Abascal, con esa cosa suya de capitán mongol de lo español, se había preparado o soñado un escenario a medida, la vasta estepa sanchista de ineptitudes y mentiras allí esperando sus cuchilladas aullantes y curvas, mientras el PP quedaba de campesino salpicado y cobarde. Sánchez, que lo sabía, simplemente dejó que acuchillara el aire para después despacharlo tirando de piloto automático. Aquello no era una moción de censura, sino algo más parecido a aquella película, Solo en casa, la de aquellos cacos feroces, atroces y torpes contra un niño listo y resbaladizo que les ponía trampas entre mocos con sus propias embestidas.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 La Promesa: avance del episodio del lunes 28 de abril
- 2 Pardo de Vera escoge a la exabogada del Estado del 'procés' y su mano derecha en Adif para defenderse en el 'caso Koldo'
- 3 Así es Arantxa Aranguren: El último fichaje de La Promesa
- 4 Los nuevos radares que multan cinco veces más: dónde están
- 5 Estos son los posibles sucesores del Papa Francisco
- 6 Eugenia vuelve a La Promesa: RTVE adelanta los acontecimientos
- 7 El Gobierno aprueba la nueva ayuda de 200 euros para la crianza
- 8 Los trucos escenográficos del Vaticano y la Plaza de San Pedro
- 9 Clothoff: la IA que miles de españoles usan para desnudar mujeres