Era el día señalado, el que muchos habían esperado desde hace casi ocho décadas y no querían perderse. a las 10.30 horas de la mañana, en la cima del monte Gaztelumendi la gran cruz que el Gobierno de Franco ordenó erigir para honrar a los hombres que permitieron la toma de Bilbao debía ser hecha añicos. Allí ha estado coronando la cima de este monte de Larrabetzu (Vizcaya), degradándose año tras año, víctima de las inclemencias del tiempo y de las agresiones de montañeros y paseantes ocasionales. En su base la cruz había empezado a menguar, piedra a piedra, ataque a ataque, y la estructura amenazaba con caerse. A ello se sumaba el deterioro evidente de la misma con pintadas que iban desde el anagramas de ETA, pintadas en apoyo a la insumisión, hasta lemas de apoyo a la república o simples "Te quiero" de una cariñosa mañana de monte.

Cuando esta mañana, bajo una lluvia y cielo plomizo, los operarios que debían cumplir el acuerdo municipal del pasado 26 de abril se disponían a acabar con el símbolo franquista la expectación por terminar con un símbolo de la historia reciente de la localidad era elevada. Vecinos del municipio vizcaíno se habían acercado hasta el lugar para no perderse el momento. Lo que nadie pensaba es que todo acabaría con cuatro heridos y otros tantos ingresos en el hospital. Al iniciar los trabajos de derribo, numerosos cascotes de la cruz se han deprendido y han caído sobre las personas que presenciaban la operación. El resultado: dos mujeres y dos hombres heridos que han requerido ser hospitalizados.

Mismos restos para recordar al bando republicano y nacionalista

Posteriormente los trabajos han continuado hasta hacer desaparecer la cruz con cuyos restos se construirá una placa en el mismo lugar, en esta ocasión en recuerdo a las tropas republicanas y nacionalistas que lucharon contra el avance de las tropas franquistas. El Ayuntamiento de Larrabetzu acordó, además del derribo, con el apoyo de PNV y h Bildu, que con el mismo material con el que se erigió la gran cruz se construirá una placa que honre a quienes durante la batalla que tuvo lugar en aquella cima el 12 de junio de 1937 fallecieron intentando salvar el "cordón de hierro" que debía proteger el avance franquista y evitar la toma de Bilbao. No lo lograron. Tras la toma de Bilbao, en 1938 se acordó levantar la cruz que hoy ha desaparecido y en cuyo lugar otro símbolo de signo contrario rememorará lo sucedido. Junto a él, una placa informativa recordará que un día en ese punto existió una cruz. En este lugar se han encontrado cuatro fosas con restos de combatientes de aquella batalla que se libró entre tropas leales a Franco y las defensoras de la república.

Junto con la retirada de este símbolo que se ha llevado a cabo esta mañana en Larrabetzu, en Vizcaya actualmente está en marcha otra intervención para suprimir otro símbolo franquista. Se trata de un águila que el régimen ordenó que presidiera la sede de la hacienda del Estado, situada en pleno corazón de Bilbao, en la Plaza Moyúa. Tras varios intentos fallidos, finalmente el Ayuntamiento de Bilbao aprobó la retirada del águila franquista, medida reclamada sin éxito durante años. Actualmente el edificio se encuentra cubierto de andamiaje para proceder a la retirada de los diferentes paneles que configuran el símbolo. La actuación no concluirá hasta dentro de varios meses.