En este Gobierno hace ya mucho tiempo que no hay una coalición de dos partidos sino de tres, siendo el partido de Yolanda Díaz el representado por ella misma y por nadie más. Eso se pudo constatar una vez más en la rueda de prensa de ayer en la que se da traslado de los acuerdos del Consejo de Ministros.

Díaz fue preguntada por los ataques furibundos de Podemos al PSOE de este fin de semana y qué opinaba de que la Junta de Portavoces hubiera tumbado por la mañana el propósito de que el debate de toma en consideración -el primer paso de la tramitación parlamentaria- se adelantara al 21 de febrero para abordar las enmiendas propuestas por el Partido Socialista a la ley del sólo sí es sí.

Pero Yolanda Díaz se desmarcó de las posiciones de los morados y subrayó la condición indispensable para alcanzar acuerdos sobre todo en los temas espinosos: “acuerdo, acuerdo y acuerdo; discreción, discreción y discreción” dijo.

El propósito de Podemos y el de los portavoces de los grupos parlamentarios que les apoyan en este caso, ERC y Bildu, es llevar hasta el dia 7 de marzo la discusión con el fin de aparecer como los que no van a dejar que les tuerzan el brazo los socialistas. 

Pero es que los caminos de Podemos y del PSOE discurren hoy de forma paralela en este asunto, es decir, que no pueden, o les es muy difícil, encontrarse.

El PSOE ve como se está desangrando y perdiendo el apoyo  de una infinita cantidad de mujeres, además de estar generando una enorme alarma social. Y las ministras de Podemos están aprovechando el apoyo de los socios de investidura del Gobierno para prolongar la toma en consideración del proyecto de reforma y aparecer el 7 de marzo como el partido que se ha mantenido firme en su resistencia a claudicar.

El 8 de marzo es el Día de la Mujer y saldrán a la calle muchas mujeres que estarán de acuerdo con las posiciones mantenidas por Podemos. 

En estos momentos los socialistas no tendrían inconveniente en votar junto al PP, e incluso junto a Vox, unas enmiendas que solamente pretenden endurecer las penas a los violadores y volver a los castigos de antaño -castigos con el que el Tribunal Supremo ha condenado a los violadores de La Manada a una pena de 15 años- porque les va la vida en ello.

Lo que sucede es que la señora Díaz no encuentra acomodo en su espacio de izquierdas

Pero eso es más de lo que los socios del Gobierno están dispuestos a permitir. Por lo tanto van a forzar al PSOE a negociar con la parte morada del Gobierno hasta que salga una propuesta unitaria. Y eso durará hasta el 7 de marzo como poco.

Y ahí está Yolanda Diaz poniéndose de perfil pero claramente posicionada del lado del PSOE y claramente enfrente de sus supuestos socios.

Lo que sucede es que la señora Díaz no encuentra acomodo en su espacio de izquierdas porque es evidente que las posiciones de Podemos la incomodan y Pablo Iglesias que es quien dirige las invectivas contra ella, la detesta. 

Ella sigue con su impronta de “mujer progresista” y tiene muy claro que “nunca” va a dar “una baza a la derecha”, cuenta aquí Juanma Romero. Es decir, que nunca hará ningún gesto ni tomará ninguna decisión que pueda servir para ayudar a los conservadores. 

Su leit motiv es que hay que «seguir sumando siempre», buscando complicidades y no confrontando. 

Yo ignoro dónde se va a posicionar la señora Díaz llegado el momento de las elecciones generales, pero por el camino por el que discurre, no va a tener sitio en las filas moradas. Quizá reste votos a Podemos llegado el momento, pero eso solo va a redundar en un perjuicio para la inevitable -por ahora- coalición que se tendría que dar en caso de una victoria de las posiciones de izquierdas.

Puede que la señora Díaz mueva a los que se refugian en la abstención porque no estén de acuerdo con las políticas que ha llevado a cabo el Gobierno en lo que se refiere a la protección de la unidad de España y a las reducciones de penas pretendidas, pero impedidas ahora por el Tribunal Supremo, a los previamente indultados. 

Puede que sea así pero no se me alcanza con qué movimiento va a sacar a las calles a una legión de votantes, tantos que compensen el debilitamiento de la marca morada.

Yo me declaro invidente en el caso de la señora Díaz, en el sentido de que no veo, literalmente no veo, donde se ubicará llegado el momento de los comicios generales. 

No sé si lo que pretende es robarle sus bases a Podemos porque en ese caso no tendrían bastantes votantes para aupar a Sánchez de nuevo a La Moncloa.

No lo veo, confieso que no lo veo.