Nada se esperaba de ese encuentro entre los dos líderes que, si se pusieran de acuerdo en sacar al país adelante, tendríamos paz y tranquilidad para los próximos cuatro años, pero como digo, no se esperaba nada más que una retahíla de reproches lanzados a la cara, que algo ya es algo.

El encuentro ha sido a iniciativa de Pedro Sánchez pero no ha servido para nada más que para calibrar hasta qué punto están alejados uno de otro y con ellos millones de españoles que les siguen fielmente. Alberto Núñez Feijóo le ha reclamado que, si como dice Sánchez, la amnistía está apoyada por la población, convoque elecciones con ese punto en el programa de gobierno, a ver qué pasa.

Sánchez le ha contestado que es "voluntad mayoritaria de los ciudadanos el conformar un gobierno de progreso". Lo que no ha explicado, o no lo hemos sabido ver, es qué hay de progresista en EH Bildu o qué hay de progresista en Carles Puigdemont, un carlista reciclado. Puede que ERC encaje en su idea de "gobierno de progreso" aunque es un partido supremacista como el que más pero los dos anteriores de ninguna manera lo pueden hacer.

En algo sí tiene razón el presidente: el Consejo General del Poder Judicial tiene que ser renovado porque no puede pasarse otros cuatro años sin hacer nombramientos. Y como el Tribunal Constitucional ha dicho que es conforme a la Constitución que un CGPJ en funciones durante cuatro largos años no pueda hacer nombramientos, no le queda más remedio a Núñez Feijóo que acometer la renovación del Consejo en cuanto el Gobierno pase de estar en funciones a ser perfectamente operativo.

Sánchez no tiene en cuenta que cuando está uno en la oposición y cuando el Gobierno de turno no te hace caso, la opción de agitar la calle es la única alternativa

Por lo que se refiere a "faltarle al Rey" yo no sé qué o quién ha hecho esa pancarta tan perfecta, tan estirada y tan poco conforme con el espíritu de la concentración del pasado domingo. Me choca mucho, muchísimo, una pancarta así en una concentración en defensa de la Constitución. Definitivamente, no me encaja. Quizá haya sido un sector de Vox muy radicalizado pero Vox siempre ha sido muy respetuoso con Felipe VI. La verdad es que yo no entiendo esa pancarta, sobre todo tan estirada, tan poco arrugada como sería lo natural en una marcha como la del domingo pasado.

En fin tampoco he entendido la afirmación de Pedro Sánchez de que Núñez Feijóo iba a agitar el 12 de octubre. Si lo dice por los abucheos de que él es objeto cada vez que se baja del coche o que se vuelve a subir a él, esa no es cosa de Núñez Feijóo sino que es tradición de los desfiles del Día de las Fuerzas Armadas desde hace mucho tiempo.

Y en referencia al "desesperado intento de agitar la calle" que le ha reprochado Sánchez a Feijóo él no tiene en cuenta que cuando está uno en la oposición y cuando el Gobierno de turno no te hace caso, la opción de agitar la calle es la única alternativa que le queda, tanto si es la izquierda como si es, y en este caso es, la derecha a la que han votado 11 millones de españoles.

La izquierda sabe bien de lo que hablo porque era tradicional que la calle les perteneciera en exclusiva, pero la derecha hace años que ha descubierto la potencia de una protesta en las avenidas y la explota de vez en cuando. Como hizo el domingo pasado.

Lamentablemente, nada de eso va a mover a Pedro Sánchez de su determinación de amnistiar a los miles de implicados en diversas causas del proceso independentista, porque necesita esos siete votos que Puigdemont le va a proporcionar si sus exigencias se ven colmadas a tiempo.

En definitiva, una reunión inútil entre dos líderes que hablan lenguajes distintos e incompatibles entre sí. Lo previsto.