Abascal, con esa cosa suya de capitán mongol de lo español, se había preparado o soñado un escenario a medida, la vasta estepa sanchista de ineptitudes y mentiras allí esperando sus cuchilladas aullantes y curvas, mientras el PP quedaba de campesino salpicado y cobarde. Sánchez, que lo sabía, simplemente dejó que acuchillara el aire para después despacharlo tirando de piloto automático. Aquello no era una moción de censura, sino algo más parecido a aquella película, Solo en casa, la de aquellos cacos feroces, atroces y torpes contra un niño listo y resbaladizo que les ponía trampas entre mocos con sus propias embestidas.
Te puede interesar
-
El Frente Polisario, invitado en el Congreso Nacional del PP
-
Sumar da una semana a Sánchez para superar el "shock" en el PSOE y asumir su plan de legislatura
-
Las bajas en Sumar abren camino a IU para reclamar mayor peso en el Congreso
-
Feijóo y Abascal se reúnen en mitad de las presiones de Vox para presentar una moción de censura
Lo más visto