Sánchez no puede, no sabe, no quiere tomar ni una decisión sobre el bicho. Tiene que ser la Ciencia, que viene a visitarlo de vez en cuando como el practicante; tienen que ser las autonomías, por ese dogma sobrevenido de la cogobernanza; tiene que ser Europa, por lo de que haya una respuesta coordinada o casi tectónica. Incluso Portugal sirve. Portugal restringe los vuelos desde el Reino Unido y es cuando Sánchez se une diciendo que ha sido una estrategia ibérica, un hermanamiento colombino y un alarde de sincronización naval. Desde que nuestras minervas descubrieron que Portugal iba mejor porque estaba más al oeste, creo que han estado mirando hacia allí, por si estornudaba su nariz de los mapas. O sea, que el bicho mutante de Inglaterra puede llegar y nuestro Gobierno aún estaba pensando si está bien que prohibamos vuelos sin hacer antes en las Azores una cumbre o un partidillo benéfico.

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