Podemos afronta el final de etapa. Si hace año y medio el partido se constituía como una máquina de guerra electoral, la próxima Asamblea Ciudadana Estatal de principios de año marcará nuevas dinámicas y metas. Una redefinición política que orbita en torno a un debate principal: hasta qué punto abandonará Podemos las dinámicas que han reinado hasta ahora, con un secretario general con grandes cuotas de poder y una organización centralizada; una propuesta que Pablo Iglesias defendió en el Congreso fundacional con la excusa de las citas electorales que estaban por delante. Una vez quemada esta fase, Iñigo Errejón, secretario político y número dos del partido, se opondrá a la tesis de Iglesias en Vistalegre II, donde pedirá la vuelta a los orígenes de Podemos y la descentralización del partido, frente al viraje a la izquierda que ha experimentado Iglesias en los últimos tiempos y la concentración de poder que ha ostentado.

Errejón representará a quienes quieren "recuperar el Podemos original"

"Personalmente asumo, junto a muchos otros compañeros, el reto de defender las ideas del Podemos con el que nacimos y, por tanto, de un Podemos popular y ganador". Con estas palabras, Errejón marcaba este lunes sus posiciones de cara a esta batalla ideológica, en la que plantará cara a Iglesias en la estrategia, aunque es poco probable que presente una alternativa para liderar el partido. El secretario político político encabezará esta postura, defendida por un amplio sector del partido, y lo hará, según fuentes próximas, por un sentido de "responsabilidad" que busca representar a esa corriente, formada por "mucha gente que quiere recuperar el Podemos original".

Defiende que se "amplíe el espacio político" de Podemos para conseguir una "mayoría nueva"

La definición de la organización que quiere Errejón -"un Podemos popular y ganador"- es clave en su interpretación de lo que debe ser la formación morada. A su juicio, debe ser popular al igual que lo fue el 15-M, del que surgió un partido con fórmulas democráticas más abiertas, con más poder de decisión en las bases y una dirección menos pesada. Sin embargo, la clave del fenómeno del 15-M es que fue un punto de inflexión en otro sentido: fue un acontecimiento de nuevo cuño en el país -al igual que lo fue Podemos, surgido de ese movimiento-, y esa novedad fue la que llevó a que se unieran ciudadanos de distinta procedencia política y social, señalan fuentes próximas al secretario político. Sólo así, volviendo al carácter originario y distinto de la formación, podrán conseguir una mayoría social amplia, defienden.

Errejón quiere dirigir el discurso de Podemos a un sector amplio de la sociedad, apelando también a votantes de otros partidos y rompiendo los moldes en los que se han encasillado los partidos existentes hasta ahora. Quiere construir, en definitiva, un Podemos que "amplíe su espacio político", según él mismo aseguraba este lunes, en declaraciones a los periodistas en el Congreso. En este sentido, el secretario político ponía el acento en "construir una mayoría más amplia, salir de los márgenes y abrir mucho el foco para construir una mayoría popular nueva"; una cuestión sobre la que se discutirá en el Congreso.

El 'número dos' pide abrir el foco frente al viraje a la izquierda de Iglesias

La apuesta del número dos choca de pleno con la postura que Iglesias ha adoptado en los últimos meses, en los que su discurso ha experimentado un viaje hacia la izquierda para marcar distancias con otra supuesta corriente "moderada"; un cambio que se ha traducido en un lenguaje más agresivo por parte del secretario general y que, lejos de romper los moldes de los partidos tradicionales, algunos lo ven como una vuelta a las dinámicas de "la vieja izquierda". Esta transfomación, además, ha coincidido en el tiempo con la integración de Izquierda Unida en Unidos Podemos y con el hecho de que algunos dirigentes procedentes de formaciones como el PCE hayan ganado peso dentro del partido, como es el caso de Irene Montero o Rafael Mayoral. Así, Vistalegre II puede ser el encuentro definitivo "para recuperar a Pablo [Iglesias]", mantienen desde este sector, o, por contra, abrir más aún la brecha existente entre las dos principales corrientes de Podemos.

Frente al "encerrarse" en la izquierda de Pablo Iglesias, Iñigo Errejón reclama un "Podemos ganador", una formación política que mire hacia afuera, y no hacia dentro, y que esté pensada para "ganar el país, no el partido", apuntan desde la organización. Aunque parece claro que todas las posturas que se enfrenten en Vistalegre II compartirán el fin de obtener más respaldo social, las grandes diferencias serán, decía Errejón, una cuestión de "foco". Mientras que Iglesias apuesta por centrar su discurso en el espectro de la izquierda, el sector afín al secretario político aboga por "no hacer distingos" y plantear el discurso para que cale en un sector más amplio o, tal como lo manifestaba Errejón, "no sólo entre los inscritos, sino entre los españoles que han confiado en nosotros y, sobre todo, en los que aún no lo hacen pero nos miran con esperanza".