de los medios de comunicación pueden salvar vidas y son la mejor manera de luchar contra la desinformación. Por eso es hora de intensificar nuestra actuación y proteger y consolidar estos derechos como parte de nuestros esfuerzos de recuperación. 

Hay mucho trabajo por hacer. La imagen que ofrece el instrumento de seguimiento del pluralismo en los medios de comunicación, un informe independiente cofinanciado por la UE, dista de ser tranquilizadora. 

Este estudio indica que ningún país europeo es inmune a los riesgos para el pluralismo de los medios de comunicación. Los periodistas siguen enfrentándose a una serie de amenazas y ataques, tanto físicos como digitales, y sus condiciones de trabajo se han deteriorado aún más.

Al menos 50 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación que han cubierto las protestas en Europa han sido objeto de ataques desde principios de este año. El informe también pone de manifiesto que los medios siguen siendo vulnerables a las injerencias políticas, especialmente si sus condiciones económicas son inestables.

La distribución de la publicidad estatal puede utilizarse como herramienta de presión para silenciar a los periodistas e impedir que hagan preguntas incómodas. Cuantas más preguntas se hagan, más veremos lo que está detrás del telón.

No existen soluciones rápidas, pero la Comisión Europea está acelerando la adopción de medidas. Pedimos a los Estados miembros que adapten urgentemente su legislación a las nuevas normas europeas sobre servicios de comunicación audiovisual.

Estas normas refuerzan la independencia de los reguladores de los medios de comunicación, fomentan la transparencia de la propiedad de los medios, promueven mejor la producción europea en los servicios a la carta y protegen eficazmente a los ciudadanos, especialmente a los niños, contra los contenidos ilícitos y nocivos, también en las plataformas de distribución de vídeos.

Presentaremos una serie de iniciativas a finales de año para reforzar la democracia, el Estado de Derecho y los derechos fundamentales, y ayudar al sector de los medios de comunicación a recuperarse y a asumir plenamente la transformación digital.

Nuestro plan histórico de recuperación también impulsará la economía y debe apoyar al sector, respetando plenamente su independencia, pero la Comisión por sí sola no puede ganar esta batalla. Necesitamos que actúen los Gobiernos y los reguladores de la Unión Europea.

Todos debemos darnos cuenta del papel esencial de unos medios de comunicación libres e independientes, un papel que las redes sociales nunca podrán desempeñar. La libertad de prensa es un derecho no solo para los periodistas, sino para todos nosotros. Hoy nos comprometemos a no cejar en la lucha por unos medios de comunicación libres y pluralistas. 


Věra Jourová es vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Valores y Transparencia, y Thierry Breton es comisario europeo de Mercado Interior.