En 1245 el Papa Inocencio IV pidió por carta al Gran Khan que se convirtiera al cristianismo. El Gran Khan rechazó la propuesta. Es más, le respondió que los líderes cristianos deberían reconocer su poder. Cuatro misiones papales salieron rumbo a los territorios mongoles, a las cuales se tienen que sumar las anteriores franciscanas y dominicas.

A pesar de que los dirigentes mongoles posteriormente abandonaron el chamanismo y abrazaron el islam, la presencia de los cristianos en los territorios mongoles fue constante hasta hoy. Así pues, la evangelización de Mongolia no es solamente una misión religiosa, sino que tiene trascendencia en la historia porque, a pesar de la represión de siglos, aún existe una comunidad cristiana católica, aunque reducida, en el país.

El viaje del Papa Francisco a Mongolia no deja de ser la apoteosis del Concilio Vaticano II, y quizás la más importante visita de un papa a una comunidad en el exterior. Más que los viajes de Juan Pablo II a Polonia, el de Pablo VI a Tierra Santa o el de Pío XII a Roma después de los bombardeos.

No se trata de la lejanía del país asiático, pues el Papa ya estuvo en Japón en noviembre de 2019, sino del motivo de este desplazamiento del Pontífice. El Papa va a escuchar y atender a una pequeña comunidad al otro lado del mundo. Hay 1.500 católicos solamente, en un país de mas de tres millones de personas. Y a pesar de ello el Papa quiere cumplir con su misión pastoral, aquella misión que salió del Concilio Vaticano II donde la iglesia es peregrinante y misionera. 

No es un viaje para que el Papa se dé un baño de masas, como en la reciente Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, sino que es profundamente misionero. Al mismo tiempo pone énfasis en la importancia de las pequeñas comunidades católicas que hay por el mundo. A pesar de que los primeros cristianos que llegaron a Mongolia fueron los nestorianos, quienes fueron considerados herejes, los franciscanos fueron los primeros vinculados a la Iglesia. Y de allí también la trascendencia de la visita, pues no deja de dar continuidad a casi 650 años de historia. En sus viajes, Francisco siempre busca el vínculo histórico. También lo hace para impulsar su pensamiento en las diferentes encíclicas. De este modo, en la Laudato si' se puede apreciar que busca culminar las declaraciones pastorales de Juan Pablo II, Benedicto XVI, Pablo VI, pero también San Justino Mártir y Santo Tomás de Aquino

El viaje de Francisco a Mongolia también tiene trascendencia política. El país se encuentra entre China y Rusia, y actualmente presenta importantes retos institucionales sobre la independencia nacional, como también la voluntad de marcar un perfil propio. Es una ardua empresa pues se encuentra entre dos gigantes, y el viaje del Papa sirve de ayuda: el Pontífice pone al país en el mapa. Poca gente tenia interés en Mongolia, pero ahora que viaja el papa se pone el foco allí, en su realidad y en su situación. Pero esto solamente es uno de los efectos colaterales del viaje, pues si miramos la agenda, podemos ver que solamente estará tres horas con las autoridades del país. Con el presidente de Mongolia, con las autoridades y cuerpo diplomático, con el presidente del Gran Jural del Estado (el Parlamento Mongol) y con el primer ministro. Después dedicará dos días y medio a tareas eclesiásticas. 

El Papa ha volado más de 13 horas para acompañar a una pequeña comunidada católica: cumple así su tarea pastoral de velar por los fieles allí donde estén"

Debemos ver el viaje a Mongolia en todo su contexto para entender la trascendencia pastoral y misionera de la figura del Papa. El romano pontífice, con sus 86 años, ha volado más de 13 horas para que una pequeña comunidad católica se sienta acompañada. Cumple así su tarea pastoral de velar por los fieles allí donde estén. Por eso considero que es la apoteosis del Concilio Vaticano II, ya que representa en su máxima expresión, la de los hechos, que el Papa no solamente tiene que ser un gran teólogo y una persona docta, sino también pastor y evangelizador, el primer misionero. 

En conclusión, tendremos que seguir con atención el viaje de Francisco a la tierra de los khanes, pero sobre todo su regreso y las valoraciones que haga en el vuelo de vuelta. Una de las cosas más divertidas y curiosas de los viajes papales son esas valoraciones con los periodistas una vez finalizada la visita. Así que estaremos atentos a lo que suceda en Mongolia, como también si da pistas de como será la continuación de la Laudato si’


Guillem Pursals es doctorando en Derecho, máster en Seguridad, especialista en conflictos, seguridad pública y Teoría del Estado. Puede leer aquí sus artículos en www.elindependiente.com