El asunto de la candidatura de los señores Toni Cantó y Agustín Conde tiene interés jurídico porque es la primera vez que se contraponen ante el Tribunal Constitucional la prevalencia o no de un derecho fundamental, como es el derecho a la participación política, lo cual incluye el derecho a elegir representantes y en el envés de ese derecho, el derecho a ser elegido, sobre una norma incluida en la Ley Electoral  que regula el aspecto censal del ejercicio de ese derecho fundamental.

Visto así, de primeras, parece evidente que un derecho fundamental como es el de la participación política no podría, no debería verse limitado por un requisito meramente administrativo, cual es la fecha en que un candidato se ha inscrito en el padrón correspondiente que le habilita para presentarse a unas elecciones en la circunscripción electoral de que se trate.                           

Supongo que en torno a esa cuestión giró este jueves la controversia habida en el seno del Tribunal Constitucional cuya Sala Primera fue la encargada de pronunciarse sobre un asunto polémico que no había entrado nunca en el TC. Quizá, y dado que no existían precedentes, hubiera sido mejor que este recurso se hubiera avocado a pleno para que fuera el Tribunal al completo el que sentara el primer precedente sobre esta cuestión.

No ha sido así y el presidente del TC, Juan José González Rivas, se vio en la necesidad de recurrir a su voto de calidad -en la que su voto vale por dos- para deshacer el empate.

Por mucho que le haya supuesto una contrariedad al equipo del Partido Popular, que ahora tiene que decidir si llena estos dos puestos ahora vacantes con los nombres de los suplentes en la lista ya confeccionada o hace correr el escalafón y busca otros dos candidatos para cerrar la sábana, lo cierto es que lo establecido por el  Tribunal Constitucional tiene mucho sentido, no en el caso concreto que nos ocupa hoy sino a la hora  de establecer unas mínimas reglas para impedir fraudes electorales masivos.

Y esto es así porque si no existiera una limitación concreta y precisa para adquirir la condición de elegible en cada circunscripción asistiríamos a un baile constante de inscripciones censales motivadas por la conveniencia electoral en cada caso y nuevas modificaciones en sentido contrario, es decir, empadronamientos de vuelta, una vez las elecciones se hubieran celebrado.

Toni Cantó va a seguir acompañando a la candidata Ayuso a todas partes para demostrar con su sola presencia que el Partido Popular debe ser el destino natural de todo votante de centro derecha

Y eso constituiría un monumental fraude de ley que es lo que la legislación se ha ocupado precisamente de impedir. De modo que tiene sentido el rechazo por el Tribunal Constitucional  del recurso planteado por el Partido Popular. Supongo, lo comprobaremos en unas horas, que los votos particulares de los tres magistrados que los han anunciado tendrán que ver con la evidente apariencia de desajuste constitucional que supone el que un derecho fundamental quede restringido por un requisito meramente administrativo. Y esa no es una cuestión menor. Por eso hubiera sido más adecuado que este recurso se hubiera estudiado en el pleno del TC y que en las deliberaciones hubieran participado todos los magistrados que lo componen.

Dicho esto, el golpe  que han recibido Isabel Díaz Ayuso y la dirección nacional del PP es más de imagen, en una trayectoria ascendente de la candidata sin un tropiezo hasta ahora, que funcional.

Hay que recordar que, en sus conversaciones con Pablo Casado y Teodoro García Egea, Díaz Ayuso tuvo que ceder para hacerle un hueco en el número cinco al hasta hacía muy pocos días miembro destacado de Ciudadanos. Es verdad que no existe ya la posibilidad de que comparta portavocía en el Senado con Javier Maroto y que no podrá sentarse en el Congreso de los Diputados. Pero también es verdad que la suya ha sido una incorporación de muy última hora y que su papel ante la opinión pública, que consiste fundamentalmente en personificar la inanidad creciente de Ciudadanos, partido al que abandonan muchos de los mejores, lo va a seguir desempeñando con la misma efectividad que hasta ahora.

Toni Cantó va a seguir acompañando a la candidata Ayuso a todas partes para demostrar con su sola presencia que el Partido Popular debe ser el destino natural de todo votante de centro derecha. Y cuando se cierren las urnas y se hagan los cálculos de quién está en condiciones de gobernar, podrá ocupar alguna cartera en el hipotético gobierno de Díaz Ayuso o asumir alguna responsabilidad dentro de la dirección nacional del PP.

Son infinitamente más relevantes para el país la decisión y los argumentos  del Tribunal Constitucional que el destino final y concreto de un candidato a quien el calendario no ha favorecido en sus planes.