La XXVIII Cumbre Iberoamericana ha sido un éxito. Y hablo de éxito porque, sin duda, se ha convertido en el punto de partida para tratar de situar a la Comunidad Iberoamericana en el epicentro del nuevo orden mundial. Citando al secretario general iberoamericano, Andrés Allamand, si se ha sacado algo en claro en esta cita es la intención de “mantener Iberoamérica como espacio privilegiado para el diálogo, la articulación política, el consenso y la cooperación”.

La asistencia de más de la mitad de los 22 mandatarios iberoamericanos ha conseguido alcanzar el consenso de tres de los cuatro grandes objetivos que se debatían en Santo Domingo: la carta medioambiental, la carta digital y la ruta hacia la seguridad alimentaria. Pero lo más interesante es que la reunión ha impuesto un reto en el que los países ya han comenzado a trabajar: una triple alianza iberoamericana, euro-latinoamericana y público-privada.

España quiere convertirse en esa herramienta capaz de encajar las piezas para alcanzar una unión total

Este encuentro ha logrado reposicionar a América Latina como una apuesta estratégica para la UE y para el entramado de relaciones empresariales promotoras de las alianzas público-privadas. Y España quiere convertirse en esa herramienta capaz de encajar las piezas para alcanzar una unión total. Engranajes como retomar las cumbres UE-CELAC, el próximo julio, casi una década después de su última edición.

Un evento en el que, como llegó a avanzar S.M. el Rey, se presentará una cartera de proyectos de inversión para la región que contará con el respaldo de la UE y de instituciones financieras internacionales como el BERD, el BID, la CAF o el BCIE. Y para “aprobar algunas asignaturas pendientes”, citando al alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, con el impulso de la firma de acuerdos de libre comercio de los países miembros, bloqueados desde hace años: la ratificación final del pacto con Mercosur; los de modernización con México y Chile, y el de Centroamérica.

Alianza público-privada

La alianza público-privada también fue protagonista en la antesala de la cumbre, es decir, en el XIV Encuentro Empresarial Iberoamericano. Unos 1.500 empresarios de América Latina, España y Portugal se reunieron en la capital dominicana para compartir sus experiencias como inversores.  Y es que la apuesta de España por América Latina cada vez se hace más fuerte, y los empresarios tienen mucho que ver en esto. Nuestro país se sitúa como el primer inversor europeo en América Latina, sobre todo en México y Brasil, y el segundo a nivel mundial, tras EEUU, y las compañías españolas han conseguido tener presencia en 11 de los 19 países de la región. Pero es que, además, esta colaboración es recíproca, pues Latinoamérica es el cuarto inversor en España y, tras la pandemia, sus multilatinas mostraron una recuperación sobresaliente.

La suerte de haber podido estar un año más en la Cumbre Iberoamericana me regala la licencia de poder afirmar que este encuentro ha arrojado un poco más de certidumbre a este momento de plena incertidumbre con el que convivimos tras los golpes del Covid; del conflicto armado entre Rusia y Ucrania o de la crisis humanitaria de Haití.

Creemos en los encuentros que sirven para que los líderes institucionales y empresariales de la región trabajen para potenciar el crecimiento económico sostenido y sostenible de nuestra comunidad

Sin duda, una labor que no habría sido posible sin la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB) y sin el Gobierno de la República Dominicana, a los que quiero hacer llegar mi enhorabuena. Al igual que quiero felicitar al Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB), a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), al Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) y a Copardom por su trabajo y por los resultados del encuentro empresarial previo a la Cumbre Iberoamericana.

Y es que, al igual que todos ellos, desde el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), asociación que tengo el honor de presidir, creemos en los encuentros que sirven para que los líderes institucionales y empresariales de la región trabajen para potenciar el crecimiento económico sostenido y sostenible de nuestra comunidad, en base a una acción coordinada y con objetivos comunes como el cumplimiento de los Derechos Humanos, la defensa de la democracia, el respeto a la cultura, la igualdad y la equidad y el compromiso con la migración segura, ordenada, entre muchos otros.

Núria Vilanova es Presidenta del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI)