Tras el desastroso resultado electoral en Cataluña, Ciudadanos necesitaba un golpe de efecto, acallar los rumores de división interna que llegaban a la dirección del partido por parte de muchos de sus barones. Inés Arrimadas fue la política más deseada mientras estuvo al frente Albert Rivera, y la más criticada cuando llegó a la presidencia del partido. Solo cuando los resultados son buenos se acata sin rechistar al líder, se les cuestiona tras un desastre electoral, y Ciudadanos ya lleva dos fracasos. El partido naranja necesitaba una victoria y la propia Inés una jugada maestra que acallara a los críticos de su gestión. Los motivos peregrinos utilizados para la moción de censura en Murcia, importaban poco si se conseguía tocar poder. Ninguna región ni autonomía española, ninguna de las principales capitales del país estaba gobernada por Ciudadanos, Murcia iba a ser la primera.

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