En el momento de cerrar esta pieza, Joe Biden aventaja a Donald Trump por 5.500 votos en Pensilvania y por una mínima diferencia también de 1.000 votos en Georgia. Si la balanza en ambos Estados se inclina a su favor, todo habrá acabado políticamente para el presidente más loco, populista y peligroso que haya pasado jamás por la Casa Blanca.

Un Trump que denuncia, sin pruebas, un falso pucherazo y un puñado de fanáticos —muchos de ellos armados— que instigados por el líder de lo que más parece ya una secta, pasean por las calles de las principales ciudades vociferando y amenazando a esa inmensa mayoría silenciosa que está deseando ya pasar esta bochornosa página en la historia de los EEUU y que la democracia siga su curso.

Los abogados del todavía presidente en funciones han abierto ya varias demandas por fraude electoral masivo… sin duda condenadas al fracaso. Pero mientras tanto, Donald Trump está abocando a los Estados Unidos a una auténtica Guerra Civil. En las concentraciones, que se han ido sucediendo desde los primeros compases del escrutinio, se ha podido ver a numerosas personas armadas. 

Tras varios días de recuento, Joe Biden se ha proclamado nuevo presidente de Estados Unidos. La victoria en Pensilvania ha […]