La matanza perpetrada ayer en Kabul, en la que según informaciones procedentes del Pentágono habrían muerto 12 marines norteamericanos y un total de 60 personas además de un centenar largo de heridos, no es más que el aperitivo sangriento de la orgía de sangre que se avecina contra cualquiera que sea considerado enemigo por el régimen talibán o por cualquiera de los grupos terroristas que tienen su refugio en el país.

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