El programa de entretenimiento de mayor audiencia, El Hormiguero de Pablo Motos, se ha convertido esta semana en el Tourmalet electoral para los dos candidatos con más posibilidades de ganar las elecciones.

Pedro Sánchez acudió el martes a El Hormiguero con ganas de sacarle los colores a la derecha en un programa que él mismo - sin mencionarlo- ha situado en el centro de la burbuja que ha fabricado las mentiras sobre el "sanchismo".

Fue a por todas, arrolló al entrevistador y no perdió nunca la sonrisa. Se llevaba la lección bien aprendida y salió airoso de las preguntas más comprometidas, como los acuerdos con Bildu o el fiasco de la ley del "sólo si es sí". Tuvo un buen registro de audiencia: le vieron más de 2,9 millones de personas (el 22,8% de cuota de pantalla).

Ayer le tocó el turno al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que tenía en la entrevista un objetivo distinto al del presidente del Gobierno: su misión fue la de convencer al espectador normal de que él es un hombre normal, alguien sensato y fiable al que se le puede comprar un coche usado. También fue con la lección aprendida y cuando Motos le preguntó si nombraría a Abascal vicepresidente de su Gobierno, él le contestó que ese puesto lo ocuparía una mujer. Después, ya veremos.

Feijóo tuvo mejor registro que Sánchez, que le había puesto las cosas muy difíciles. Le vieron casi 3,1 millones de personas (el 25,9% de cuota de pantalla), batiendo el récord histórico de El Hormiguero.

Es decir, que Feijóo le sacó tres puntos a Sánchez. Más o menos los que le sacó en las elecciones municipales.

Aunque una cosa y otra no tengan nada que ver, la audiencia refleja una tendencia. Como las encuestas, cuya media da al PP una ventaja de seis puntos sobre el PSOE, a poco más de tres semanas de que se celebren las elecciones.

Hay margen todavía para ampliar la ventaja o reducirla. Y un día clave para saberlo será el próximo 10 de julio, cuando se celebre el debate cara a cara entre Sánchez y Feijóo. En el Tourmalet parece haber ganado el candidato del PP. Veremos lo que ocurre en el Puy de Dome.