Son las voces que escucha con más atención. En las que más confía. No son muchas pero le acompañan desde hace muchos años, algunas desde sus comienzos en las responsabilidades políticas, otras las ha incorporado a su círculo cercano en los últimos tiempos. Los hombres de Patxi son los responsables de dar forma a la candidatura que ayer oficializó el ex presidente del Congreso y ex lehendakari vasco. Un equipo que tras la exploración interna del PSOE ha llegado a la conclusión de que López goza de confianza suficiente en la estructura orgánica y en las bases del PSOE para imponerse a la previsible aspirante andaluza, Susana Díaz, y para desactivar el calado de apoyos críticos con el que aún pueda contar el otrora líder del PSOE, Pedro Sánchez, para el que hasta hace varios meses trabajó López. Su estrategia de comunicación, la que le han diseñado sus asesores, ya ha marcado la primera línea de acción del candidato: nada de etiquetas, ni Patxismo, ni Sanchismo, ni Susanismo. López prefiere tomar posiciones en las llamadas a la unidad, a ocupar el centro de los extremos, algo desgastados tras meses de pugnas. “Todos somos socialistas”, insiste, es tiempo de “volver a ponernos en pie”.

En su despacho, en el mismo en el que ha calculado milimétricamente cómo y cuándo anunciar su candidatura, también se ha escrito su primer discurso y ya se trabaja en el que centrará su primer acto de campaña en su pueblo natal, Portugalete, el próximo sábado. En el equipo del candidato López trabaja un fontanero de la política, Rodolfo Ares, su fiel escudero. También figura quien ha moldeado su comunicación los últimos años, Andoni Unzalu, y uno de sus apoyos más leales en Madrid, desengañado como él por el devenir de Pedro Sánchez y del último PSOE, Oscar López. Son el núcleo duro en el que confía para dar el paso y al que ha encargado su estrategia y su propuesta política para liderar el partido.

Rodolfo Ares, el estratega

La voz que todo lo controla, el negociador duro e incansable y con el que la relación acumula décadas de batallas es la de Rodolfo Ares. Gallego de nacimiento, este orensano de 62 años afincado desde niño en País Vasco conoce como ninguno el organigrama de un partido como el PSE. En política ha ocupado todos los escalafones de la carrera política, desde concejal, hasta diputado foral, parlamentario autonómico y consejero de Interior en el País Vasco. En clave interna, ha sido secretario de organización de los socialistas vascos cuando los lideraba Ramón Jauregui, después cuando lo hizo Nicolás Redondo Terreros y finalmente en el periodo de López.

Le tocó relevar a Fernando Buesa como portavoz parlamentario en Euskadi después de que ETA lo asesinara. Ha participado en todo tipo de negociaciones, las más duras, las más difíciles y las más rocambolescas. Entre las primeras se incluyen sus encuentros con ETA en la negociación llevada a cabo en Ginebra (Suiza) por parte del Gobierno en 2006 durante la tregua de la banda. Llegó a estar inculpado, junto al propio Patxi López, -y Juan José Ibarretxe- por un delito de desobediencia por reunirse con la ilegalizada Batasuna en 2006. El caso fue archivado.

En su currículum también figuran las negociaciones de Loyola con la izquierda abertzale o acuerdos y negociaciones con los sectores nacionalistas afines al PNV. Ares fue consejero de Interior en el Gobierno del lehendakari López, en la legislatura en la que ETA anunció el cese de sus acciones armadas. El llamado caso Cabacas, en el que el aficionado del Athletic, Iñigo Cabacas, falleció tras una intervención de la Ertzaintza, fue el capítulo más duro de su mandato.

Ares ha sido capaz de alcanzar acuerdos también con sectores del PP. Los populares llegaron a aplaudir su trayectoria cuando abandonó el parlamento vasco.

En 2013, la muerte de su mujer le supuso un duro golpe. Un año más tarde anunció su abandono de la política vasca para dar el salto a Madrid para apoyar la campaña de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno. Casi al mismo tiempo, Patxi López también renunció a la secretaria general del PSE. Ambos iniciaron viaje a Madrid a la sombra de Sánchez. El mismo que un año y medio después les llevó al desengaño y al desmarque, y quien sabe, si a la pugna por la secretaría general del PSOE.

La figura de Ares salió a la palestra en el convulso comité federal de octubre, cuando por una discrepancia procedimental retiró el micrófono a Verónica Pérez la presidenta del comité que reivindicó que ella era “la autoridad”.

Andoni Unzalu, el arquitecto del discurso

El encargado de dar forma a la voz de Patxi López es Andoni Unzalu Garaigordobil. Hace años que lo hace. Responsable de la estrategia de comunicación y de sus discurso durante su etapa como lehendakari, Unzalu es un asesor atípico. De origen nacionalista, se distanció del PNV en tiempos de Ibarretxe para vincularse, a través de un colectivo denominado Aldaketa (Cambio) y presidido por el ex consejero de Cultura vasco, Joseba Arregi, -ex del PNV-, y que abogaba por una nueva forma de hacer política para Euskadi y la necesidad de una alternativa al nacionalismo vasco.

Más adelante, Unzalu se acercó al PSE como independiente llegando incluso a ejercer como parlamentario en la Cámara de Vitoria. Sobre él recayó el peso de la política comunicativa de López al frente del Gobierno vasco. Con un marcado perfil intelectual, amante del euskera y la política, y habitual en tertulias televisivas y columnas de opinión, pronto reforzó aún más la confianza que en él había depositado López. Sus discursos cuidados y con fuerte contenido ideológico marcaron el perfil político del líder de los socialistas en en Euskadi y aspiran a hacerlo ahora ante todo el país.

López volvió a contar con él en condición de asesor durante los seis meses que permaneció como presidente del Congreso de los Diputados. Ahora vuelve a apoyarse en Unzalu para idear y diseñar el mensaje con el que ganarse la confianza de los militantes socialistas. La mano de Unzalu ya se pudo percibir en su primera intervención del domingo, en la que López recurrió a una de las ideas que siempre han centrado sus discursos en Euskadi, las llamadas a la unidad desde la pluralidad. El candidato a la secretaría general apeló a dar forma a una España Federal pero sin un enfrentamiento entre territorios sino buscando los puntos de unión, “buscar desde la diferencia la convivencia”, uno de los ejes que siempre guiaron sus llamadas al encuentro entre nacionalistas y no nacionalistas.
Oscar López, un hombre de partido y puente de unión con los críticos.

El equipo de persona de confianza lo completa Oscar López. Trabajó junto a Patxi López y Rodolfo Ares en el diseño de la campaña electoral del 26 de junio de Sánchez. El acercamiento entre ambos se fortaleció aún más en el desengaño y la frustración que les provocó su apuesta por la candidatura de Pedro Sánchez y el enquistamiento posterior que llevaron al PSOE a un callejón sin salida. Óscar López fue uno de los sacrificados por la gestora del PSOE que lo destituyó como portavoz del partido en el Senado, salvando a su compañero Antonio Hernando portavoz en el Congreso. Su presencia representa un puente de comunicación con el sector crítico que aún hoy respalda a Sánchez y a quien Oscar López defendió en numerosas ocasiones en su condición de portavoz en el Senado. Ocupó además la secretaria de Organización del PSOE con Alfredo Pérez Rubalcaba y entre 2008 y 2012 asumió la secretaria general del partido en Castilla y León, una federación importante y con la que confía el ‘patxismo’ en poder contar.

Al igual que el candidato, Oscar López es hombre de partido. Pese a no apoyar la decisión de la gestora de abstenerse en la votación que permitió el Gobierno de Mariano Rajoy, ejecutó la orden de la dirección, al igual que lo hizo Patxi López.

Seis territoriales, con López

Tanto Rodolfo Ares como Andoni Unzalu proceden del PSE. Pero en un segundo plano, más discreto por su responsabilidad orgánica como secretaria general del PSE, entre los respaldos con los que cuenta López figura Idoia Mendia. La dirigente socialista se ha movilizado en busca de apoyos a la candidatura y los ha encontrado. En el equipo, además del núcleo duro de Ares, López y Unzalu, también figuran apoyos y motores de acción procedentes de diversas ejecutivas territoriales. Junto a Mendia y el PSE, entre el sector que López ya se habría ganado figuran los que lideran otros dirigentes territoriales como María Chivite (Navarra), Francina Armengol (Baleares), Sara Hernández (Madrid) y Luis Tudanca (Castilla y León). En ese grupo también figuraría César Luena (La Rioja), otro ex de Sánchez, nada menos que su ex secretario de Organización. La lista se completaría con perfiles como los de Rafael Simancas, el dirigente madrileño que se habría unido a la plataforma que ya empuja la candidatura de López a la espera de noticias de Susana Díaz y Pedro Sánchez.